domingo, 14 de febrero de 2010

El PADRE CHACÍN EN ORITUCO

Carlos A. López Garcés

Cronista de Altagracia de Orituco

Municipio José Tadeo Monagas

Estado Guárico



El centenario del Padre Chacín es una ocasión propicia para recordar su estancia en Altagracia de Orituco, adonde llegó en 1948(1), cuando ya contaba treinta y ocho años de edad, procedente de Valera, estado Trujillo, donde ejerció la docencia(2). Nació el 9 de febrero de 1910, en Sabana de Mendoza, municipio Sucre de la entidad trujillana(3). Rafael Ángel Chacín Soto era su nombre completo, tenía el rango eclesiástico de monseñor y era doctor en Filosofía, cuyo título obtuvo con la tesis La Escuela Confesional, que fue publicada por la Tipografía Vaticana(4).

El Padre Chacín tenía una personalidad imponente e impactante, quizás favorecida por ser un hombre alto, de contextura fuerte, de mirada aguda y penetrante, de voz grave y atronadora y, sobre todo, por su perseverancia, sus conversaciones ilustrativas, orientadoras y convincentes, su capacidad organizativa, su puntualidad, su inquebrantable voluntad para actuar con decisión y, muy especialmente, su estricta disciplina, que lo identificaba más con una vocación castrense que sacerdotal.

Se ganó el respeto, el aprecio y la admiración de las comunidades orituquenses, aunque no faltaba alguien que pretendiera desprestigiarlo con comentarios denigrantes, los cuales fueron superados gracias al público, notorio y productivo carácter polifacético de Chacín Soto, quien era filósofo, docente, escritor, deportista, orador, músico, compositor, luchador social, crítico, etcétera(5), y cuyas huellas fructíferas en el Orituco pueden ser resumidas en cinco áreas de acción:


1.- Eclesiástica


Ejerció el sacerdocio como cura auxiliar de los párrocos Alberto Laya, primero, y Arístides Ruiz, después, en la parroquia Nuestra Señora de Altagracia(6). Era común verlo oficiando la misa, predicando el evangelio desde el púlpito, administrando el bautismo y el matrimonio o cumpliendo otro oficio religioso, en Altagracia de Orituco y en otras localidades orituqueñas, con esmerada organización.

Acostumbraba motivar la presencia de grupos muy numerosos de jóvenes en misa y de niños y niñas en las jornadas de catecismo, mediante la realización de rifas entre la juventud y la chiquillería asistentes, las cuales optaban a ganarse la entrada para ver una película en el Cine Ayacucho o en el Teatro Libertador, hoy desaparecidos(7). No era extraño que el cura Chacín aumentara de pronto la tonalidad de su voz atronadora en esas clases de catecismo, que impartía acompañado de alguna catequista, para estimular a los presentes a cantar con más entusiasmo el Ave María u otro cántico cuando lo hacían desanimadamente.

Tenía un genio muy temperamental, tanto que lo impulsaba a actuar con severidad en ciertos casos, como la vez que un ciudadano le solicitó hacer un bautizo en la hora no prevista, por lo que el sacerdote le informó que debía ajustarse al horario, pero el padrino solicitante insistió en reclamar atención y le respondió groseramente que para qué estaba de cura, causándole tal molestia al Padre Chacín que éste le propinó un fuerte golpe en la boca al solicitante, catalogándolo de irrespetuoso(8). En otra oportunidad, un poblador gracitano respetado y temido, con ascendencia política, poder económico y fama de guapo, dijo a manera de chanza que había llegado la Virgen de Coñomoto, cuando trasladaron en peregrinación a la Virgen de Coromoto hasta Altagracia de Orituco; el Padre Chacín supo de aquel comentario soez, por lo que enfrentó al comentarista, retándolo y reprendiéndolo severamente por abusador, grosero e irrespetuoso, en el bar de don Luis Montero, cruce de las calles Bolívar y Rondón, donde lo encontró cuando fue a buscarlo a dos cuadras de la Casa Parroquial(9). Un buen día descubrió que uno de los monaguillos había escondido sendos fuertes dentro de los zapatos que portaba, los cuales había tomado indebidamente de la limosna dominical, por lo que el cura Chacín obligó a los monaguillos a usar alpargatas en sustitución de los zapatos(10).


2.- Docente


Fue profesor del Liceo Ramón Buenahora en diferentes asignaturas, que impartió con amplio sentido humanístico y excelente dominio pedagógico: Castellano y Literatura, Latín y Raíces Griegas, Historia, Filosofía, Francés, Matemática, etcétera(11). Fue un purista de la lengua castellana(12). Sus exalumnos gracitanos lo recuerdan con agrado por su capacidad intelectual y su empatía con los estudiantes, lo que explica la influencia de las lecciones que dejó en ellos(13). Es pertinente repetir una opinión acerca del Padre Chacín, emitida por el poeta y crítico Juan Calzadilla, uno de aquellos exdiscípulos buenahoristas:

“Otro personaje de la época, que recuerdo con cariño, era el cura Rafael Chacín, vicario de la iglesia de Altagracia y jugador de béisbol, que por fortuna aceptó dar la clase de Literatura Venezolana en el Cuarto Año. Sobre su personalidad expansiva y enérgica circulaban en el pueblo comentarios perversos, pero más allá de esto el cura Chacín era un hombre encantador, mundano y no muy devoto, yo creo; estaba familiarizado con la literatura venezolana y se ufanaba de conocer personalmente a su paisano Mario Briceño Iragorri; había leído de primera mano (no en los manuales al uso como se estila ahora) las obras de prosistas y poetas como Uslar Pietri, Pocaterra, Pérez Bonalde, Lazo Martí, entre otros autores, cuyas publicaciones eran difíciles de conseguir en el pueblo y a cuya lectura teníamos acceso consultando los libros de propiedad del cura Chacín, pues el liceo no contaba con una biblioteca. Finalmente, estimulado por el director Blas Loreto Loreto, a Chacín le dio por hacerse cronista y historiador de Altagracia de Orituco y no paraba en consultar los archivos de la Iglesia y la prefectura para redactar los ensayos que le publicaba Blas Loreto Loreto en su periódico.

Mucho discutíamos con el cura Chacín sobre poesía de vanguardia, de la cual, si no fue comprensivo, al menos resultaba un tolerante divulgador, un tanto desconfiado y medianamente informado de las corrientes que comenzaban a ponerse de moda.”(14)

El Padre Chacín escribió el Himno del Liceo Ramón Buenahora(15) cuya letra anda dispersa en la mente de algunos exestudiantes, de la cual es oportuno extraer el recuerdo del coro y la primera estrofa, que dicen así:

Coro

Estudiantes, los sueños en alto,

la mirada tendida hacia Dios;

vamos firmes, serenos, gozosos

de los altos laureles en pos.

I

Somos hoy las minúsculas alas

de algún ave al ras del peñol;

la esperanza y la fe que llevamos

llegaremos mañana hasta el sol.(16)

Acostumbraba a declamarles a sus alumnos la siguiente cuarteta de contenido orientador:

“No es el dolor el gaje de la vida

ni su único fin es el placer,

sino la acción, a fin de que el mañana

nos encuentre más lejos que el ayer.”(17)


3.- Historiográfica


Aprovechó su permanencia en Altagracia de Orituco para investigarle sus orígenes, estudiando con rigurosa meticulosidad documentos respectivos y otras fuentes. Los resultados de estas investigaciones fueron publicados, parcialmente, en la sección Papeles y Voces de Ayer, que mantuvo en el periódico gracitano Alborada, cuyo director fue el profesor Blas Loreto Loreto en los años 1950-1951, y la cual contiene argumentos suficientes y confiables para considerar al Padre Chacín como precursor de la historiografía crítica altagraciana. Aportó razonamientos documentados para refutar la teoría del incendio del pueblo San Miguel del Rosario y su posterior refundación como Altagracia de Orituco, planteada y defendida por el presbítero Baldomero Rauseo y otros católicos; demostró que este pueblo no era una simple transformación de aquél(18). Además, Chacín Soto redactó unas Breves noticias de San Rafael de Orituco, que es un trabajo mecanográfico hecho en 1972, referente a los curas de esa población y donde plantea una tesis acerca de la fundación sanrafaelina(19).

Practicaba excursiones arqueológicas con el objeto de recolectar evidencias para estudiar el pasado primitivo orituqueño, como las realizadas con alumnos del Liceo Ramón Buenahora a las vecindades de la quebrada Tinapuí y al sitio Agua Libre, en las cercanías de Altagracia de Orituco, la hecha al vecindario Los Negros, en las proximidades de Lezama, y las efectuadas al caserío Tamanaco, en las cuales recolectó tiestos, collares, hachas líticas, utensilios de piedras labradas, huesos, una estatuilla y otros restos de culturas aborígenes(20).


4.- Deportiva


Destacó como promotor deportivo. Fundó dos equipos de béisbol para estimular esta disciplina entre las nuevas generaciones: uno fue Caribes, integrado por adolescentes y cuya consigna era “Ana Karina Rote“, una expresión aborigen que significa “solo nosotros somos hombres”; el otro fue Alacranes, cuyos integrantes eran niños(21).

Es conveniente resaltar que organizó un campeonato de béisbol con muchachos de diez a trece años de edad y la participación de los equipos Caribes, Buitres y Águilas, coordinados por F. García, Oscar Martínez y el propio cura Chacín, quien dirigía a los más pequeños. La gente acudía al béisbol, como se acostumbraba nombrar al mismo campo de pelota, para disfrutar aquellos encuentros deportivos y ”…a divertirse viendo al espigado y musculoso sacerdote con sotana y todo dar batazos, correr y ordenar jugadas a los muchachos aprendices del popular deporte”(22). Era frecuente verlo en estas actividades, las que disfrutaba plenamente sin despojarse la sotana, la cual se arremangaba para correr, causando risa en los presentes, porque entonces los curas no andaban públicamente sin ese hábito sacerdotal.

En cierta ocasión, cuando ejercitaba el bateo, sintió lesionada su autoestima deportiva, pues oyó que le gritaron fuerte y despectivamente: ¡Ese cura no batea! Era una de las cortesanas del mabí (especie de burdel) que Eustoquio Seijas había instalado enfrente del estadio, en Saladillo; inmediatamente, el cura acordó con el joven pitcher Pedro Núñez para que le lanzara fácil la pelota, lo cual le sirvió al Padre Chacín para batearla de jonrón, ratificar su orgullo deportivo y sorprender a la mujerzuela del grito profanador(23).

Impulsó los encuentros beisbolísticos con clubes organizados en otras categorías con peloteros de mayor edad, entre los cuales destacaban las novenas Chapaiguana, Venezuela y Los Viejitos de Altagracia de Orituco y las de San Rafael y Lezama. El Padre Chacín tenía experiencia en estos menesteres; en Valera había organizado el equipo Diablos Rojos, cuyo nombre llama la atención por ser un religioso su creador(24).

Planteó insistentemente la necesidad de conseguir un terreno apropiado para practicar deportes, porque el que hubo en Saladillo con esa finalidad, en el oeste altagraciano, fue utilizado para edificar una estación de servicio de gasolina. Sin embargo, había uno disponible donde se formaba durante la estación de lluvias la llamada Laguna de Banezca y sus alrededores, ubicado en el mismo Saladillo, en la margen derecha del Canal de Malariología hasta donde ahora está la estación de servicio de gasolina La Palma. Tanta fue la perseverancia del padre Chacín que aprovechó ocasionalmente la visita del Ministro de Relaciones Interiores a Altagracia de Orituco para exponerle el caso. Es desconocido el resultado de ese planteamiento; no obstante, el terreno fue destinado definitivamente para fines deportivos, gracias a la indoblegable tenacidad del Padre Chacín, quien, en la opinión de algunos gracitanos, es merecedor de ser el epónimo del estadio que fue construido allí en la octava década del siglo XX(25).

El dinamismo deportivo de aquel sacerdote se extendía a otras disciplinas, especialmente con la participación de jóvenes buenahoristas, entre quienes promovió el voleibol, basquetbol, fútbol, lanzamiento de jabalina, etcétera, para lo cual llevó los implementos necesarios de Caracas a Altagracia de Orituco(26). Además, dotó al Chapaiguana con utensilios de béisbol nuevos, que logró conseguir con un amigo propietario de un equipo profesional en la capital de la República de apellido Yánez, a quien apodaban Yanecito(27). Organizaba campeonatos para mantener el deportismo en otras especialidades, como aquel de voleibol reseñado por Alborada Nº 7, de fecha 16 de abril de 1950, en el cual resultó triunfador el club Titanes, por lo que el capitán y la madrina del equipo, Víctor Soto y Lilia Pérez, respectivamente, recibieron la copa de campeones obsequiada por el Padre Chacín, quien, como Presidente de la Junta de Deportes de Altagracia y con palabras alusivas a la historia deportiva gracitana, clausuró el acto realizado en la sede de la emisora La Voz de Orituco, a propósito de esa premiación(28).

Es factible afirmar que el Padre Chacín aprovechó el deporte para captar nuevos fieles, sobre todo niños y jóvenes, e incorporarlos a las actividades de la Iglesia(29).


5.- Política


Vivió prácticamente confinado por razones políticas en Altagracia de Orituco, por ser adversario del régimen dictatorial establecido con el derrocamiento de Rómulo Gallegos en noviembre de 1948.

Estaba identificado con la socialdemocracia que propugnaba el partido Acción Democrática. Fue visto promoviendo subliminalmente la candidatura de Jóvito Villalba, propuesta por su partido Unión Republicana Democrática (URD) en las elecciones para Diputados de la Asamblea Nacional Constituyente, celebradas el 30 de noviembre de 1952. El Padre Chacín se paseaba por los centros electorales portando un papel amarillo en la boca(30) o dejándose ver una franela amarilla debajo de la sotana, que desabotonaba en los primeros ojales con ese propósito electoral(31); así insinuaba el voto con la tarjeta del color representativo del partido Unión Republicana Democrática (URD)(32), el cual ganó abrumadoramente aquellas elecciones, con el apoyo de Acción Democrática (AD) y del Partido Comunista de Venezuela (PCV), organizaciones políticas que actuaban en la clandestinidad. El resultado fue desconocido por la Junta de Gobierno. El 2 de diciembre de 1952 fue consumado el golpe con el cual se inició la dictadura militar presidida por Marcos Pérez Jiménez, hasta el 23 de enero de 1958 cuando fue derrocada(33).

La postura política del Padre Chacín lo convirtió en un personaje desagradable para el perezjimenato, lo cual fue determinante para que lo transfirieran de Altagracia de Orituco a La Unión de Barinas, en el estado Barinas, mediante acuerdo del gobierno con el Obispo de la Diócesis de Calabozo, monseñor Antonio Ignacio Camargo, quizás en 1953(34). Posteriormente fue trasladado a Valle de la Pascua, ciudad guariqueña que hizo suya(35), donde vivió durante muchos años hasta la hora de su muerte, ocurrida el 19 de abril de 1993, a los 83 años de edad. Fue enterrado en la Catedral Nuestra Señora de la Candelaria, en atención a su expresa solicitud(36).


REFERENCIAS Y NOTAS


(1) MARTÍNEZ, Oscar: Veinte años en la vida de un pueblo…, 2001, p. 47.

(2) NUÑEZ, Pedro: Conversación, 2010.

(3) HERNANDEZ: “El Padre Chacín, un educador humanista”, 2010, p. 1.

(4) HERNÁNDEZ: Aportes históricos para una biografía de monseñor Rafael Ángel Chacín Soto, 2008, p. 1. RUBÍN ZAMORA: Diccionario biográfico, cultural del estado Guárico, 1974, p. 77.

(5) RUBÍN ZAMORA: op. cit., 1974, pp. 76, 77.

(6) MEJÍAS D.: Altagracia de Orituco: 300 años de un pueblo, 1976, p.16.

(7) NUÑEZ, Pedro; NUÑEZ, Freddy: Conversaciones, 2010.

(8) NUÑEZ, Pedro: Conversación, 2010.

(9) AROCHA ROJAS: Conversación, 2010.

(10) GIRÓN: Conversación, 2010.

Observación: fuerte y cachete eran los nombres populares de una moneda de plata equivalente a cinco bolívares, que circuló legalmente en Venezuela hasta la octava década del siglo XX.

(11) D’SUZE G.; NUÑEZ, Pedro; NUÑEZ, Freddy; RAMÍREZ: Conversaciones, 2010.

(12) NUÑEZ, Pedro: Conversación, 2010.

(13) D’SUZE G.; NUÑEZ, Pedro; NUÑEZ, Freddy; RAMÍREZ: Conversaciones, 2010.

(14) MENDOZA: La Voz de Orituco. Año 3. Nº 30. Altagracia de Orituco, 22 de enero de 2010, p. 6.

Observación: Juan Calzadilla Álvarez nació en Altagracia de Orituco en 1931. Cursó primaria en la Escuela Federal Ángel Moreno y bachillerato en el Colegio Federa y Liceo Ramón Buenahora de su pueblo natal. Fue activista político contra el perezjimenato como militante de la Juventud Comunista. Realizó estudios de Filosofía, en la Facultad de Humanidades de la Universidad Central de Venezuela, Caracas. Ganó el premio del Festival Nacional de Poesía de la Juventud, con su poema La Torre de los pájaros, que fue editado por el Ateneo de Valencia en 1955. Poeta y crítico de arte de trascendencia internacional. Autor de varios libros.

(15) MARTÍNEZ, Oscar: op. cit., 2001, p. 48.

(16) D’Suze G.: Conversaciones, 2010.

(17) IBIDEM.

(18) LORETO LORETO: Alborada, 2009, pp. 35 a 68. RAUSEO. Luz y Vida. Altagracia de Orituco, octubre de 1927, p. 7.

(19) CHACÍN SOTO: “Breves noticias de San Rafael de Orituco”, 1972.

(20) D’Suze G., CORONADO; GIRÓN: Conversaciones, 2010

Observación: el Padre Chacín visitó en varias ocasiones al vecindario Tamanaco, ubicado a cincuenta kilómetros al este franco de Altagracia de Orituco, y logró recolectar diversas muestras de culturas aborígenes, según información transmitida a Iván Coronado por el propio cura Chacín, en conversaciones sostenidas con él en Valle de la Pascua, estado Guárico.

(21) NUÑEZ, Pedro: Conversación, 2010.

(22) MARTÍNEZ, Oscar: op. cit., 2001, p. 47.

(23) NUÑEZ, Pedro: Conversación, 2010.

(24) D’SUZE G.; NUÑEZ, Pedro; RAMÍREZ: Conversaciones, 2010.

(25) IBIDEM.

Observación: Ángel Santiago González (1902-1925) fue el nombre dado al estadio de Saladillo en Altagracia de Orituco, mediante Decreto Nº 1, de fecha 12 de febrero de 1974, emitido por Alejandro Rodríguez Guzmán, Gobernador del Estado Guárico, al considerar el don polifacético de este joven gracitano, fallecido en Caracas a los 23 años de edad, quien era telegrafista y practicaba diversas disciplinas deportivas (béisbol, boxeo, equitación, esgrima, ciclismo, fisiculturismo, excursionismo y cinegética), además de ser amante de las letras, vasto cultor de la poesía y articulista de periódicos de Altagracia de Orituco y Valle de la Pascua, según informaciones publicadas en el folleto Ángel Santiago González, escrito por el telegrafista, poeta y cronista José Francisco Martínez Armas, quien sugirió este epónimo a su amigo gobernante.

(26) LORETO LORETO: op. cit., p. 203.

(27) NUÑEZ, Pedro: Conversación, 2010.

(28) LORETO LORETO: op. cit., pp. 249, 250

(29) NUÑEZ, Freddy: Conversación, 2010.

(30) IBIDEM.

(31) RAMÍREZ: Conversación, 2010.

(32) NUÑEZ, Freddy; RAMÍREZ: Conversaciones, 2010.

(33) ARIAS AMARO: Lecciones de Historia Moderna y Contemporánea de Venezuela, sin año de edición, pp. 181 a 186.

34) NUÑEZ, Freddy: Conversación, 2010.

(35) IBIDEM.

(36) HERNÁNDEZ: Aportes históricos para una biografía de monseñor Rafael Ángel Chacín Soto, 2008, p. 1


FUENTES


I.- Bibliográficas


ARIAS AMARO, Alberto. Lecciones de Historia Moderna y Contemporánea de Venezuela. Caracas. Editorial Romor, C.A., sin año de edición.

LORETO LORETO, Blas. Alborada: pie de luz para medio siglo. Caracas. Edición de la Alcaldía del Municipio José Tadeo Monagas del Estado Guárico, 2009.

MARTÍNEZ, José Francisco. Ángel Santiago González. Caracas. Impreso por Miguel Ángel García e Hijo, 1974.

MARTÍNEZ, José Francisco. El Grupo Escolar José Ramón Camejo de Altagracia de Orituco. Caracas. Sin datos de editor, 1976.

MARTÍNEZ, Oscar. Veinte años en la vida de un pueblo (1940-1960). Remembranzas de Altagracia de Orituco. Caracas. Fondo Editorial Tropykos, 2001.

MEJÍAS D., Manuel. Altagracia de Orituco: 300 años de un pueblo. Sin datos de editor, 1976.

RODRÍGUEZ, Adolfo. El Estado Guárico: orígenes, mundo y gente. San Juan de los Morros. Comisión Regional Conmemorativa del V Centenario del Encuentro de Dos Mundos. 1994.

RUBÍN ZAMORA, Lorenzo. Diccionario biográfico, cultural del estado Guárico. Caracas. Edición del autor. Impreso por Gráficas Herpa, 1974.


II.- Hemerográficas


CHACÍN SOTO, Rafael. “Breves noticias de San Rafael de Orituco”. Sin datos, 1972. (Trabajo mecanográfico ).

HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Felipe. Aportes históricos para una biografía de monseñor Rafael Ángel Chacín Soto. Coloquio de Historia de Venezuela en Homenaje a la Historiadora Irma Mendoza. San Juan de los Morros, 11 de julio 2008.

HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Felipe. “El Padre Chacín, un educador humanista”. Valle de la Pascua, 17 de enero de 2010. (Hojas sueltas inéditas)

MENDOZA, Néstor. “Memoria del retorno al pueblo natal. Una entrevista a Juan Calzadilla”. La Voz de Orituco. Año 3. Nº 30. Director-Editor: Ramón Alberto Mirabal Zapata (Beto). Sección: Pico-tuerto. Altagracia de Orituco, 22 de enero de 2010, p. 6.

RAUSEO, Baldomero. “Breve historial”. Luz y Vida. Altagracia de Orituco, octubre de 1927, p. 7. (Única edición)


III.- Informaciones orales


Conversaciones con:

AROCHA ROJAS, Pablo. Altagracia de Orituco, lunes 25 de enero de 2010.

CORONADO, Iván. Altagracia de Orituco, martes 9 de febrero de 2010.

D’SUZE G., Luis. Altagracia de Orituco, lunes 25 de enero y martes 9 de febrero de 2010.

GIRÓN, Julio. Altagracia de Orituco, viernes 12 de febrero de 2010.

NUÑEZ, Freddy. Altagracia de Orituco, domingo 31 de enero de 2010.

NUÑEZ, Pedro. Altagracia de Orituco, domingo 31 de enero de 2010.

RAMÍREZ, Francisco. Altagracia de Orituco, lunes 25 de enero de 2010.


APÉNDICE



Fotografía que muestra un grupo de profesores y alumnos del Liceo Ramón Buenahora de Altagracia de Orituco, tomada quizás en 1949-1950, cuando ese centro educativo estaba ubicado en la calle Ilustres Próceres, entre la Gil Pulido y la Santiago Gil, en la casa que ahora ocupan la Fundación Dr. Pedro María Arévalo Cedeño y la Biblioteca Adolfo Antonio Machado.

Aparecen sentados, de izquierda a derecha, los profesores Blas Loreto Loreto, Mirtila Prat de Bonet, José Ramón Carballo y Rafael Chacín Soto (Padre Chacín) y de pie, en el mismo orden, los estudiantes Sixto Rosa Romero, Carmen Susana Toro Alayón, Fortunato Rosa Arévalo, Luis Guglieta Armas, Mercedes Fernández, Antonio Marruz, Josefina Quintana, Irma Bello y Rafael Camacho Santaella.

(Comentario de Carlos A. López Garcés. Altagracia de Orituco, sábado 6 de febrero de 2010)

El Motor de aire desafía la segunda Ley de la Termodinámica. Invento de un guariqueño.