Pocos hombres han tenido el privilegio de trascender el ámbito de la cotidiana existencia, como el Dr. Julio de Armas Mirabal. A cien años de su nacimiento, se impone la necesidad de hurgar en el pasado inmediato, para rescatar con urgencia, la impronta de este venezolano ejemplar del siglo pasado, que llenó de glorias nuestro gentilicio, con su talento y virtuosismo, como médico, catedrático, escritor y diplomático. En el marco del IX Congreso Nacional de Historia de la Medicina, celebrado el 28 de Octubre del año próximo pasado en el Palacio de las Academias de la Ciudad de Caracas, se le rindió merecido homenaje, en conmemoración del centenario de su natalicio. Disertó sobre su vida y obra, el también medico e historiador guariqueño Edgardo Malaspina, quien en magistral discurso fue delineando como al óleo, el personal perfil de su coterráneo y colega. Mas recientemente, en el I Primer Encuentro de Cronistas, Historiadores e Investigadores del Estado Guárico, realizado en el Municipio San Jerónimo de Guayabal, Malaspina, presentó esta vez la obra completa, un extraordinario fresco donde se destacan prístinos, los rasgos más sobresalientes del aureolado guariqueño con el rótulo: JULIO DE ARMAS: Esbozo Biográfico. Fue oportuna la ocasión para que este biógrafo, con emocionadas palabras volviera a insistir magistralmente sobre el personaje.
Para quienes aún vivimos en esta tierra promisoria, plena de historia y de mágico discurrir, tal acontecimiento nos llena de orgullo e inmensa satisfacción. Empieza a vislumbrarse en el horizonte la encomiable tarea de arrebatarle al olvido, la vida de venezolanos insignes que desde la provincia, abonaron solis patrio con significativas ejecutorias, fomentando: el saber, el progreso y el bienestar de los pueblos. Julio de Armas Mirabal es uno de ellos. Su nombre es epónimo del primer liceo de Guayabal, fundado hace 37 años y de muchas otras instituciones en el país. Hijo de Julio de Armas Matute y de Juanita Mirabal. Nació en Guayabal, Estado Guárico, el 25 de octubre de 1908. Aunque su permanencia en este pueblo llanero fue breve, nunca perdió el vínculo raigal. Todavía sobreviven familiares y amigos cercanos, que así lo testimonian. También sus esporádicas visitas en la plenitud de su vida, dan fe del especial afecto que sentía por esta comarca que lo vio nacer. Al respecto, José León Tapia (2009) al referirse a su entrañable amigo, nos dice: “…Julio De Armas Mirabal fue un venezolano auténtico, de espléndida sencillez en todos los actos de su existencia, hasta cerrar su círculo con la Presidencia de la Academia Nacional de Medicina, el mas alto honor a que puede aspirar un médico. Lo conocí y admiré desde mis años universitarios, recorrí a su lado esta llanura barinesa hablando de Venezuela, de guerra, de caudillos, ganados, caballos, de la medicina nacional en profunda decadencia ética, humanística y humanitaria y hasta recordamos las coleaderas de toros en los días cuando en un alazán melao despejaba plaza en la manga de Guayabal, para no olvidarse nunca que era hijo de ese pueblo… Eso era Julio De Armas, médico internista, escritor, humanista, hombre público descendiente de lanceros independentistas, de sentimiento venezolano por sobre todo otro sentimiento. Un ser tan enteramente nuestro, que se identificaba con el alma nacional que no perece nunca”. Este Guayabalero cursó la educación primaria en el Colegio Nacional para Varones de Zaraza. Se trasladó hasta Caracas donde completa sus estudios de secundaria, obteniendo el título de Bachiller en Filosofía y Letras (1925); en el liceo Caracas, para la época, dirigido por el afamado novelista Rómulo Gallegos. Allí comparte aula, con otros condiscípulos, que a posteriori, se convertirían en connotados representantes de la Generación del 28. Se matricula como estudiante regular de la Facultad de Medicina en 1926, de donde egresa con excelentes calificaciones en 1932, con el título de Dr. en Ciencias Médicas, una vez que presenta y defiende, ante un calificado jurado, su trabajo de grado: “Las leches de consumo y su problema en la higiene infantil”. De su padre le vino el amor o inclinación por la medicina.
Su progenitor, llegó a ser reconocido como un prestigioso e innovador galeno y farmacéutico, con estudios de complementación y actualización en el exterior. Ejerció la medicina con verdadera y abnegada vocación en muchos pueblos llaneros: San Fernando, El Chaparro, Zaraza, Santa María de Ipire y también en Caracas y Maracay. Siguiendo los pasos de su amado padre, Julio César de Armas Mirabal, se proyecta en el tiempo con mayor fuerza. Como médico no se limitó al ejercicio tradicional de la profesión; las habilidades y destrezas adquiridas durante su formación universitaria - en el ámbito de la parasitología y la microbiología - las aplicó en muchas de sus investigaciones orientadas a desentrañar las causas de los males endémicos que diezmaban la población rural, particularmente aquella asentada en el asoleado y asolado campo venezolano de la década de los cuarenta, del pasado siglo.
El joven galeno hizo del llano un inmenso laboratorio para producir nuevos conocimientos. Así lo reconoce Malaspina (2009) “…Julio de Armas vuelve a su llano, mirándolo como objeto de investigación científica, analizándolo desde el punto de vista médico y como un conjunto problemático socioeconómico. Le interesa la salud de sus hombres, la higiene ambiental y la perspectiva de la introducción de normas y mejoras que permitan superar ese estado depresivo de los llanos como grupo humano”. Su extenso legado bibliográfico fraguado durante años de sostenida y obstinada investigación, resulta sorprendentemente desconocido aún, por buena parte del gremio médico. Quedará para las nuevas generaciones de historiadores, sociólogos, folklorólogos, sanitaristas, valorar y analizar en su verdadera magnitud, la importante obra de este ilustre hombre guariqueño, que con humildad y sabiduría, se convirtió en referencia conspicua del siglo xx. Su figura señera, su pensamiento y su estampa de recio hombre se acrecentarán en el dilatado horizonte llanero en los años por venir. De su producción intelectual, señalamos a continuación algunas de sus obras, para que se tengan como bibliografía de obligada consulta: Presencia de un hombre. Biografía de mi padre; Hombres y Palabras; El Problema de la Insalubridad rural en el Estado Guárico; La ganadería en Venezuela; Camino Real; Campaña de sanidad militar en Turismo; Un caso de perforación aguda de úlcera gástrica; Al margen de la borrachera y sus causas; Consideraciones diagnósticas de la sífilis esteorticular hereditaria; Sobre algunos trastornos anafilácticos en la verminosis intestinales; Tratamiento actual de la flebitis; Observaciones sobre la peste loca encéfalomielitis equina en el Estado Guárico; Curiosa trayectoria de un proyectil; Contaminación de la leche por bacilo de Koch; Conceptos antiguos y modernos sobre escrofulismo y sus relaciones con la tuberculosis y la sífilis; Discurso de Recepción como Doctor Honoris Causa de la Universidad Santa María; General Florencio Jiménez Madrid.
Este prominente guayabalero fue Rector de la Universidad Central de Venezuela por disposición del gobierno de Isaías Medina Angarita (1948-1951); Individuo de Número y Presidente de la Academia Nacional de Medicina (28 de Julio de1949); Embajador de Venezuela en la República de Argentina (1959-1962); Ministro de Educación (1958-1959); Director del Banco Central de Venezuela(1943); Diputado en el Estado Aragua (1936-1937); y Congresista Nacional (1940-1944); Presidente del Hipódromo (1944); Directivo del Ipasme. Por su labor intelectual y científica recibió innumerables condecoraciones y galardones: Orden de la Legión de Honor de la República Francesa; Premio Nacional al Mérito Agrícola; Dr. Henry Pittier, entre otras.
Fue Director del Hospital Vargas (1940-1942) y también prestó servicios en el Hospital Universitario de Caracas; Cruz Roja; Policlínica de Maracay, Policlínica de Caracas, IPASME; IVSS. Promovió la fundación de muchas instituciones: FVM, Colegio de Médicos del Dtto Federal, El Teatro Universitario y Estudiantina de la UCV. Como dato curioso, el Dr. Julio de Armas, formó parte del equipo médico que participó en la autopsia y embalsamiento del cadáver del Gral. Juan Vicente Gómez. Casó con Olga Pérez con quien engendró 6 hijos: Julio, Hernán, Edgar, Julio César, Henry y Orlando. Murió en Caracas el 28 de julio de 1990.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Y HEMEROGRÁFICAS
.- BOTELLO, Oldman: Guayabal y Cazorla. Apuntes para su historia.
.- MALASPINA, Edgardo: Julio De Armas. Esbozo Biográfico.
Alcaldía de Guayabal. Estado Guárico. 2009.
.- LAGUNA, Darío: Uno de los venezolanos más útiles de este siglo.
Fondo EDT. IPASME. Caracas. 1989.
.-ZAMORA, Rubín: Diccionario Biográfico-Cultural del Estado Guárico.
Gráficas Herpa. Caracas. 1974.
.-LEON TAPIA, José: “Julio De Armas”. El Nacional. 22/07/1990.
1 comentario:
Estimado, ando en busca del libro del doctor Julio de Armas que se llama Presencia de un hombre. Biografía de mi padre.
En la Biblioteca Nacional esta extraviado, tendrá idea de donde puedo localizarlo?...aunque sea una fotocopia?
De antemano muy agredecido
Julio González Ch.
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