lunes, 28 de junio de 2010

VIVENCIAS DE UN TUCUPIDENSE- ZULIANO: Dr. HECTOR SERVIDEO SOTO

Ponencia presentada en el II ENCUENTRO DE CRONISTAS E HISTORIADORES DEL ESTADO GUÁRICO EN TUCUPIDO. MAYO DE 2010. CASA DE LA CULTURA RAFAEL RENGIFO. CONMEMORACIÓN DE LOS 250 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DE TUCUPIDO, CAPITAL DEL MUNICIPIO RIBAS EN EL ESTADO GUÁRICO.


Manuel Soto Arbeláez


I. Presentación. Me ha sido de grato placer transcribir las notas vivenciales de estimados paisanos guariqueños. Considero que a los hombres y mujeres que hayan hecho carrera positiva a favor del país, se les deben reconocer sus méritos cosa que estoy tratando de hacer con algunos de ellos, en vida o ya desaparecidos. Las siguientes notas vienen de puño y letra de mi querido y estimado médico tucupidense Héctor Servideo Soto, residenciado en el Zulia desde 1951, hasta la fecha de su muerte el 27 de Noviembre 2007, donde hizo carrera en unión a su esposa, también médico, la Dra. Haydee Parra. Murió en Maracaibo rodeado del cariño de sus hijos y esposa. Los siguientes párrafos van dedicados en este Encuentro de Cronistas de Tucupido, a este valioso hijo suyo.

II. Orígenes y Educación Primaria. Dice el Dr. Héctor Soto: “Nací en Tucupido, Edo. Guárico el 06-05- 1923, en el seno de una familia humilde. Hijo de Josefa Antonia Soto, tuve cinco hermanos: Rosa, Zoila, Josefa, Garibaldi y Sara. Asistí a la primera Escuela Graduada de Tucupido, la “Narciso López Camacho” hasta el 5to grado, donde tuve valiosos y preocupados maestros por nuestro aprendizaje, a quienes admirábamos por su honestidad y sencillez, signos elocuentes de la pureza de sus almas. He aquí algunos de ellos: Luís Guglieta Ramos, Vicente Arellano, Eleazar Lozano, quien llevó a la Escuela métodos modernos, eliminando la palmeta como medio para el castigo por cualquier falta o travesura propias de la edad y en su lugar estimulaba nuestra estima y formación con sabios consejos. Compartieron conmigo, de 1933 hasta 1938, los bancos de la Escuela apreciados compañeros, cultivando la camaradería y la amistad entre todos. Algunos de ellos: Rafael Celestino Rengifo, Isidoro Mendoza; Emilio y Rubén Carpio Castillo, Rafael Panzarelli, Emma Ponce, Rosa Emilia Armas y otros.

La narración continua así: “Con Celestino Rengifo y el Profesor Lozano conseguimos una imprenta para la Escuela y elaboramos con nuestro esfuerzo y trabajo el primer periódico infantil en Tucupido, titulado El Chiquilín. Como en la Escuela no había sexto grado tuve que trasladarme a Valle de La Pascua para terminar mi educación primaria en la Escuela Graduada Leonardo Infante durante el año 1939, donde tuve la fortuna de encontrarme con un maestro y Director profundamente humano y solidario que me enseñó la mejor disciplina en el estudio y la conducta para ser un buen ciudadano ¡Cuanto le agradezco su empeño! se trata de Alberto I. Padra. Recuerdo algunos compañeros de escuela: Manuel Castro Oropeza, Luis Lasaballet, Isidoro Hernández, uno de los hermanos Flores Díaz y otros.

III. Educación Secundaria. “Terminado el 6to. Grado con un rendimiento óptimo, y como en Valle de la Pascua no había Liceo, me trasladé con mi madre a San Juan de Los Morros en busca de una ayuda-beca para estudiar bachillerato y nos entrevistamos con el Gobernador y su Secretario Aníbal Paradisi. Con una respuesta muy positiva, habida cuenta de la claridad de mi visión futura, la beca fue de Bs. 91 mensual, lo cual me permitió ingresar a una residencia estudiantil y al Liceo Juan Germán Roscio en San Juan de Los Morros, donde permanecí desde el año 1940 al 43, compartiendo con mis compañeros los encantos de la juventud. Recuerdo con mucha deferencia a mis profesores, quienes vertieron en nosotros sus conocimientos: al Dr. Miguel Chacín, Pedro Natalio Arévalo, al Dr. Leal, al Dr. Martínez Villasmil, al Sacerdote Timoteo García de Corpa, a Guillermo Meneses, y al profesor Pineda, entre otros”(..).

Compartían las aulas de clases y/o la Residencia estudiantil, entrañables amigos, difíciles de olvidar: Fernando Alvarado hijo, Fabián Zerpa, Eduardo Toro, Ramón de J. Heredia, Guillermo y Ángel Loreto. Guillermo Dumith, José Inés Pérez, Napoleón Ledezma, David Díaz, Pedro Díaz Seijas y Rubén Rodríguez. Entre ellos hubo uno con quien coseché una sincera y fraternal amistad: Fernando Alvarado Guzmán, hijo, la cual mantuvimos siempre fresca al lado de toda su familia y por toda la vida en especial con sus padres: Don Fernando Alvarado y Misia Aida Guzmán de Alvarado, quienes me brindaron un amor puro, acogiéndome en su hogar como un miembro más de su familia, noble gesto digno de mi eterna gratitud y de la gracia de Dios para esta familia sanjuanera”

IV. Caracas. Estando ya en la Capital dice Héctor Servideo: “Terminado el bachillerato en el Liceo Roscio de San Juan de los Morros, me fui a Caracas a estudiar Pre-universitario en el Liceo de Aplicación anexo al Pedagógico de la capital en el año 1944, allí tuve como profesores a excelentes y exigentes maestros de la docencia: Pérez Rodríguez, Sansón, Arroyo, entre otros. Es bueno recordar que ese año era el filtro exigente no sólo para los estudiantes que venían del Interior, sino para los de Caracas también, por lo cual los que tenían posibilidades económicas emigraban a Valencia. Yo me crecí ante el compromiso y salí adelante. Luego ingresé a la Universidad Central de Venezuela en el año 1945, ese fue uno de los momentos más felices de mi vida, al pensar que un niño veguero de un pueblo llanero, con toda una carga de necesidades, estaba de pié y ante la estatua del Sabio José María Vargas y me prometí a mí mismo, y a los míos, que aprovecharía al máximo la oportunidad que Dios y la Patria me ofrecían. Allí tuve profesores brillantes, verdaderos gigantes de la medicina quienes volcaron sus extensos y profundos conocimientos sobre nosotros, dignos ejemplos a seguir. En los primeros años los profesores José “Pepe” Izquierdo, Montbrun, Pablo Izaguirre, los hermanos Plaza Izquierdo, Rojas Contreras, O´ Dali, Félix Pifano. En la segunda etapa, o de las Clínicas, recuerdo a los profesores Ruiz Rodríguez; al zaraceño Hernández Rodríguez (Bambarito), Pérez Carreño, Blanco Gásperi, al zaraceño Manuel Vicente Méndez Gimón, Pastor Oropeza (Padre de la Pediatría Venezolana), Ernesto Figueroa, Gabriel Trompiz, Méndez Castellanos, Gabriel Barrera Moncada, Espíritu Santos Mendoza y Ernesto Vizcarrondo. Y entre los compañeros de curso mencionaré algunos; Vicente Armas, Josefina Tejeda, Emilio Carpio, Josefina Brington, Alexia Sandoval, Martínez Suárez, Víctor López García, Gustavo Silva, Romero Páez, Ligia Padilla, Luís Cuenca Pérez, Eladio Díaz y Ríos De Vicente.”(..)

V. Penurias de un estudiante. Recordando sus pasantías por 7 pensiones en Caracas, que una de las que le dejó más recuerdos “Fue una pensión situada en las desaparecidas esquinas de Pájaro a Tejar, que considero como la más emblemática de mi vida estudiantil, (pues) era manejada por un hombre rudo, poco afable y de modales carentes de los Consejos de Carreño en su libro de urbanidad y buenas costumbres; la administraba como un feudo que soportábamos con estoicismo los estudiantes de diferentes facultades y empleados y/o oficinistas del comercio y entes públicos. Su interés principal era el provecho económico a expensas del estómago de los comensales. Con esta escasa ración iniciábamos las actividades del día, hasta regresar al almuerzo a ingerir lo que a él se le antojara”. Recuerdo a un paisano guariqueño que compartía esta penuria con el resto de los pensionados, el hoy abogado Dr. Máximo Salazar Carchidio, estudiante siempre vestido elegantemente(..). Continua el Dr. Soto: “Como no podíamos estudiar por las noches, porque argumentaba que “se gastaba mucha luz”, teníamos que emigrar a las plazas públicas cercanas: la del Nuevo Circo, la Henry Clay, la Plaza España y otras. Algunas veces expoliados por el hambre de la media noche un compañero y yo, consumíamos de la nevera todo cuanto podíamos: hasta zanahoria, remolacha, lechuga, etc., todo lo cual despertó la ira del patrón, que así lo llamábamos, y esto lo solucionó encadenando la nevera durante las noches. En otras ocasiones más afortunadas, como estudiábamos en las plazas hasta altas horas de la noche, ocasionalmente se presentaban situaciones muy gratas: se nos acercaban algunas personas alegres bajo los efectos del alcohol y comenzábamos un diálogo más o menos en estos términos: -Hola Br., ¿qué están estudiando? Le respondíamos (que) Medicina. Bonita y noble profesión, -¿De dónde vienen?- Del Llano, -Bonita Región, ¿Y no tienen frío y hambre a estas horas de la noche? De todo un poco, pero estamos acostumbrados...-Ya se lo vamos a quitar vamos al cafetín del Chino de la esquina y allí comerán una tostada, una torta burrera con almíbar, una gelatina o un café, según prefieran. Consumido el contenido de tan generoso gesto, le expresábamos nuestra gratitud más sentida, entonces él se iba con su marcha vacilante y palabreando un monólogo –El llanero será un buen médico para curar a nuestro pueblo. ¡Si señor!- y así se alejaba esa alma generosa y caritativa ante la necesidad del prójimo(..). “Como la pensión también alojaba por 3 a 4 días a comerciantes del interior que venían a realizar transacciones comerciales, se contaba entre ellos un señor de mi pueblo Tucupido: Vicente Morales, quien me distinguió con su afecto y sincera amistad, mutuamente compartida. Cada vez que llegaba a la pensión preguntaba por mí y me decía: Br Soto mientras yo esté aquí Ud. está invitado a almorzar conmigo en el Restaurant “Mesa”, conocido éste por su exquisita comida de distintas regiones del país y en especial de la llanera. Cuando llegábamos al restaurant me decía: escoja lo que quiera comer y cuanto quiera. Invitación ésta que equilibraba la dieta deficitaria cotidiana. Cansado de la rutina de esa pensión y en busca de un mejor ambiente y alimentación, me mudé a casa de un compañero de estudios en la esquina de Torrero, en La Pastora. Al principio sentí el cambio que esperaba, pero a los meses siguió pasando a la rutina anterior, por lo cual me fui a la casa de doña Rosa de Olivares, de Socarrás a Puente Yánez, una familia con fuerte principios religiosos, de acuerdo a mi formación cristiana, pasando allí los 2 últimos años de mi etapa estudiantil. Durante ese lapso conocí compañeros de estudios y empleados públicos en un ambiente cordial y respetuoso. Guardo gratos recuerdos de esa muchachada. Durante ese tiempo realicé pasantías como Bachiller Interno y Residente en el Hospital Policlínico de Los Teques, donde logré experiencias muy valiosas con los Jefes de Servicios: Dres. Yánez, Morillo, Silva Santaella y otros maestros en sus especialidades y generosos en su práctica profesional. Como éstas, fueron muchas las experiencias y anécdotas vividas en esa inolvidable y recordada etapa de mi vida universitaria y con frecuencia en el atardecer de mi vida las evoco (aquí en Maracaibo) para refrescar mi memoria de tan bellos momentos”(..).

VI. El Diploma de Médico. “Por fin llegó el día de la anhelada graduación de Médico el 2 de agosto de 1951 en la promoción Dr. Pastor Oropeza en homenaje a tan honorable Maestro, día en que el Paraninfo de la Universidad Central de Venezuela (hoy Palacio de las Academias), se engalanó para recibir en Acto Solemne a los miembros de la Promoción con las Autoridades Universitarias presidida por guariqueño Rector Julio De Armas y nuestro Padrino Epónimo el Profesor Pastor Oropeza. Se nos invitó a hacer el Juramento Hipocrático y luego a recibir el Título de Médico Cirujano. Trascendental y memorable momento, donde una vez más sentí la bendición de Dios entre coros y cánticos, exaltando la alegría, la felicidad y el amor que palpitaba al unísono en el corazón de mi madre junto al mío, de mis familiares y amigos, lo cual dejó una huella imperecedera en nuestras almas. Al mismo tiempo en mi imaginación sentí la presencia del Dr. José María Vargas que extendía sus brazos hacia mí, con una sonrisa de triunfo y me susurraba al oído: ya eres uno de los nuestros, cumplirás siempre con tu deber, y le he sido fiel a lo largo de mi vida”(..).

VII. Logros médicos, científicos y académicos del Dr. Héctor Servideo Soto. Uno de los mayores logros del Dr. Héctor Servideo Soto y de ejemplo para los Tucupidenses, fue vencer siempre las grandes dificultades ligadas a la pobreza y subdesarrollo presentes en las poblaciones del interior venezolano durante la primera mitad del siglo veinte, que impedía el desarrollo intelectual y humanístico de sus habitantes. Huérfano de padre a los 4 años de edad y de origen humilde, Héctor S. Soto logró con su gran tenacidad e inteligencia manifestada desde su niñez y con el apoyo de su madre, Josefa Antonia Soto y su hermana Rosa Soto, obtener una beca para continuar sus estudios al terminar el 5º grado en Tucupido. Su buen rendimiento académico le permitió conseguir una Beca de la Compañía Creole para realizar sus estudios universitarios en la Escuela de Medicina de la Universidad Central de Venezuela y obtener el Título de Médico Cirujano con excelentes calificaciones, convirtiéndose el 1º de Agosto 1951 en el primer médico nacido en Tucupido.

En Diciembre 1961, se gradúa de Especialista en Puericultura y Pediatría en la Universidad Central de Venezuela, con la máxima calificación de 20 puntos, convirtiéndose en el primer pediatra Tucupidense y, el Título de Doctor en Ciencias Médicas en la Ilustre Universidad del Zulia con la presentación de su Tesis Doctoral el 04 de Marzo de 2001, cincuenta años después de su graduación en la UCV, lo que indica que nunca cejó en su afán de superación.

Durante su vida profesional el Dr. Héctor S. Soto fue considerado por sus colegas y discípulos como un pediatra insigne, porque ejerció la profesión con mucho amor, mística, dedicación y asumiendo con gran responsabilidad a cada uno de sus pacientes aplicándoles los mejores tratamientos en el momento oportuno para lograr su curación. Fue, además, un incansable luchador por la igualdad de sus pacientes más necesitados.

Gracias a sus cualidades científicas y humanas, en Julio del 1977 se convirtió en Profesor Universitario en el Departamento Docente de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia, ganándolo por concurso de oposición y ejerció los cargos de Coordinador de la Cátedra de Propedéutica Pediátrica en la Unidad Docente Hospital Chiquinquirá de la Universidad del Zulia, Profesor de Clínica Pediátrica. En el año 1982 fundó la Unidad Docente Hospital Materno Infantil Cuatricentenario de Maracaibo, coordinándola hasta su jubilación en el 1998.

En Julio de 1978 ganó el concurso de oposición como Jefe de Servicio de Pediatría fundando el Servicio de Pediatría dependiente del Hospital Materno Infantil Cuatricentenario de Maracaibo, cargo que ejerció hasta su retiro por enfermedad en el 2002.

El doctor Héctor Servideo Soto fue nombrado Padrino Epónimo de 4 y Padrino Honorario en 10 promociones de Médicos egresados de la Universidad del Zulia. Asistió durante su carrera médica a más de 120 cursos de Actualización en Pediatría, Jornadas y Congresos presentando trabajos científicos originales sobre el tema en 17 oportunidades. Fue miembro de 7 Sociedades Científicas: fundador y Presidente de la Sociedad Médica de Cabimas, Miembro Honorario y Presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, Filial Zulia, Miembro Fundador y Honorario de la Sociedad Zuliana de Perinatología (AZUPERINAT), Miembro de la Sociedad Venezolana de Infectología y Miembro de la Academia Americana de Pediatría y fue Miembro Fundador del Colegio de Médicos del Estado Zulia

En su matrimonio con la Dra. Haydee Parra de Soto, Héctor Servideo Soto constituyó un hogar con elevados valores éticos, morales y cristianos ejemplo de honestidad, rectitud y responsabilidad, valores que inculcó a sus hijos, a sus discípulos y a toda su familia. Tuvo la oportunidad de recoger sus frutos en sus hijos, familiares y en sus alumnos. Sus 8 hijos obtuvieron títulos académicos con excelentes calificaciones, tres de los cuales Summa Cum Laude: un médico veterinario, una enfermera, una administradora, dos médicos cirujanos, un ingeniero agrónomo, un arquitecto, y un abogado sacerdote jesuita filósofo y teólogo.

El Dr. Héctor Servideo Soto fue un hombre cristiano enemigo de la ostentación y el derroche, buen hijo honrando a su madre y benefactor de toda su familia, hermanos, sobrinos, hijos, y nietos. Fue un hombre amante de la naturaleza y de todo cuanto lo rodeaba: amó el arte, la música clásica, la lectura y las culturas que conoció en sus viajes alrededor del mundo, y nunca olvidó a su Tucupido, pueblo que lo vio nacer el 6 de mayo de 1923 y al cual visitaba frecuentemente junto a su esposa e hijos. Dio ejemplo de honestidad, rectitud, responsabilidad a toda su familia y a quienes le conocieron en el desempeño de su vida hogareña, como pediatra, como profesor universitario y como ciudadano de este país.

Sufrió con humildad y paciencia su larga y penosa enfermedad y falleció rodeado del amor de todos sus seres queridos el 27 de Noviembre 2007, a los 84 años de edad. Su vida fue, es y será motivo de inspiración para familiares, amigos y generaciones futuras de su querido Tucupido, población que estuvo siempre sembrada en sus recuerdos.

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Notas: Estos logros fueron escritos por su esposa y todos sus hijos quienes fueron aportando referencias alusivas a tal fin.

jueves, 24 de junio de 2010

VALLEPASCUENSERÍAS (1)

Manuel Soto Arbeláez


I. La Pascua. A Valle de la Pascua llegó un joven abogado en 1920 para ejercer su oficio. No se había producido aún el reventón petrolero, el 14/12/1922, de un pozo llamado “Los Barrosos” en el Zulia, que traería la llamada fiebre del petróleo y sus royalties derivados. Antes, desde 1913, se venía explorando y perforando pozos que prometían mucho. Después se produjeron subsiguientes eventos relativos a esa actividad que traería un nuevo tipo de riqueza a nuestro país. Desde 1916 se sospechaba por prospecciones hechas que en el Oriente del Guárico, en Monagas, en Anzoátegui y otros Estados de la nación que hubiera en sus entrañas terráqueas grandes cantidades del llamado Oro Negro, al igual que en el Zulia. Sin embargo, desde tiempos de La Colonia se había conservado el principio que toda riqueza mineral subyacente a la corteza o subsuelo era propiedad del Estado. El Libertador Simón Bolívar en todas las constituciones que hizo aprobar conservó este principio que todavía prevalece; pero el ciudadano dueño de los terrenos donde se sospechaba la existencia del hidrocarburo, podía obtener los llamados “royalties”.
Esa es la razón para que Juan Penzini Hernández –natural de Aragua de Barcelona-, viniera a esta ciudad a asesorar legalmente a los dueños de fincas agropecuarias, en el sentido de registrar a éstas ante el Ministerio de Fomento estableciendo las condiciones sobre las cuales las operadoras petroleras actuarían en sus propiedades. Simultáneamente en esta ciudad, en la llamada calle Zaraza, también se estableció el Dr. Rodolfo Moleiro Sánchez Ron con la misma finalidad.
Lo cierto es que Penzini Hernández apenas llegó comenzó amores con una dama de la “Alta” sociedad vallepascuense. Amores que fueron cortados en seco por los padres de la muchacha porque “ese joven no tiene futuro”, lo cual resultó un craso error pues el Dr. Penzini, quien nació en 1897 y murió el 01/07/1974, con el tiempo llegó a ser ministro de la corte suprema, ministro del gabinete ejecutivo y senador en los gobiernos de Juan Vicente Gómez, de López Contreras y de Medina Angarita. Casó, al irse de Valle de la Pascua, primero con Ana Felice y luego con Yolanda Iturbe, con descendencia. Fue hermano del Dr. Pedro Penzini Hernández, casado con María Fleury Cuello; hijos ambos de Rafael Penzini Hernández y de Angélica Hernández Parés. Fueron nietos del corzo Jean Penzini casado en Aragua de Barcelona con María de Jesús Hernández Bastardo.
También nació en Aragua de Barcelona Isidro María Penzini Hernández, y en los libros del presbítero Manuel Acereda Lalinde se anota a Catalino Penzini Hernández, hijo legítimo de Isidro María Penzini y de Celsa Hernández. Del consectario de Aragua se saca que Catalino casó en 1888 con Eloisa Lander Cardier. Del mentado consectario notamos que Juan Rafael Hernández Parés, nacido en 1871, fallecido el 24 de junio de 1950, era casado con María de Jesús Alfaro Penzini, perteneciente a esta familia.
II. Parmana. Jacinto Ramírez de Salazar falleció soltero en Taguay el 21 de julio de 1800, vecino de Conoropa otorgó testamento el 17/12/1797 ante el Justicia Mayor de Camatagua. Fue junto a su hermano –o pariente- don Jacobo Ramírez de Salazar uno de los terratenientes más poderosos de los Llanos Centrales, cuyas posesiones incluían grandes porciones de tierra en Parmana, más la isla de este nombre que se encuentra en el río Orinoco. Conoropa está cerca de San Rafael de Orituco. Allí se fundó en 1585 San Sebastián de los reyes, en jurisdicción del actual estado Guárico. ¿Pero qué relación hay entre estos dos hermanos muertos solteros con el Distrito Infante? Muy sencilla: los terrenos de la parroquia Parmana, que fueron suyos, siempre ha pertenecido a este Distrito, ahora Municipio Infante. De acuerdo a tres artículos que sobre el tema publiqué en la prensa del Guárico en los cuales demostré una relación familiar estrecha entre los Ramírez, Buróz, Tovar, Bañes y Cobeña el hato, inicialmente indiviso, ha sido dividido entre herederos de estas familias, más ventas de lotes que se han efectuado a terceros a finales del siglo XIX y en el siglo XX. El general en jefe don Joaquín Crespo Torres, guariqueño nacido en el espolón de Aragua, fue uno de los grandes terratenientes de la zona. A su muerte las 100.000 hectáreas que allí poseía fueron objeto de embargos y juicios que los herederos perdieron.
III. La Pascua. Pedro Manuel Escobar Irazábal, de los héroes de la batalla de Carabobo con el grado de Capitán, quien testó en 1856 en La Pascua, casó con Obdulia Gutiérrez, teniendo como hijos, entre otros, a Benito, Ricardo, Pedro Manuel y a María Francisca Escobar Gutiérrez. Don Ricardo Escobar Gutiérrez, muerto en 1899, fue amigo del doctor Víctor Manuel Ovalles a quien contaba historias del pueblo donde había nacido en 1828. Don Ricardo fue tío de Pedro Manuel y Gerónimo Escobar Ramírez, ambos distinguidos intelectuales vallepascuenses con obra dispersa en los diferentes periódicos que allí se editaban. Pedro Manuel, de espíritu tranquilo, desarrolló una labor pedagógica y fue funcionario, eterno secretario del Concejo Municipal del Distrito Infante, mientras que Gerónimo tuvo una juventud fogosa, bohemio de buena copa y de buen estilo literario distinguiéndose por su encendida oratoria y su conocimiento de leyes y preceptos. No se conoce descendencia de estos dos ilustres ciudadanos.
IV. La Pascua. En varios artículos de prensa hemos referido la actuación del Dr. Ángel Graterol Tellería al frente de la empresa Venezolana de Inversiones C. A. (llamada popularmente en Valle de la Pascua como la VICA), empresa que construyó los tramos carreteros de esa ciudad a Zaraza y a Santa María de Ipire. A su lado estuvo siempre como su adjunto y administrador el ingeniero civil Rafael Recao Reverón de familias de Angostura, ahora llamada Ciudad Bolívar. Era hijo de Anita Reverón Machado y de Rafael Recao Hermoso, nieto por vía materna de Nieves Machado Siegert, descendiente directa del general José Tomás Machado Contasti, primer gobernador de Angostura y firmante del acuerdo que en esa ciudad se celebró para dar paso al nacimiento de la segunda república; y de Manuel Felipe Reverón Garmendia. Por vía paterna Rafael Recao Hermoso era hijo de Julia Hermoso Tellería, descendiente directo del primer Marqués de Torrecasa. El doctor En Ciencias Físicas y Matemáticas -ingeniero civil- Rafael Recao Reverón contrajo estado con Yollete Maldonado Ponce, con quien vivió parcialmente en Valle de la Pascua mientras duró la ejecución de las carreteras mencionadas. Una de sus hijas nació en La Pascua a principios de los 1940s.
V. Chaguaramas. En el periódico El Voto de Miranda, Nº 54, del 13/10/1898, aparecen unas declaraciones de doña Severa Camero de Belisario, esposa del coronel chaguaramero Antonio Belisario, muerto en 1848 cuando los sucesos en el Congreso Nacional del 24 de enero de ese año, y hermana del general Facundo Camero de la camada de oficiales de la Guerra de la Federación. La señora dice ser de Chaguaramas y que cuando era una niña debió emigrar a Maturín en 1814, huyendo del terrible Boves que poco a poco se iba apoderando del país en llamas. Fueron varias las familias de Chaguaramas y Espino que emprendieron esa odisea, conocida en la historiografía venezolana como “La emigración a Oriente”, capitaneada desde Caracas por el general Simón Bolívar. Uno de los personajes que emigró desde Chaguaramas fue Juana Ramírez, “La Avanzadora”. MSA. E-Mail: manuelsotoarbelaez@yahoo.com Los Libros El Guárico Oriental 1, 2 y 3 en Librería La Llanera, calle Guásco, frente a la plaza Bolívar, Valle de la Pascua.

sábado, 19 de junio de 2010

LONGEVIDAD GUARIQUEÑA

Los cien años de don Justo León


Adolfo Rodríguez

El Liberal del 7 de noviembre de 1843 reporta el caso de María Serafina de la Cruz, de San Sebastián de los Reyes, nacida en 1713. Su fe de bautismo revelando un “extraordinario caso de tanta longevidad en los trópicos y en la condición infeliz de una sierva, la que continuaba en su perfecto juicio y razón hasta ahora poco que cayó enferma con una fuerte calentura y puéstose decrépita”.

Don Justo en uno de sus conucos. Fotografía de Adolfo Rodríguez

Mientras la Gaceta de Venezuela del 1º de septiembre de 1832 registra el caso de Antonio Rodríguez, natural de Villa de Cura, nacido en 1726, y su esposa Paula Custodia Pereyra de igual pueblo y diez años menos, casados en 1758, Ancianos ya cuando se declaró la Independencia. El periodista anota que “parecía natural que personas de tan avanzada edad quedasen apegados el 19 de abril a las instituciones españolas”. Pero ambos se identificaron con la revolución y cuando hubo que emprender el gran desarraigo de 1814, ante las bravas polvaredas del llano, emigraron a Oriente, tras el demacrado rostro del joven Bolívar. Y a pie. El de 88 años y ella de 78. Retornaron y pasando Paula en 1828 de San Juan de los Morros, con otra señora de 60 años, estando el río Guárico crecido, se ahogó la más joven, sobreviviendo Paula con sus 92 años gritando y asida de una rama. Antonio murió a los 106 años, con toda su robustez montando a caballo, intactos los sentidos y la lucidez.
¿Acaso hay una clave, en estas tierras del Guárico y el sur de Aragua, para sobrevivir más allá de las expectativas?
Don Claudio Sánchez cumple 110 años en 1979 en Altagracia de Orituco trabajando con una carreta. No bebía ni fumaba y nada lo agitaba según reportaje del periodista Víctor Pérez Pérez.
Valentín Requena alcanza cien en 1991 y de acuerdo con el periodista Ali Almeida, gracias a una fórmula de caldo de caraotas con arroz
Y ¨La abuela de San Juan” como la llamo Almeida en El Nacionalista del 9 de noviembre de 1980, a Doña Dominga Muñoz de González, celebraba 126 en su residencia familiar de la Calle La Gloria del sector La Morera de San Juan. Falleció tres años después en San Rafael de Orituco, donde había nacido el año en que el Presidente Monagas abolió la esclavitud. Como otras niñas del interior venezolano se forma en el recio trabajo campesino, pilando, planchando, cocinando, hilvanando la ropa con qué vestirse a sí misma y a los suyos. Supo, pues, de las revoluciones, cautiverios, pestes, cataclismos: ¨He visto tanto que ya casi no veo¨.
Antonio Ratia explica a Manara (1985) que “en ese entonces duraba la gente¡ Por lo menos, la señora llamada Doña Antolina Matos –que esa fue aya del Dr. Lazo Martí- murió aquí de cientodoce años.¡Figúrese¡ Aquí en Calabozo¡“,
Ahora es don Justo León, zaraceño, a cuyo centenario están invitando hijos, nietos, bisnietos, tataranietos y choznos, este viernes 18 de junio del 2010, en Zaraza, con tanta claridad de vista y mente que ha comentado acerca de las características de una tataranieta que tiene en Europa. Fue conuquero, arreador de ganados y hombre de parrandas y garrotes, Es nativo de El Corozo, cerca de Zaraza y cifrando los noventa años nos dijo:
-Yo soy viejo bastante e verdad. Estoy dominao por los años.
Aunque jamás hemos visto esa actitud vencida en él ni siquiera ahora que volvimos a entrevistarlo acercándose a su primera centuria. No se resigna a templar el cacho, tal es la lucidez que le permite relatar hechos que se extienden más allá de mantiene de su nacimiento y un organismo lo suficientemente sano como para comer de noche cachapa con cochino frito.
Por chanza, presumimos, dijo una vez que él era fumador, tomador de caña, peleador, mujeriego y vagabundo. Y muchas cosas más como puede aún contar:
- Dios me dio ese poder
No es el único bendecido por la longevidad en tales mundos. Y entre sus familiares, cuenta que sobrepasaron los cien por El Cujial:
Justo y Visitación Mendoza hasta los 115
Justo Mendoza, quien sólo se bañaba si llovía porque “la cáscara guarda el palo”,
Tomás Ramón Mendoza 110, a quien le salió costra en los pies
La abuela de don Justo: Victoria Toro y los hermanos de ésta -Dionisio y Teodoro- que superaron los 100
Y más allá del Cujial, Pedro Aguilar, la misma edad-
Y hacia la Calceta, La Yegüera, por Masaguaro, Avelino Machado, hijo de Jesús Toro Balza y de Obdulia Machado, hasta los 110 años.
Y en Las Delicias, Lino Toro mas de cien
Habiendo conocido a Lino Castro, en Las Mulas, centenario también y a Fabián Maza de 120, quien decía haber combatido al lado de Bolívar.
Y a José Inés Pimentel, de la guerra de independencia también, nativo de Coro y fallecido en la quebrada de Ipire a los 120.
Los saldos de una inteligencia que quizá persiste en esos montes

domingo, 13 de junio de 2010

SAN JUAN DE LOS MORROS, 24 DE NOVIEMBRE DE 1965.

Carmen Sierra









Entre los actos conmemorativos del 184ª aniversario del nacimiento del Ilustre humanista Don Andrés Bello, el Ejecutivo del Estado Guárico, en acatamiento a disposiciones específicas de la Moral Social y del espíritu de interpretación de la realidad político económica del país, celebrara varios actos de transcendencia ejemplarizante. En primer lugar el Dr. Alberto Bustamante, Gobernador del Estado, decretó la Creación de las Casas de la Cultura de San Juan de los Morros Distrito Roscio y Zaraza Distrito Zaraza, considerando en las mismas condiciones y el mismo nivel la Casa de la Cultura de Valle de la Pascua, la cual por iniciativa privada funciona desde hace algún tiempo.
Como es de vital importancia para el desarrollo cultural del Estado divulgar el pensamiento escrito de los más altos representantes de las letras, las ciencias y las artes, y como es de saber de las instituciones oficiales destacar los valores espirituales e intelectuales de la región, dentro de cuyo aspecto está el ejercicio de las letras por parte de densos sectores del conglomerado guariqueño, que ha dedicado su esfuerzo a la ingente tarea intelectual y cuya obra merece ser difundida por medio del libro que sirve de perdurable testimonio de cultura, el Gobierno Regional decretó la Creación de la Biblioteca de Temas y Autores Guariqueños, la cual será integrada por obras especificas sobre tópicos fundamentales para el conocimiento de la región y del país. De cada título seleccionado se editarán 2000 ejemplares que, de acuerdo con las conclusiones de la primera reunión consultiva de directores de Educación y Cultura, se les asignará un precio en el mercado, por mínimo que sea, cuyo desembolso al mismo tiempo que no se opondrá a la mayor difusión estará rubricando la valoración de los mismos. De acuerdo con el Director de Educación y Cultura Dr. Juan Guzmán Jaramillo, y después de consideraciones positivas por parte del Dr. Alberto Bustamante y del Sr. Juan Balbi Medina Secretario General de Gobierno, planteó como imprescindible la edición de las obras completas de Juan Germán Roscio, para iniciar la colección. En cuatro tomos, y con prólogo del Dr. Arturo Uslar Pietri y acotaciones bibliográficas del Prof. Pedro Grases, deberá aparecer este título en la segunda quincena del Mes de Marzo del año venidero. Otro de los puntos que ha merecido el aplauso general dentro de este aporte al desarrollo cultural en el Guárico, esta el decreto sobre la creación de la Biblioteca Pública del Estado, como una de las necesidades mas resaltantes dentro de todo conglomerado dispuesto a un amplio enfoque de los problemas culturales de la patria y considerando que la realidad socio político económica del país, nos obliga a cumplir especificas funciones culturales desde todos los ángulos, y hacia todos los horizontes, siendo para ello necesario e indispensable la difusión de los conocimientos en el mayor numero de personas.
Otro decreto se refiere a la instalación del Museo Histórico del Estado, en acatamiento a que una de las finalidades primordiales de los centros de cultura es el hacer presente a las generaciones de hoy, los heroicos esfuerzos de nuestros antepasados, así como señalar la riqueza de nuestro acervo histórico cultural, en razón de que los símbolos y las reliquias de la patria deben guardarse en sitio preferente a la vista del público, para crear mística nacionalista y fomentar el concepto pedagógico de patria.
Otra disposición del Ejecutivo Regional es referente a un decreto que con fecha 10 de noviembre de 1964 dictó el entonces gobernador del Estado, ciudadano Ricardo Montilla, en relación a la creación de las Medallas Lazo Martí Julián Mellado como premios respectivamente, para adjudicarse cada año a aquellos guariqueños que en el ámbito cultural sean o se hagan dignos de exaltación, o en lo deportivo hayan desarrollado con relieve de héroes. Por decreto ejecutivo se modifica el texto del articulo primero del dicho decreto en lo relativo a la Medalla Lazo Martí, y se consideran acreedores a tan alta distinción a aquellos venezolanos que cumplan o hayan cumplido las faenas extraordinarias en beneficio de la cultura en general. Se establecen categorías especificas en la conformación de las mencionadas medallas, concretamente en lo que respecta a la Lazo Martí la cual tendrá tres denominaciones: 1ra. Clase Oro, 2da Clase Plata, y 3ra Clase la de Bronce. Las características de dicha medalla serán: En el centro el Escudo del Estado Guárico con una dimensión de 2.5 en el eje vertical y de 2.4 en el horizontal, entre un circulo de 3 centímetros de diámetro. Dicho circulo ira dentro de otro de 4 centímetros el cual tendrá una faja de 1/2 centímetros de ancho en la cual irán grabados los siguientes títulos: En la parte Superior Central Guárico, y en la parte inferior, y a ambos lados del eje vertical Lazo Martí. Este ultimo circulo ira montado sobre el contorno de un sol de 8 rayos, cada uno en forma triangular, teniendo cada triangulo dos lados de 1.4 centímetros. El escudo del Guárico estará sobre un fondo azul pálido y al relieve. La fecha para la adjudicación de esta distinción será el día 14 de Marzo de cada año, aniversario del nacimiento del eximio poeta autor de la Silva Criolla.

lunes, 7 de junio de 2010

ARVELÁIZ / ARBELÁEZ / ARVELAEZ… UN APELLIDO VASCO MUY EXTENDIDO EN TUCUPIDO Y EL ORIENTE DEL GUÁRICO

Ponencia presentada en el II ENCUENTRO DE HISTORIADORES Y CRONISTAS
CONMEMORACIÓN DE LOS 250 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DEL PUEBLO DE INDIOS DE SANTO TOMÁS DE TUCUPIDO Tucupido – Estado Guárico, 20 y 21 de mayo de 2010

DR. FELIPE HERNÁNDEZ G.
PROFESOR TITULAR. UNESR



En nuestro ya largo ejercicio profesional como profesor de educación media primero y superior después, en lo que refiere al Oriente del Guárico, especialmente a las poblaciones de Tucupido, Valle de la Pascua y Zaraza, entre quienes han sido nuestros discípulos, el apellido Arbeláez o Arveláiz, escrito de diversas formas y maneras, se repite con inusitada frecuencia, lo que indica que son muchas las familias portadoras de este apellido y que su vinculación con la subregión ha determinado una identidad. Tal premisa la podemos comprobar con solo revisar las guías telefónicas de las prenombradas ciudades guariqueñas.
Como es sabido, el apellido es el nombre antroponímico de la familia con que se distingue a las personas, y la antroponimia u onomástica antropológica es la rama de la onomástica que estudia el origen y significado de los nombres propios, incluyendo los apellidos.
Con estas premisas como referente, exponemos que Arveláez, Arbeláez, Arvelaiz, y otras grafías, es un apellido de origen vasco, en cuya lengua se escribe y se pronuncia Arbel-Aitz. Expresión que tiene dos significados, a saber: 1) Árbol frondoso, y 2) Piedra de pizarra o simplemente pizarra. La castellanización de la palabra Arbel-Aitz lo convirtió en Arbeláiz, porque en lengua vasca no existe el sonido "V" o “UV”, y está incluido entre los llamados apellidos toponímicos porque derivan del nombre del lugar donde vivía, procedía o poseía tierras la persona o familia asociada al apellido. Muchos se encuentran precedidos de la preposición "de", "del", "de la" o simplemente son gentilicios. Merece destacarse, que los apellidos toponímicos son muy numerosos en español especialmente los apellidos navarros y vascos, en particular aquéllos que siguen a un sobrenombre. Supuestamente los primeros arvelaez provienen de familias nómadas o gitanas, específicamente del pueblo de bolivar. Asentándose en el País Vasco, primordialmente en Guipúzcoa, y específicamente en la ciudad y municipio de Irún.
Admiten los tratadistas como un solo linaje las diversas grafías del apellido, con casa solar de Arbelaez, según consta en el expediente de pruebas de nobleza de un Caballero de la Orden de Santiago, de este linaje, cerca de Bidasoa, a media legua de Irún – Guipúzcoa, donde fundaron el Palacio de Arbelaiz, cerca de la plaza de San Juan. Otras casas de Arbelaez, dimanadas de la de Irún, se radicaron en las proximidades de la villa de Motrico y en el valle de Oyarzun también en Guipuzcoa. De ahí pasaron a Vizcaya, Sevilla, Colombia y Venezuela.
Geográficamente la ciudad de Irún está situada al Noreste de la provincia de Guipúzcoa, en la depresión sublitoral de la desembocadura del río Bidasoa que históricamente ha hecho de frontera natural entre España y Francia, río que a su vez, desemboca en el mar Cantábrico en la bahía de Txingudi. Pertenece al partido judicial de San Sebastián. Se encuentra rodeada de montes, destacando el macizo granítico de Peña de Aia, formado durante la Era Primaria; Jaizkibel de arcillas de la Era Terciaria, así como los montes de Erlaitz y San Marcial, de donde descienden regatas que fluyen al Bidasoa. Ocupa una extensión de 42,8 Kilómetros cuadrados, sobre una altitud de 5m sobre el nivel del mar. Por su situación geográfica es una ciudad abierta, lugar de encuentro y de paso y también ideal para instalarse.
El origen de Irun se remonta a la época prerromana, según testimonio del historiador Estrabón y otros historiadores romanos que hacen referencia a Oiasso, una de las ciudades de los vascones y que excavaciones recientes han puesto al descubierto en diferentes zonas de la ciudad, entremezclados con el asentamiento romano, en el entorno de la parroquia del Juncal y de la ermita de Santa Elena.
El topónimo Irun, significa la ciudad, lo que denota el carácter protagonista que ésta desempeñó en aquellos tiempos; aunque no existe constancia desde cuando se llama así. En el siglo XVII, un personaje muy célebre a quien se considera uno de los primeros portadores del apellido, fue don Juan de Arbeláez, del castillo de Irún, quien ya muy longevo, en 1640, testó y fundó un mayorazgo.
Si invocamos el uso de la palabra genearca, entendida como la persona cabeza de una familia o clan que deja una abundante descendencia, y por extensión llamando así al fundador de un linaje o apellido en un determinado país o zona geográfica. El genearca del apellido Arbeláiz en Venezuela fue don Juan Bautista Arbeláiz Altuna y Legarra Eleizalde, por cuanto fue él, el primer portador de ese apellido que vino a esta tierra de gracia.

DON JUAN BAUTISTA ARBELÁIZ ALTUNA Y LEGARRA ELEIZALDE nació en Irún hacia el año de 1740 y vino a Venezuela con la Compañía Guipuzcoana en 1758, cuando contaba con 18 años de edad, su paisano don Joan Manuel de Berroeta, también vasco, lo llevó al Oriente del Guárico, específicamente a Santa María de Ipire y en el año 1764, lo casó con su hija Rita Berroeta del Peral, con quien procreó ocho hijos.
Don Joan Manuel de Berroeta había venido a Venezuela a principios de la tercera década del siglo XVIII como funcionario de la Compañía Guipuzcoana en los almacenes de San Sebastián de los Reyes y San Rafael de Orituco; en Altagracia de Orituco, se casó con Mariana del Peral Guedes Ábila Feria, hacia el año 1735. Su primer hijo nació en Chaguaramal de Perales (hoy Zaraza) en 1737, se llamó Miguel Francisco Berroeta del Peral. Lo que indica que de Santa María de Ipire se expandieron hacia Zaraza y Aragua de Barcelona, puesto que la hija mayor de Juan Bautista Arbeláiz Altuna y Legarra Eleizalde y Rita Berroeta del Peral, de nombre Gracia Feliciana Arveláiz Berroeta fue casada con Pedro Amparan y Orbe, hermano de don Vicente Emparan y Orbe, el gobernador que renunció en el balcón del Cabildo de Caracas, ante el rechazo del pueblo el 19 de abril de 1810, diciendo: “Si ustedes no quieren mi mandato yo tampoco quiero mando”.
Apunta Manuel Soto Arbeláez (2010) lo siguiente: En verdad la feracidad de las tierras unareñas ejercía una atracción irresistible sobre los vascos españoles venidos a América con la Compañía Guipuzcoana. Era el verdor, y la fertilidad, un imán para esos hombres acostumbrados a las estrecheces de las heredades del mayorazgo milenario que imperaba en las vascongadas. No podía haber futuro en paños de tierra tan labrados a través de los siglos, con el hermano mayor ejerciendo una dictadura tutelar de por vida. Euzcadi era insoportable para un joven ambicioso, para un soñador, para un hombre emprendedor. Ese aletargamiento hizo que en 1758 el vizcaíno se alistara en la nomina de la compañía concesionaria de la administración de las rentas portuarias venezolanas, embarcándose en busca de la tierra feraz prometida, tras un futuro seguro por conquistar.
Primero hizo de burócrata en oficinas de la compañía en La Guaira y Caracas. Desde esta última se encaminó primero a San Sebastián de los Reyes y posteriormente, ya independiente al Orituco, para emprender viaje hasta la zona mesopotámica que forman los ríos Ipire, Unare y Quebrada Honda, hacia el antiguo asiento poblacional de San Miguel de la Nueva Tarragona en el Batey, según denominación que Joan de Orpín diera a esas tierras, como hemos anotado.
En la cuenca del Unare y especialmente en Aragua de Barcelona y en Chaguaramal de Perales comienza a desarrollarse y a expandirse este apellido. Diferentes distorsiones lo han hecho devenir en diversas acepciones, a saber: Arveláiz, Arveláez y Arbeláez, Arvelae, Arvelaes, Alvelais, Alvelaes, etc.
Juan Bautista llega a Chaguaramal firmando como “Arueláiz”, como puede verse en un poder que le confirieron los habitantes de Santa María de Ipire al Pbro. José Vicente Machillanda, para que solicitara la creación del curato para el sitio de Chaguaramal del Batey, como desmembración del de Santa María. La costumbre de firmar con una V -uve para los españoles- o con la U, era muy frecuente en tiempos de la Colonia, por que su sonido era común. Esto hace que el uso del apellido con la V sea, actualmente, la mayoritaria en Venezuela, a diferencia de España, Colombia y el resto de América, donde el uso predominante es con la B, como debería ser. En todo caso, todos los que llevan este apellido en nuestro país -a excepción de los de Barquisimeto, que vienen de Colombia-, son descendientes de este español oriundo, posiblemente, de Irantzu-Irún, (Guipúzcoa), o de Motrico-Oyartzun, (Vizcaya), sitios donde él abunda.
Los hijos de Juan Bautista y Rita Ignacia, fueron:
1. Manuel Antonio Arveláiz Berroeta, (MAAB) sacerdote en 1786, no tuvo sucesión. (1765-1822)
2. Juan Bautista, primero fue sacerdote. En 1789 ahorcó los hábitos clericales para casarse en Valle de la Pascua en 1796 con Merced Álvarez Arzola. Padres de Cipriano Arveláiz Álvarez de los primeros asentados en Agua Negra, caserío ubicado entre Tucupido, Santa María de Ipire y El Socorro. Allí tuvo una hacienda llamada Mayalito.
3.- Bárbara Arveláiz Berroeta. Casó con don Francisco Hernández, (1798). Fue una de las primeras familias asentadas en El Socorro.
4. Pedro Vicente Arveláiz Berroeta c/c María Feliciana Apodaca y Vargas Machuca, su parienta en tercer grado de consanguinidad. Fue de los primeros en asentarse en Agua Negra.
5. Gracia Feliciana (Graciosa) Arveláiz Berroeta. Casada con don Pedro Amparan, iniciador de este linaje en Aragua de Barcelona.
6. Miguel Francisco Arveláiz Berroeta. Casado en Aragua de Barcelona, en 1806, con doña Josefa Francisca Chacín y Escala. En algunos documentos doña Josefa aparece como Chazzín. De allí vienen los Amparan (Emparan y Orbe), Parés, Lander, Montbrun, Gago, Baca, entre otros apellidos del Oriente del Guárico y de Venezuela.
7. Juan Evangelista Arveláiz Berroeta. No se le conoce sucesión.
8. José Antonio Arveláiz Berroeta, (JAAB), también conocido como “Pepe”. Primero cura (entre 1796-1809). Ahorcó los hábitos clericales y se casó en 1812 con Josefa (Chepa) de Toro, en Aragua de Barcelona. Nació en 1773, en Chaguaramal del Batey.
De esta estirpe provienen todos los portadores de este apellido en el Oriente del Guárico y en muchos sitios de nuestro país y del exterior.
Para concluir, les presento un poema escrito por escritor colombiano Jotamario Arbeláez, que es una alegoría al devenir de esta estirpe, se titula:

ANTEPASADOS
Mis antepasados entraron a sangre y fuego en América conquistando y arrasando.
Mis antepasados se defendieron con los dientes de esta invasión de bárbaros.

Mis antepasados buscaban el oro para cuadrar las arcas de sus monarcas y saciar sus propias sedes.
Mis antepasados ocultaron el oro de sus ritos al sol bajo tierra y bajo las aguas.

Mis antepasados nos robaron la tierra.
Mis antepasados no pudieron recuperarla.

Cómo siento en el alma no haber estado en el cuerpo de mis antepasados.

¿De parte de cuál de mis antepasados me pondré contra cuáles?

REFERENCIAS
ARBELAEZ, Jotamario. (2008): Antepasados. Publicado en: Prometeo.
Revista Latinoamericana de Poesía. Número 84-85. Julio de 2008.

BERGASA, Víctor, Miguel Cabañas, Manuel Lucena Giraldo, y Nikita Harwich Vallenilla. (2009): ¿Verdades cansadas? Imágenes y estereotipos acerca del mundo hispánico en Europa. París – Francia: Publicaciones Nuevo Mundo. Colección Historia. Nuevo mundo - mundos nuevos / Nouveaux mondes - mondes nouveaux. http://www.mascipo.fr/Nuevo-Mundo-Mundos-Nuevos.html.

BLOCH, Marc. (1975): Introducción a la Historia. México: Fondo de Cultura Económica.

DE ARMAS CHITTY, J. A. (1983): Zaraza: biografía de un pueblo. Caracas: Academia Nacional de la Historia.

FEBVRE, Lucien. (1975): Combates por la Historia. España: Editorial Ariel.

GONZÁLEZ CHACÍN, Julio José. (2010): Emparan y Amparan. Domingo, 1 de octubre de 2010, en:
juliogonzalezch@gmail.com

SOTO ARBELÁEZ, Manuel. (2010): Arbeláiz, Arbeláez, Arvelaéz. Jueves, 6 de mayo de 2010, en:
manuelsotoarbelaez@yahoo.com

SOTO ARBELÁEZ, Manuel. (2010): La ambición le salía por los ojos. En: El Guárico Oriental IV. (Mimeografiado).

SOTO ARBELÁEZ, Manuel. (2006): Palacio de Arbeláiz en Irún Guipúzcoa, España. San Juan de los Morros: Diario El Nacionalista, 31 de mayo de 2006. p. 5.

domingo, 6 de junio de 2010

Dos médicos orticeños

José Obswaldo Pérez


A LO LARGO de su historia local, Ortiz ha contado con profesionales de la medicina. Una referencia histórica es la presencia de dos médicos y cirujanos oriundos de esta localidad que ejercieron su profesión en el pueblo que los vio nacer en el siglo XIX. El primero de ellos se llama José María Graterol Matute. Nació en 1841, en el seno de una modesta familia integrada por el ganadero don Gabriel Graterol y doña Ynes María Matute. Curso estudios de bachiller y licenciatura en medicina y se gradúo de doctor en la Universidad de Caracas (como se denominaba en ese entonces, a la hoy UCV), el 22 de Octubre de 1864. Casó con la joven Obdulia Hernández Hernández en 1865, con descendencia.
El doctor José María Graterol fue una figura importante en la historia política y cultural de Ortiz. Fue designado médico residente de esta localidad por el ministerio de Relaciones Interiores, el 15 de julio de 1879. El gobierno lo postuló para atender a los enfermos de paludismo, asignándosele una remuneración de 100 bolívares. El doctor Graterol acepto "gustosamente" su postulación, respondida en una carta a la Secretaría del Ministerio del Interior, el 19 de julio de ese año. A la aceptación del cargo, agrega el joven galeno que parte de su salario como médico se lo cedería "... al socorro y alivio de la parte menesterosa de esta población”.
El doctor José María Graterol fue un individuo progresista, miembro del partido liberal y hombre cercano al general Joaquín Crespo Torres. Combinó el ejercicio de la medicina con el periodismo. Fue fundador de El Eco del Guárico, en junio de 1875. Una publicación de interés político-literaria, la cual contaba entre sus redactores con el doctor Manuel Alvarado y el general José Ramón Núñez.
Como político, el doctor Graterol fue diputado por Guárico del Gran Estado Guzmán Blanco. Murió en su pueblo natal, el 15 de septiembre de 1891. Fue, en esencia, una preclara figura que cumplió su profesión con fe lugareña.
Otro médico orticeño, pariente del anterior, fue don Eladio Simeon (Simón) Matute Matute. Hijo de don Vicente Matute Acosta y doña Juliana Matute. Nació en Ortiz en 1858 y casó con doña Guadalupe Cisneros, en 1883, con descendencia. Se graduó en la Universidad Central de Venezuela de Doctor en Medicina, en Julio de 1876. Antes había rendido exámenes en la misma universidad como Bachiller y Licenciado en la misma ciencia.
Fue un médico muy reconocido en los círculos científicos, especialmente en la Sociedad de Ciencias Físicas y Naturales de Caracas.
Fue dueño en Guardatinajas de la posesión Las Animas, cerca de San José de Tiznados, tierras que fueron heredadas de su padre don Vicente Matute. Formó parte de los hombres de liberalismo local; una figura pública trascendente en la historia de Ortiz. Fue diputado por el estado Miranda, junto con su paisano el general y doctor José Ramón Núñez, en 1893.


Bibliografía

Archivo General de la Nación. Interior y Justicia. t. CMXCV.f.142

BOTELLO, OLMAN (1994): Para la Historia de Ortiz. Ortiz: Publicaciones de la Alcaldía.

Colmenárez ARREAZA, Guillermo y otros (2008). Doctores en Ciencias Médicas egresados de la Universidad Central de Venezuela desde 1785 – 2007. Colección Razetti. Volumen VI. Caracas: Editorial Ateproca.p.87-408.

PEREZ A, JOSÉ O (1987, 15 Septiembre): El periodismo en Ortiz. San Juan de los Morros: El Nacionalista, p.21

UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA (1907). Anales de la Universidad Central de Venezuela. Volumen 17, Número 3

Texto e imagen tomado de http://fuegocotidiano.blogspot.com/2010/06/dos-medicos-orticenos.html

sábado, 5 de junio de 2010

RECUERDOS DE MI VIEJO SAN JUAN

EL PARTIDO COPEI EN SAN JUAN DE LOS MORROS

Carmen Sierra
Investigadora de San Juan



El Comité de Organización Política Electoral Independiente se fundó oficialmente en Caracas el 13 de Enero del año 1946, y sus principales líderes fueron Rafael Caldera, Pedro del Corral, Lorenzo Fernandez, José Antonio Pérez Diaz, entre otros. Tuvo su origen en la Unión Nacional Estudiantil , que posteriormente derivó en Accion Nacional; una organización destinada a combatir la Hegemonía Ideológica del Socialismo Marxista. Su base ideológica eran las organizaciones laicas, vinculándose con importantes organizaciones católicas. Entre sus ideas centrales eran: Promover el rechazo al comunismo y consideraban la educación como objeto central. Y opinaban a su vez, que el pueblo era el motor capaz de conseguir la armonía de clases y de fomentar el progreso, corrigiendo los abusos del capitalismo.
En los Archivos de Copei de San Juan de los Morros estado Guárico, existe el Acta de la Asamblea Constitutiva del Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI) Seccional de San Juan de los Morros, Distrito Roscio del Estado Guárico, que relata lo siguiente:
En la población de San Juan de los Morros a los 27 dias del Mes de Abril de 1946 , reunidos los suscritos en la casa de habitacion del Sr. Antonio Scott Power, con el fin de constituir el Comite de Organización Política Electoral Independiente (COPEI) Seccional de esta ciudad, se dio comienzo al acto, asistiendo una comisión del Comité Central de Caracas integrada por los doctores Pedro del Corral, C. Aza Sanchez, Marco Antonio Angeli y Daniel R. Scott (hijo) Bachilleres pertenecientes a la Fracción Universitaria de Caracas. La reunión fue presidida por el primero de los nombrados, quien tomó la palabra para explicar el objeto e ideales de dicha agrupación, hecho lo cual, le dio lectura a las bases y estatutos del COPEI y puestos estos en consideración de los concurrentes fueron aprobados por unanimidad. Seguidamente se procedió a la Elección de la Junta Directiva de esta Seccional la cual quedó constituida de la siguiente manera: Luis Arévalo Cedeño Presidente, Jesus Herrera Vice Presidente, Antonio Scott Power Secretario General, Juan F. Fontaines Secretario de Finanzas, Pedro José Rodríguez Secretario de Acercamiento Rural, Leopoldo Palacios y Ramon E. Macero Secretarios de Acercamiento Obrero, mientras que la Señora Alicia de Scott Power Secretaria de Acercamiento Femenino y el Sr. Porfirio Torres Secretario de Propaganda. Resultaron electos para vocales los Señores José R. Ron Morales, Gilberto Corro, José Isidro Gómez, José Antonio Prieto, Pedro José Luna y Joaquín Gómez.
Los miembros de la Junta directiva nombrada aceptaron dichos cargos y prometieron cumplir con los deberes que les incumben por los estatutos y bases del COPEI. El Dr. Pedro del Corral, como director del debate en esta asamblea, pronunció las palabras de clausura del acto. Se leyo la presente acta, y estando todos conformes la firman seguidamente. Se acordó pedir la legalización correspondiente .-
Dr. Pedro del Corral, Dr. C. Aza Sanchez, Bachiller Marco Antonio Angeli, Bachiller Daniel R. Scott hijo, L. Arevalo Cedeño, Jesus Herrera, Antonio Scott Power, Juan Fontaines, Pedro Jose Rodríguez, Leopoldo A. Palacios, Alicia de Scott Power, Porfirio Torres, Ramón E. Macero, Gilberto Corro, José R. Ron Morales, Florencio Cabrera, Jose A. Prieto, José I. Gómez, Daniel Rodríguez, Ramón Ojeda, Pedro J. Luna, Joaquin C. Gomez, J. C. Ramirez, Cristobal Lovera, Pedro Dorta, Roseliano Mendez, G. Camero Lima, Anselmo Hernandez, Pedro C. Chacín, Antonio Jose Abreu, Carlos Ceballos, Vicente Quintana C., Rogelio Linares, Trino Utrera, David Oliveros, Jose Trujillo y Eugenio L. Ceballos.
Estados Unidos de Venezuela.- Estado Guarico. Secretaría General de Gobierno. Direccion de Política.- San Juan de los Morros 4 de Mayo de 1946.- Año 137ª y 88ª.- Nª P. 62.-

RESUELTO
Por cuanto los ciudadanos Luis Arévalo Cedeño y Antonio Scott Power Presidente y Secretario General, respectivamente de la Seccional del Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), en escrito fechado en esta poblacion el dia 2 del corriente mes, solicitan del ciudadano encargado de la Presidencia del estado la autorización necesaria para el funcionamiento de el C.O.P.E.I en esta entidad federal.
Por cuanto aparecen cumplidas las exigencias establecidas por el artículo 16 de la ley para garantizar el orden público y el ejercicio de los derechos individuales; y examinados el programa y los estatutos de la mencionada organización, se encuentra que no incluyen actividades ilícitas, el ciudadano encargado de la presidencia del estado,de conformidad en lo dispuesto en el artículo 17 de la mencionada ley, concede la autorizacion solicitada por la referida Seccional del Comite de Organización Política Electoral Independiente (COPEI) quedando dicha organizacion sujeta a las disposiciones que rigen la materia. Comuníquese y publíquese.- Por el ejecutivo del Estado, el encargado de la Secretaria General,.
(L.S.) Diogenes Crespo Gonzalez
Nota: El suscrito, hace constar aquí que la copia de autorizacion para el legal funcionamiento del partido COPEI en el estado Guárico es un fiel trasunto del original que aparece publicado en la página 7676 de la Gaceta Oficial del Estado Guárico del mes de Mayo de 1946. Tambien explica, que el Señor Ricardo Montilla era a la sazón el Presidente del estado y el Dr. Miguel Toro Alayón el Secretario General y Crespo Gonzalez era el Director de Politica. San Juan de los Morros, Enero 13 de 1971. Firma Coofundador de COPEI Tito Sierra Santamaría.

SAN JUAN DE LOS MORROS: ENCRUCIJADA DEL CAMINO

Ponencia leída en el Primer Encuentro de Cronistas, Historiadores e Investigadores en el marco de la celebración de los 230 años de la Parroquia Eclesiástica de San Juan de los Morros. Casa de la Cultura Victor Manuel Ovalles. 28 de mayo del 2010


Reinaldo Peña Chacin
Coordinador de InterculturalidadMunicipio Escolar Nº 1
Activador de Misión Cultura
Municipio Juan German Roscio


Los valles del centro del país y las dilatadas llanuras que se ubican al sur del territorio nacional, una meseta de 340 mts de altitud, que le asegura temperatura bonancible; un paraje circundado de serranías, entre las cuales los cerros Pariapan y Santa Rosa cumplen funciones de regulador del clima local, según apreciación de Humbolt, una encrucijada de caminos interioramos, frente a la sin par arquitectura de los Morros, con un río de aguas cristalinas alimentado desde la Guaiquera, la proximidad de los pueblos de San Sebastián de los Reyes, de la Villa de San Luís de Cura y de Santa Catalina de Siena de Parapara, permiten, el surgimiento de una comunidad llamada San Juan.San Juan de los Morros ha sido ciudad fraguada en el tiempo con características muy particulares, no tuvo fundador. Es un pueblo de formación espontánea, de una ranchería minera en el siglo XVI a una ciudad universitaria en pleno siglo XXI.
Bien lo dijo el Dr. Luís Acosta Rodríguez en el discurso conmemorativo de los dos siglos de la Parroquia Eclesiástica de San Juan de los Morros (cito).
Desde aquellos días, de fines del siglo XVI, cuando el señuelo de un filón aurífero atrajo el interés hacia esta zona, comenzó a existir el pueblo, pues sobre el área de tierras comprendidas entre los Morros, que en lengua indígena llamaban Paurario, hasta el lugar designado como Tucunuma, el gobernador Provincial Diego de Osorio otorgó títulos de propiedad al célebre personaje conquistador Garcí González de Silva, y desde entonces, aparece por primera vez mencionado el río San Juan, la mina San Juan, y todo el lugar aledaño se engloba bajo el nombre genérico de sitio de San Juan. (1).
1) Luís Acosta Rodríguez –Discurso conmemoración Dos Siglos de San Juan de los Morros como Parroquia Eclesiástica – 1980 – Pág. 13.2) Luís Acosta Rodríguez –Discurso conmemoración Dos Siglos de San Juan de los Morros como Parroquia Eclesiástica – 1980 – Pág. 15 Puede pensarse que el lapso originario de surgimiento de San Juan de los Morros como centro poblado, ha debido ocurrir en la década de 1770 a 1780, cuando a orillas del camino real que pasaba por el lugar, se fueron acumulando las viviendas de humilde estructura, que en forma espontánea, fueron edificando en el sitio todas aquellas gentes de popular extracción, que se sintieron atraídas por las ventajas que el lugar ofrecía para ser habitado. (2).
Aquí en río San Juan, brindaba, entonces la delicia refrescante de sus claras linfas al viajero sitibundo que marchaba a caballo, ardido bajo el sol meridiano; aquí el ganado arreado a pie, desde los remotos confines del llano, de los hatos de Apure y Guárico, “ al paso de la res morosa” como dice el verso de Lazo Marti en la Selva Criolla, sesteaba en sombrío paraje y descansaba del trajín caminero, antes de marchar rumbo a Villa de Cura, donde estaban los potreros de engorde; aquí las caravanas y las recuas de mulas y asnos, que transportaban las cargas de mercancías y frutas del centro rumbo al llano y traían de éste los quesos y los cueros como producto de gran demanda comercial, se detenían en jornadas de descanso, y sus conductores – carreteros y arrieros buscaban posada transitoria, para pernotar al cobijo del alero amparador. Por eso, el paso del río San Juan, se convirtió en sitio grato de parada, en un oasis atrayente y sugestivo, donde se podría dormir sin la molestia del calor agobiante y donde había abundancia de agua corriente para todos los menesteres. Eso dio impulso a la edificación de viviendas con calor de vida, las cuales se esparcieron en pintoresca aglomeración sobre hermosas colinas, para dar fisonomía de sitio poblado de peculiar aspecto al lugar. (1). - (Fin de la cita)
Para el año 1681, Dr. Luís Jiménez de Roxas, quien vivía en un sitio cercano, al lugar que hoy ocupa San Juan de los Morros, en su propia casa rendía culto a una imagen de María Virgen y Madre Misericordiosa, llevando su fervosa devoción hasta alimentar día y noche una pequeña lamparilla de latón con que alumbraba la preciosa imagen y era objeto de frecuentes ofrendas al paso de los viajeros por el lugar.
Por su parte José Antonio de Armas Chitty dice en su libro historia del Estado Guárico. (cito).
En 1.692 los curas de San Sebastián se llevaron, hacia la citada población, la imagen de la Virgen de la caridad, la cual había sido traída desde España por Jiménez de Roxas. (2). - (Fin de la cita)
1) Luís Acosta Rodríguez – Discurso conmemoración Dos Siglos de San Juan de los Morros como Parroquia Eclesiástica – 1980 – Pág. 16.
2) José Antonio de Armas Chitty – Historia del Estado Guárico – Pág. 140-141. Todo eso pudo combinarse, para hacer surgir el caserío de San Juan de los Morros, antes de que ocurriesen, los actos decisivos que la convierten en Parroquia Eclesiástica y le dieran fisonomía y estructura de pueblo.
La visita pastoral del Obispo Mariano Martí, en el lapso de 12 años de 1771 a 1784 a todos los lugares dignos de atención de su extensa jurisdicción episcopal, marca para la Historia de esta urbe, el pórtico auspicioso para su conversión en centro urbano, pues pasa por decisión de tal Obispo, contenida en decreto eclesiástico, de la situación de caserío caminero a la condición de parroquia.
En dos ocasiones este Ilustre Prelado visitó este lugar que seguía llamándose sitio de San Juan, Primero lo hizo, al marchar rumbo a las llanuras apureñas y después al efectuar su regreso de esa zona. En esta última oportunidad, dejo constancia de lo que había podido apreciar en este sitio, al decir, con fecha 16 de mayo de 1780, desde la ciudad de Villa de Cura:
“….”Salimos del pueblo de Parapara a las cinco y cuarto de la mañana y llegamos a las dos y media del día al sitio de San Juan, distante ocho leguas y media…….En este sitio de San Juan, distante de acá (se refiere a Villa de Cura) más de seis leguas, se ha de erigir una Iglesia Parroquial. La Iglesia debe edificarse cerca del río o quebrada de San Juan, como a unas dos cuadras de distancia, en donde hay algunas casas y un buen llano para Iglesia y por allí pasa el Camino Real”…Monseñor Dr. Rafael Chacín Soto, en su libro “Orígenes de Valle de la Pascua” comenta: (cito).
El contacto periódico de los pastores con sus diocesanos, a través de las visitas, constituía el medio directo y el más eficaz expediente de una toma de conciencia de situaciones, progreso, fallas y necesidades. Pero Martí no limita su acción al campo puramente espiritual y a la administración eclesiástica. Se alarga a lo temporal y puramente humano. Ahonda en el pasado de las comunidades y asientos, investiga posibilidades de desarrollo, levanta censos de población y de producción, organiza recursos.Sus sandalias peregrinas dejan huellas de ininterrumpida siembra de pueblos. (1) – (Fin de la cita).
1) Mons. Rafael Chacin Soto – Orígenes de Valle de la Pascua – Pag. 59.A los ocho días de haber estampado estas referencias sobre el sitio de San Juan, el Ilustre Prelado, recibió una representación de algunos vecinos provenientes de ese lugar, fechada en Villa de Cura, el 24 de mayo de 1780, en la cual solicitaban la creación de la nueva parroquia y ofrecieron contribuir a sostenerla.
Las peticiones solicitan al Obispo, que se ponga aquí un pueblo, con su cura capellán, para la asistencia espiritual de los moradores del vecindario, y el Prelado, que ya pensaba en lo mismo, al dictar en Villa de Cura el siguiente decreto:
“Decreto. Santa visita de esta Villa de San Luís de Cura, 26 de mayo de 1780 años. Habiendo reconocido en la presente visita la distancia que hay desde el pueblo de Parapara hasta esta Villa de San Luís, que es curato colindante, y la que media hacia la ciudad de San Sebastián de los Reyes, y pueblo de la Victoria, que son los otros dos curatos de la circunferencia, y considerando el número de personas de ambos sexos que habitan retirados de dicha ciudad de San Sebastián, Villa de Cura y pueblo de Parapara sin que sus respectivos párrocos puedan cómodamente administrarles los sacramentos, y demás pasto espiritual, ni los feligreses acudir al santo sacrificio de la misa, explicación de doctrina cristiana, y otras funciones eclesiásticas; es forzoso erigir otra parroquia, edificándose iglesia en el sitio que llaman de San Juan, que es el paraje más apropósito y proporcionado, estendiéndose esta nueva parroquia hacia el oriente hasta el paso del Guárico, que llaman del medio, y servirá de limite al referido curato de la ciudad de San Sebastián; y por el ponente la quebrada que llaman de Píritu y desde donde esta entra a dicho Guárico corriendo línea recta al sur hasta el alto que llaman del Tiber, que sirva de limite al expresado curato de esta Villa de San Luís de Cura, y por el norte la cerranía del Pao hacia el curato de dicho pueblo de la Victoria y por el sur hasta la Sabaneta nombrada de Lucas, que es la mitad del terreno que hay del pueblo de Parapara al mencionado sitio de San Juan, cuya promediación será el linde divisorio, consistiendo la nueva erección de parroquia en 4 leguas de distinto de oriente a poniente, y 7 de norte a sur poco más ó menos, bajo los limites asignados con todos sus habitantes que al presente existen y se establecieron de nuevo para que reconozcan por su párroco al que se nombrase conforme a las disposiciones canónicas y leyes del real patronato….”
Solo faltaba el complemento que diera validez plena a ese Decreto Diocesano, el cual consistía en obtener la confirmación ó ratificación de la suprema autoridad gubernativa de la Provincia en la esfera civil, conforme al mecanismo del Real Patronato Indiano, por parte del Señor Don Luís de Unzaga y Amezaga, Mariscal de Campo, de los reales ejércitos, Gobernador y Capitán General de la Provincia y Vice-patrono regio de ella, quien al mes justo del decreto del Obispo, desde Caracas, con fecha 26 de junio de 1780, expidió la resolución de eregir nueva Parroquia en el sitio de San Juan.
Con esta decisión del máximo gobernante colonial, culminó el proceso conducente a la creación de la Parroquia de San Juan de los Morros, según lo dispuesto por el Decreto del Obispo Martí.
Doscientos treinta años se cumplen de aquel hecho memorable que fue el punto de partida de San Juan de los Morros como pueblo.
Hoy, San Juan de los Morros, continua su encrucijada del camino, al ver transcurrir el tiempo como una ciudad próspera con todo su esplendor, capital del Estado Guárico y ciudad universitaria por excelencia, que da cobijo a personas de todos los confines de la geografía guariqueña y de otros lares, para disfrutar de sus singulares atractivos, de sus gentes, su cultura y sus creencias, en una marcha ascendente hacia un futuro de ilimitadas perspectivas.

Bibliografía
Acosta Rodríguez – Discurso Conmemoración Dos siglos surgimiento de San Juan de los Morros como Parroquia Eclesiástica.
Armas Chitty, José Antonio – Historia del Estado Guárico.
Chacin Soto, Rafael A. – Orígenes Valle de la Pascua.
Olivo, Enrique S. – Calendario de Fechas y sucesos de San Juan de los Morros.

Imagen tomada de http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Morros_de_San_Juan1.jpg

jueves, 3 de junio de 2010

San Juan de los Morros, ayer Sitio; hoy Ciudad Universitaria y Olímpica del Mundo

Ponencia leída en el Primer Encuentro de Cronistas, Historiadores e Investigadores en el marco de la celebración de los 230 años de la Parroquia Eclesiástica de San Juan de los Morros. Casa de la Cultura Victor Manuel Ovalles. 28 de mayo del 2010

Miguel Ángel Nieves


Escribir en este histórico momento en que se celebran los Doscientos Treinta Años de la Creación de la Parroquia Eclesiástica “San Juan Bautista”, los cerros “El Pariapán” y “El Cují” (Santa Rosa), tratan de cubrirse de las profundas heridas sufridas por manos criminales e irresponsables, quienes todos los años, por época de verano provocan los voraces incendios; Gracias a Dios que ha sido tan generoso con la comarca , y nos envió un poco de agua del cielo, precisamente en el marco de la celebración de la Aparición de Nuestra Señora de Fátima (18-05-2010)

Trataré en lo posible de dejarle a los sanjuaneros y a los provenientes de otras regiones, mis vivencias de mi comarca en la cual di mis primeros pasos. Llegué al mundo el 29 de septiembre de 1936 , dos años después de ser Decretado San Juan de los Morros, capital del Estado Guárico: podrán ustedes mis amigos presentes, darse una idea de cuantas aguas han pasado por nuestros ríos.

Eran tiempos de trabajo entrelazado con los juegos del trompo, la metra. el gurrufio, la perinola, el papagayo y el bañarse en los sitios de “Las Tejerías”, “El Guanábano”, “Las Torrecitas”, “El Paso del Ganao”, “Maniadero”, “el Chupón”, entre otros.

Mi mocedad transcurrió en esta apacible comarca, al lado de los pocos vecinos existentes para aquellos tiempos pasados, como los fueron: Los Zapata Heredia, Los pulidos, Los Hernández, Los Hermanos Cardozo, los Bermúdez, Los Seminarios, Los Ponces, Los Chávez, Los Álvarez Veitía, Los Pavón y naturalmente mi madre Carmen Nieves, mis hermanos y mis abuelos Pancho Ochoa y Leandra Nieves, junto a mis tíos Pedro Nieves, Juan Bautista Nieves y Eduardo Nieves. No se si estos rasgos encajan dentro de las aspiraciones de mis buenos amigos de cronistas que asisten hoy a este importante acontecimiento histórico, pero el compromiso adquirido por mí ante la generosa invitación sus organizadores, del Presbítero Monseñor Raúl Ascanio y de los soñadores de las cosas buenas como lo son: El Poeta Jeroh Montilla y la distinguida Dra. Carmen Sierra nieta del insigne venezolano Don Tito Sierra Santamaría, me vi en el deber de hacer éstas líneas.

Dije al comienzo que sería para mí muy difícil aceptar reto, pero a medida que paseo por aquellos momentos hermosos que me vienen a mi mente los gratos recuerdos del lastimero canto de la peonada, que traía grandes arreos de ganados, traídos del Alto Apure y zonas circunvecinas y era paso obligado nuestra calle, hoy Santa Rosa, para ser llevados desde la Sabana de Puerta Negra, lugar ideal para el descanso de las grandes jornadas.

Muchos de los documentos leídos por mí se refieren a la presencia del Benemérito Juan Vicente Gómez en nuestra comarca; dicen los conocedores de la materia y algunos personajes que aún viven, el gran cariño puesto por él en la medida que frecuentaba a San Juan, donde adquirió varias posesiones. ya era habitual verlo venir entre semanas a darse su respectivo baño en las sulfurosas aguas de los Baños Termales.

Con la presencia de altos funcionarios y de comerciantes San Juan de los Morros dejó de ser el “Sitio” y se convirtió en un centro de mucha prosperidad, siendo hoy una Ciudad Universitaria y Olímpica.

Según muchos cronistas de la época, el General Juan Vicente Gómez era un apasionado del vernáculo deporte de los Toros Coleados; su amadísimo hijo el Coronel Alí Gómez trajo a esta ciudad esta actividad, en las Fiestas Patronales, en honor al Santo Patrón “Juan el Bautista”, así como en el día de San Pedro y San Pablo. Esta actividad contó la participación de muchos hombres de a caballo (peonada) y otros venidos de Maracay, La Victoria, Valencia, Distrito Federa, Los Teques, San Casimiro. Así mismo como la de su hijo Pablo Vicente Rodríguez, fallecido en la Calle Sucre, según testimonio de Don Juan Padrón. Pablo Vicente montaba en ese día el caballo “Conoto” (1934)

En base a estos y otros testimonios, quiero en esta oportunidad solicitar un pronunciamiento sobre el particular ante ustedes, sobre estos venezolanos ignorados quienes dieron prestancia al gentilismo guariqueño y en particular al sanjuanero: entre ellos mencionaré a William Warren Jolí López (Primer Presidente de la Asociación de Coleo del Estado Guárico), a Juan Vicente Gómez (Presidente de la República), Alí Gómez, Pablo Vicente Rodríguez, y de los coleadores sanjuaneros Pedro (f) y Manuel Delgado, Pedro Luna (f), Miguel Benítez (f), Regulo Martínez (f), Félix Carreño (f), Fabián Zerpa Díaz (f), Rafael (f) y Alfredo Zapata Heredia, Roso Faustino Blanco (f), Gilberto Corro Luna (f), Tiburcio Bolívar (f), José Antonio Páez Montenegro, (Primer Campeón Veteranos).

Mención especial me merece el nombre de Pedro Juan Corrales, un aragüeño distinguido casado con una bella joven sanjuanera, Juanita Heredia, hija de una distinguida familia de este pueblo, que le dio mucho prestigio al lar nativo. La familia Heredia, además se vinculó con el escultor Alejandro Colina, creador de muchas obras exitosas que hoy admiramos en esta ciudad como son El Gigante San Juan, y el Monumento a La Bandera; y otros, en toda Venezuela, el monumento a María Lionza en Caracas.

Es necesario señalar que la verdad histórica se puede llegar por varias vías o atajos, que no tiene que ser el camino real, acogiéndome a lo expuesto por la Real Academia de la Historia Española donde taxativamente aparece la palabra “Coleada” en su acepción de “Acto de derribar la res tirándola por la cola”, como un venezolanismo y “Coleador” que aparece en la pág. 328 del Libro “La Victoria Ciudad Santa de la Restauración”, del Cronista de esa ciudad aragüeña Germán Fleitas Núñez, del cual hemos tomado esta referencia, ya que en su paginas abundan muchos acontecimientos con este vernáculo y autóctono deporte de los toros coleados; ayer como faena de trabajo, hoy con aparición de ser Deporte Nacional.

Por todo lo arriba señalado, solicito a esta digna representación de historiadores, se pronuncien sobre dos viejas aspiraciones de los sanjuaneros, una para que las instalaciones de la muy querida Manga de Coleo “Pedro Juan Corrales”, sea decretada patrimonio de nuestra comarca adscrita a la Alcaldía con asesoramiento de las autoridades correspondientes y con los `personajes del coleo organizado: (Liga de Coleo de Roscio”).

Mi segunda propuesta es solicitarle a la Ilustre Cámara Municipal del Municipio Roscio, el cambio de nombre de la Avenida Zulia, parte atrás de la Iglesia de Fátima, por el nombre de “Pioneros del Coleo Sanjuanero” o “Coleadores de San Juan”. Oportunamente, previa organización de un comité formados por hombres y mujeres, quienes han escrito con gran sabiduría la Historia del Guárico y en particular la correspondiente a la Capital del Estado, San Juan de los Morros, quienes de ellos he aprendido a leer e interpretar hermosos paisajes del terruño, de personajes y de sitios ignorados de mi juventud, son ellos el Dr. Enrique Olivo Barreto, (f) Cronista de nuestra comarca, el Dr. Julio de Armas, Don Julio De Armas, Don Tito Sierra Santamaría (f), el Dr. Adolfo Rodríguez, el Abogado Argenis Ranuárez Angarista, actual Cronista de la ciudad, y quien se ha paseado por los más importantes acontecimientos vividos en nuestra comarca de ayer y de hoy.

Finalizo mis apreciaciones, con la figura de una joven educadora, hoy abogada de la República y profesora de nuestra Alma Máster (Unerg) Azucena Martínez, hija del pionero coleador Regulo Martínez, la cual es autora del Libro “Mi Estado Guárico ‘2005”; y con la presencia de un nuevo historiador sanjuanero que debemos agregar en la lista de quienes con amor a nuestro terruño escriben sobre la comarca y que el día Miércoles 26 de mayo fue el bautizo de su Libro “Historia de la Parroquia San Juan Bautista”, me refiero al amigo Aquiles Silva, que junto a la Dra. Azucena nos brindan dos fuentes de consultas donde se encuentran valiosos testimonios históricos para las nuevas generaciones.

Muchísimas gracias por este grato e inolvidable momento en que compartí con ustedes.

Miguel Ángel Nieves Telf. 4310010

San Juan de los Morros, 28 de mayo de 2010

El Motor de aire desafía la segunda Ley de la Termodinámica. Invento de un guariqueño.