jueves, 12 de junio de 2008

ES LA HISTORIA DE UN HUEVO

Marina Hernández*
19-02-08 3.00 a.m... Día martes…


Que hubo una vez y millones de veces hubo, un huevo especial, porque lo que se forma dentro de el no es un pollito emplumado, sino una especie distinta a la de un embrión de pollo o de cualquier otro animal, este comenzó siendo una larva y luego en el transcurrir de muchos siglos dentro de aquel huevo, fue transformándose en algo que no se sabía que cosa era…

Bien, érase alguna rara especie que se fue formando desde que parecía una minúscula larva, con cola y todo, que se movía feliz y libremente dentro de ese universo que era todo el contenido del huevo para ella sola…

Tan feliz era nuestra larva, que en los siglos que tardó en formarse, crecer y crecer hasta poder sentirse, nunca pensó que saldría algún día de aquel verdadero paraíso….

II

Dormía mucho, como un ángel, se movía a gusto en aquel tibio y suave lugar, donde había un cielo hermoso para ella sola, igual un sol radiante brillaba y era suyo solamente, en aquellos siglos de paz profunda y cuando pudo oír algún ruido que no fuera el tic tac, tic .tac. que siempre escuchó a un ritmo que variaba muy poco, esto le producía la certeza de no estar sola… de que aquel ruido venía del cielo y Dios lo producía para decirle que estaba acompañándole y con este divino ruido, tic tac tic tac, se dormía nuestra rara especie en tan largos períodos, que los siglos y siglos pasaban y pasaban sin que lo notara, ni llevara medida de cuantos siglos eran… sin que eso le preocupara ni mucho menos le interesara…

III

Nuestra querida larva dentro de su universo particular, era tan, pero tan feliz, porque gozaba de una libertad plena, se sentía ora un delfín, ora una nutria, ora un ave de alto vuelo que volaba y danzaba sin viento que distrajera ni cambiara su rumbo…no había lluvias, ni tormentas ni nada que impidiera su facilidad de movimiento…ni se convirtiera en obstáculo en su camino; era pez cuando quería y nadaba siglos y siglos…. en la infinita unidad de aquel universo

IV

Así andaba y andaba sin rumbo por siglos y tiempos, que no había como contarlos porque eran demasiados tiempos…
A veces a nuestra larva que crecía y crecía, le provocaba ser como una hormiguita y en esto se convertía, exploraba su universo y como se hacía pequeña para ver mejor… disfrutaba viendo las estrellas que en la tibia penumbra fulguraban para ella sola -y cómo lo disfrutaba- aquel espectáculo único y que solo estaba ahí, para verlo y escrutarlo a su voluntad sin que nadie interviniera en sus observaciones… ni desviara sus intenciones, ni cambiara lo que a ella le parecía que era… solo un enorme y hermoso espectáculo, que nuestra larva desconocía que algún día no vería mas…

V
Nuestra larvita a veces ya podía escuchar otro sonido, que no era aquel tic tac maravilloso que le anunciaba que Dios andaba con ella enseñándole los infinitos y enormes caminos de su universo personal, el sonido que escuchaba parecía venir de otro lugar que no fuera dentro de su enorme, bello y único mundo… del cual no quería irse jamás…eso no pasaba por sus felices pensamientos y felices planes. Todo estaba ahí… ¿para qué tenia que ir en busca de otro lugar? Mas perfecto que ese no podía existir otro, jamás, nunca… Ningún otro que le proporcionara tanta seguridad, tanta felicidad, que le diera todo, absolutamente todo para ser grande, pensar en grande sin sufrir, sin esfuerzo alguno… porque todo le había sido dado ahí en su enorme y rico universo… Nuestra larva grandecita, había descubierto que no tenía que salir de ahí para luchar por espacios… ni por cobijo, ni por alimento, ni para cumplir sus sueños, ni por… amor… porque todo esto allí tenia… a montones y le bastaba con solo desearlo.

VI

Quizá… -pensaba nuestra larva- existan otros universos como estos o mas grandes o ¿mejores? Imposible… pues había aprendido a moverse con tanta destreza explorando cada rincón de su universo, que cada día descubría cosas nuevas que la dejaban perpleja y felizmente asombrada… porque descubría ríos, que fluyen por todas partes… y montañas que la rodeaban, llenos de frutos para darlos sin pedirlo y sin medida porque estas cosas que limitaban en cantidad y medida tampoco existían. Todo parecía estar ahí solo para que ella fuera feliz y no le faltara nada,

Tampoco nuestra larva sabía de soledad., ni su significado conocía, ni de fronteras o límites porque eran inexistentes en su mundo… o buscar alimento porque ahí en su universo le había sido dado todo… solo tenía que tomarlo sin pedirlo ni buscarlo siquiera… y de amor… de amor nuestra larva sabía demasiado… porque todo lo que era… todo lo que tenía, lo que le había sido dado era por amor… y aquel tic tac tic tac que no la abandonaba nunca, le hablaba de compañía, la de Dios mismo y de amor que es Dios mismo…

VII

Pero llegó el día en que nuestra larva dejó de serlo… y se convirtió a través de siglos y siglos interminables en un un... humano…sí, un ser humano que cuando era muy pequeñito era llamado niño… -eso supo nuestra larvita después, mucho después ya niño… ya… y allí todavía, allí mismo dentro de su universo… los ruidos que parecían no proceder de adentro con su tic tac y el ruido del agua tibia cuando se movía… eran otros ruidos –se decía- extraños - de distintos matices… llegó un momento que pudo reconocer en los ruidos que producía su universo, hermosos, que luego supo eran canciones… hermosas canciones de cuna llenas de amor… que le llenaban su corazoncito de regocijo, tanto, que se quedaba dormido… por muchos inviernos y veranos que pasaban dentro de su universo… mientras dormía
plácidamente en ese mundo que Dios le había dado

VIII

Lógicamente nuestro pequeño no sabía de egoísmos, ni de bajas pasiones que hoy pueblan los corazones de las personas que pueblan el mundo… que pelean por espacios… que no son de nadie en particular… son de todos… por igual… como en su universo particular, que luchan por personas, como si estas les pertenecieran… nadie pertenece a nadie… venimos y volvemos a la naturaleza una y otra vez sin dueño ni dueña….
Igual que nuestra larva hecho niño o niña somos creados con todas las condiciones para vivir y ser felices, sin tener que esforzarnos día a día…buscando espacios que fomentan una ambición inútil… inútil ambición… ¿ambición de qué? ¿Quién es más grande o más poderoso por tener un rato de poder sobre un pequeño grupo que puede ser un país o dos…? Un breve espacio en un tiempo inexistente, que son unos 60 años terrestres en la inmensidad de miles de millones de siglos y de vidas pasadas por cada ser… que fue larva millones de veces también… que debió salir de su pequeño y gran universo reconociendo que el tránsito en cada vida es demasiado breve para desperdiciarlo luchando por cosas banales… que no cargaremos con ellas a ningún lado… las iremos dejando en el camino para que otros las recojan, simplemente porque no pertenecen a nadie en particular… es de todos y es de nadie… así… simplemente es…

IX

Sin embargo los seres humanos ya adultos, se amargan su propia existencia y la de otros… por estas pequeñísimas infinitesimales cosas, ante la realidad verdadera de la existencia de cada ser… que es enorme, infinita como los universos, grandes… pero se empequeñece y entraba su crecimiento y evolución desperdiciando lo mejor de sus ciclos vitales, peleando por cosas que no son de nadie, solo las usamos y las dejamos para otros…que vienen detrás en el camino… que por igual todos andamos… ningún camino es distinto a otro y conduce a otro lugar distinto… vamos hacia el mismo destino…feliz, eso sí feliz., unos llegan primero, otros tardaran demasiado en llegar… todo depende cómo vean la vida… si caminan ciegos y sordos… o con los ojos abiertos y el corazón dispuesto a amar y decirle a todos como son las cosas… que solo lo escucharan aquellos que tienen los oídos abiertos, sanos…

X

Ah!!! Pero llegó el día que nuestra larvita ya hecho niño…la mágica naturaleza hizo que se cumpliera la Ley universal de NACER… y llegó el momento; sin que nuestro niño estuviera enterado de lo que iba suceder…porque jamás pensó salir de ahí… de ese hermoso lugar que era su mundo y del que no hubiera querido salir nunca…

Todo aquello comenzó para él como una especie de desorden que desconocía… que nunca había ocurrido… ya escuchaba, aunque de manera distorsionada, había aprendido a distinguir los ruidos de afuera… -pero ese día-… los bellos sonidos de arrullo se convirtieron en sonidos muy fuertes, acompañados de muchos otros sonidos que no sabía de donde salían… mientras, dentro de su mundo que en ese momento le parecía hacerse pequeño, - ya no cabía -…

XI

Se movía todo a su alrededor… la quietud dejó de ser… para dar paso a una especie de tormenta que movía su mundo, estrechándolo a veces y soltándolo otras…sentía que todo saltaba a su alrededor… y los ruidos de afuera de ese otro mundo que no le interesaba conocer se hacían mas fuertes…

Esto se prolongó por largo tiempo… manteniendo a nuestro héroe despierto y atento a todo ruido externo… esperaba… esperaba que todo se calmara para dormir… pero no se lo permitían,… movimientos bruscos y sonidos extraños lo mantenían despierto…y de pronto!!! De pronto…

Entre tanto movimiento y estrechez de su espacio que se movía y movía, vio algo que venía hacia el y lo halaba…y los movimientos de su mundo lo estrechaban empujándolo hacia algo que luego supo era comparable a un túnel… estrecho y muy oscuro… y por primera vez…. Por vez primera nuestro héroe sintió miedo… y… y se asustó tanto, -algo que no había sentido jamás- su miedo se convirtió en pánico… y dolor…. Su cuerpecito le dolía en la estrechez de aquel túnel que lo aprisionaba…cuanto dolor sentía…y de pronto…de pronto…

XII

Algo atrapó su cabeza que luego supo eran unas manos que lo recibieron al nacer…y…. desde ese momento,… terrible momento… nuestro héroe dejó de ser libre..... no por la protección que le era necesaria… si no que ya no sería nunca mas él mismo… sería lo que todas esas personas quisieran que fuera… igual a ellos… nunca mas nuestra larvita hecha niño y luego hombre o mujer, sería libre ni de pensamiento, ni de palabra ni de hecho… entraría a formar parte del rebaño… uno más ciego, sordo….

Tampoco tendría al alcance de su mano la supervivencia, esta tendría dueño o dueña y habría que comprarla, con algo extraño pequeño, plano y redondo llamado moneda, para lo que tenía que ser esclavo de alguien para obtenerla, si no moriría de inanición, hambre. Esta cosa llamada moneda traería consigo ambición y crimen, se matarían seres humanos por ella…nacería la riqueza y la miseria… le envidia y la traición… el odio, el desamparo… el abandono…

Y la fuerza mas grande de Universo alguno que es el AMOR… se debilitaría ante la ambición de lo efímero, lo desigual, lo no existente.

XIII

Sin embargo no hay historia buena que termine triste… no debe haberla… existen y existirán siempre seres humanos que no solo observan, saben y conocen que todo en la vida está sujeto a cambios… nada permanece igual en los tiempos infinitos… ¡que es grandioso saberlo!… y existen muchos seres humanos que ayer, hoy y mañana seguirán haciendo y luchando porque ojala… ojala… no sea mas así….ojala algún día cambien las cosas… sencillamente… volvieran a su estado original, ojala los seres que `pueblan el mundo buscaran sus orígenes, dentro de sí, dentro de su alma, de su pensamiento, en su corazón, ahí donde se conserva la pureza intacta, ahí donde subyace el amor puro y verdadero, ahí subyace también ese mundo que es el verdadero y que a todos pertenece y podemos compartir sus frutos, que somos nosotros mismos… con los otros que también somos los mismos… porque iguales somos….

XIV

Solo nos diferencia la debilidad de uno y la fortaleza del otro, ambas se pierden y se ganan en el camino…es triste, pero ocurre por simples errores de cálculo, de los que se autodenominan líderes, aquéllos que provocan el empobrecimiento de los pueblos pera someterlos y obtener así poder… ¿poder? Un poder equivocado, triste poder… Se enriquecen ellos? Claro, si eso significa ser rico para alguien en este mundo al que acaba de llegar nuestra larvita hecho niño… dejando su adorado y perfecto Universo donde nació y evolucionó durante siglos de felicidad absoluta, llegó donde los mas fuertes siempre sobrevivirán..sometiendo a los débiles…. Que se irán quedando en el camino… pero volverán una y otra vez, los débiles y los fuertes… y se encontrarán… el camino es el mismo… la meta igual… siglos y millones de siglos andarán y aquellos seres humanos que vayan tomando conciencia de este tipo de esclavitud, verán que llegará, sin duda el gran momento de luz en que desaparezcan estas diferencias, sin desafíos y sin guerras, sin imposición alguna, sin convencimientos forzados, siglos…andarán…se irán y volverán tantas veces…

XV

Después de romper el cascarón… el cascarón del huevo de nuestra historia durante millones de tiempos que no se pueden contar…y nuestra larvita ya hecho niño… llegó llorando…
Fin de la historia

*Escritora venezolana. (San Juan de los Morros, estado Guárico)

INFORMACIÓN:

EL ATENEO DE LOS TEQUES
Y EL CENTRO DE ESTUDIOS DE LOS LLANOS DE LA UNIVERSIDAD RÓMULO GALLEGOS (CELLUNERG)
EN EL MARCO DE LA
LA CÁTEDRA LIBRE ITINERANTE SOBRE IDENTIDAD NACIONAL
INVITA

A LAS SIGUIENTES
ACTIVIDADES PREPARATORIAS DEL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA
(1810-2010)

Viernes 27 de Junio de 2008: conversatorio con el doctor Ildefonso Leal sobre “Los Libros en vísperas de la Independencia”
Sede del Ateneo de Los Teques
6 p. m.

Miércoles 23 de Julio de 2008: Reunión organizativa del Bicentenario de la Independencia en el Estado Guárico.
Lugar: sede del Centro de Estudios del Llano, sector la Morera, San Juan de los Morros.
Hora: 11 a. m.

Sesiones de estudio para
DOS CENTENARIOS EN EL 2009
Agosto: Cien años de la Muerte de Francisco Lazo Martí.
Octubre: Centenario del Nacimiento de Julio César Sánchez Olivo.
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ILDEFONSO LEAL: UNA INTENSA EXPERTICIA POR LA VENEZUELA ILUSTRADA

Una labor sin precedentes ha cumplido Ildefonso Leal en el desmantelamiento de las sombras que pesaban sobre una de las más deslumbrantes manifestaciones del pasado colonial venezolana. Logra así un despeje de unos espacios donde bullían inquietudes inimaginables hacia el conocimiento bajo una circunstancia en la que sólo parecía ondear la espada y el incensario. Un tesonero rastreo que le permite poner, al alcance de los lectores de su país, ese vasto inventario de libros y bibliotecas coloniales como la impronta representada por la Universidad Central en la gestión de un liderazgo sin precedentes en la forja de una conciencia nacional. Una de las tantas capas de oscuridad que se habían aposentado sobre un país vanagloriado sólo por hechos de sangre. El pasado que Leal contribuye a exhumar es éste que desemboca de modo fulgurante en los sucesos de 1810 y 1811, con una resonancia tal como para mantener aún expectantes a los venezolanos en torno a las etapas fundacionales de la actual república.
Esa proeza indagadora ha de desempeñarla IL durante los más frescos años de su vida. Nace en Lagunillas (Estado Zulia), en 1932, hace licenciatura y doctorado en Historia en la Universidad Central de Venezuela, postgrado de Historia de las Américas en la Universidad de Sevilla, ejerce la docencia en la UCV hasta que se jubila como profesor titular, es Director del Archivo Histórico y Cronista de esa máxima casa de estudios y Miembro de Número de la Academia Nacional de la Historia, donde asiste asiduamente en ese ejercicio amoroso de dar con los hechos que conforman de manera irrecusable una noción de patria más reconfortante y luminosa.
Los títulos de sus obras son indicativos de esa orientación que signa sus principal producción intelectual: Historia de la Universidad Central de Venezuela (diversos aspectos y facetas), la cultura venezolana en el siglo XVIII, Libros y bibliotecas en Venezuela colonial, El Correo de Trinidad Española el primer periódico publicado en Venezuela, Crónicas de historia de Venezuela, Documentos para la Historia de la Educación en Venezuela (época colonial).
Ildefonso es un habitante señero de la ciudad de Los Teques, donde cursa segunda enseñanza en el Liceo Francisco de Miranda yí establece su residencia permanente, su ámbito familiar y privilegiados contertulios. Fu comisionado en 1979 para fundar el Ateneo de Los Teques, dirige la prestigiosa Biblioteca de Autores y Temas Mirandinos, es Cronista de la ciudad y autor de El Libro Parroquial Más Antiguo de Los Teques, , Nacimiento del Régimen Municipal de Los Teques (Actas del cantón Guaicaipuro), Los Teques: testimonios para su historia y columnista del diario Última Noticias para para dar cuenta alló de lo que nos enorgullece y lo que conviene enderezar.
Adolfo Rodríguez

ENCUENTRO CASUAL CON DOS ANCESTROS


Daniel R Scott*


A todos mis sobrinos

Papá solía ostentar, con el orgullo militar de quien lleva en el pecho una condecoración ganada en la guerra, su segundo apellido: Power. A eso le llaman ganar méritos con escapulario ajeno. En ocasiones especiales (bautizos, cumpleaños o una noche cualquiera de tragos) contaba con no menos orgullo y mal disimulada pedantería el origen y abolengo de ese segundo apellido suyo: "El primer Power arribó a Venezuela con la legión británica, era oriundo de Irlanda y tuvo el honor y la gloria de combatir en la batalla de Carabobo". Y si notaba en sus interlocutores alguna sombra de duda o le pedían alguna prueba material o escrita de lo que aseguraba, respondía con voz desafiante y estentórea: "¡Anda al Paseo Los Próceres allá en Caracas! Cuando leas la lista de los nombres de los que participaron en la batalla te encontrarás con el de William Power". Porque asi se llamaba el primer Power que pisó tierras venezolanas: William.
No lo dudaba; cuando se trataba de la historia familiar y de nuestros ancestros, papá era un libro abierto dividido en capítulos, apartados, y páginas numeradas con notas al margen, pero la verdad es que al único Power que conocí fue a Carlota Power Olivo (1891-1981) mi abuela, la que vivió en la otrora aldeana y medio colonial "Av. Cedeño" de San Juan de los Morros. Se trataba de una viejecita de andar lento, canosa como las nubes de los mediodías del mes de marzo, piel de un mármol blanco apergaminado y ojos azules, que fumaba cigarrillos "Capitolio" y que leyó hasta el final de sus días el "Ultimas Noticias" sin la ayuda de lentes. Frente al jardín recitaba con una voz temblorosa como la gelatina historias, anécdotas y leyendas de los días ya idos de Cipriano Castro y de la dictadura de Juan Vicente Gómez que tenían un valor testimonial e histórico que nadie se preocupó por rescatar. El 27 de junio que ella murió, yo apenas frisaba los dieciséis años y jamás se me ocurrió preguntarle algo de su juventud ni mucho menos asentarlo por escrito, lo que hoy lamento profundamente. Era poco pues, lo que sabía o había indagado del apellido materno de papá.
Pero días atrás, revisando cierto material bibliográfico, me topé por pura casualidad con el libro "El Héroe del Deber", una semblanza biográfica de Joaquín Crespo escrita en 1991 por Oldman Botello, cronista al que tuve el inmenso placer de conocer en enero de 2005 en algún encuentro cultural y al que volví a ver en la Casa de la Cultura de Parapara año y medio después, el 10 de junio de 2006. Tomé su libro y hojeándolo sin ningún motivo especial me detuve en el capítulo IV. Allí, para sorpresa mía, me encontré a un tal Eduardo Power Windfor empeñado en presentar Crespo a Guzmán Blanco allá en su casa de Villa de Cura en 1869. "Los generales Crespo y Guzmán Blanco se metieron en la pieza-dormitorio de mi padre, donde conversaron y conferenciaron cerca de dos horas" escribiría en 1942 Eduardo Luciano Power, hijo del hombre que amistó a los dos famosos militares del siglo XIX venezolano. En la página 42 de la obra un retrato de Eduardo Power: Calvo, adusto el gesto, largas las patillas, penetrante la mirada. Lo comparé con el único retrato que dispongo de mi abuela paterna: el parecido salta a la vista. Eduardo Power Windfor, según el autor del libro, "murió en Villa de Cura, rodeado del cariño de sus semejantes, a los 83 años en 1904".
Pero mi sorpresa fue mucho mayor cuando fijé la vista en una extensa y nutrida nota al pie de página y me pareció escuchar no a Botello sino la voz de mi propio padre: "Don Eduardo Power Windfor nació en Achaguas, Estado Apure, el 16 de Enero de 1821, del matrimonio de William (o Guillermo) Power y doña Margarita Windfor, ambos ingleses, el primero de ellos llegado al país formando parte de la legión británica con carácter de comandante, en 1820; al año siguiente llegó su esposa quien junto a él vivió las penurias de la campaña guerrera al lado de Bolivar y de Páez".
Si nos atenemos estrictamente al dato histórico suministrado por Oldman Botello (sin descartar alguna otra versión) se podría especular y echar a volar la imaginación y partiendo de las fechas deducir que este William Power se encontraba entre los que John D Evereux reclutó en la propia Irlanda para el verano de 1819. Gerard Masur, biógrafo de Bolivar y estudioso de la revolución Sudamericana, nos habla de la condición y calidad de esta tropa: "aventureros, revolucionarios y hombres sin trabajo". Vaya con nuestro linaje. Cinco buques partieron de Europa haciéndose pasar por inmigrantes y anclaron en la isla de Margarita para finalmente desembarcar en Angostura entre abril y mayo de 1820. Este grupo de soldados a los que inicialmente se les llamó "Legión Irlandesa" se internó en el Estado Apure (donde nació Eduardo Power Windfor) para reorganizarse bajo el mando de José Antonio Páez con el nuevo nombre de "Cazadores Británicos". Estos participaron más tarde en la épica batalla del 24 de Junio de 1821.
Cerré el libro y no pude evitar encontrar paralelos entre el William de Botello con el William de mi padre, solo que papá añadía que William Power fue condenado a la pena de muerte por ultimar de un balazo a otro en un duelo pero luego absuelto en virtud de su destacada participación en la batalla de Carabobo. Y es que la Legión Británica "tuvo una actuación muy distinguida y después de la batalla recibió de Bolivar su nuevo nombre: Batallón Carabobo" (Diccionario de Historia de Venezuela, Fundación Polar, Tomo II, P. 923) Y con razón: cuando los "Bravos de Apure" sufrían ante la feroz embestida de la tropa realista, la legión británica arremetió con una carga de bayoneta, dando tiempo a que los llaneros se recuperaran. Una acción que requería valor, sin lugar a dudas, mereciendo un reconocimiento.
Carlota Power Olivo y mi propio padre, ¿tienen algún parentesco con Eduardo y William Power? Según mis cálculos numéricos si. No es casualidad que al revisar el árbol genealógico que me legó papá me encuentre que el tercer hijo de mi abuela llevara el "Eduardo" como segundo nombre.
Finalmente visité a mi tía Antonieta, única sobrevienta de los cinco hijos de mi abuela Carlota para hablarle de este asunto. La avenida Cedeño, intoxicada con las bocinas de los autos y el monóxido de carbono ya no se ve tan aldeana ni medio colonial como en los días que aun vivía mi abuela. Me senté al lado de mi tía, al frente del mismo jardín que miraba evocadora mi abuela cuando contaba las historias a las que yo nunca prestaba atención. No había empezado a contarle lo de mis indagaciones cuando me interrumpió con su manera pausada y calmosa de hablar: "¿Eduardo Power Windfor? Era bisabuelo mío y de tu padre, tatarabuelo tuyo". Y a continuación me trazó un árbol genealógico de una simplicidad bíblica que abarcaba casi un siglo, de 1821 hasta 1912. Resulta que William Power es tatarabuelo de papá.
Me senté un rato en la plaza Bolivar, sin nada ya que hacer y rumiando toda la información recibida. En la reverberación de la tarde, dominado por el sopor, el ocio y la estupidez, me dió por garrapatear ecuaciones genealógicas:
I.- William Power + Margarita Windfor = Eduardo Power Windfor.
II.- Eduardo Power Windfor + Maria Eugenia Orta = Carlos Power Orta.
III.- Carlos Power Orta + Carmen Olivo = Carlota Power Olivo
IV.- Carlota Power Olivo + Daniel Scott Gutiérrez = Antonio Scott Power.
Y asi sigue la cosa según sea el caso o el resto de la descendencia.
Pero tendría que venir el propio Oldman Botello en persona a corregir estas ecuaciones y verificar su exactitud.
Miércoles 5 de Marzo de 2008
*Escritor y bibliotecario.

El Motor de aire desafía la segunda Ley de la Termodinámica. Invento de un guariqueño.