domingo, 1 de marzo de 2009

CRONISTAS

Palabras de Adolfo Rodríguez

Ante la Convención de Cronistas Guariqueños

El 28 de febrero del 2009


Hablar de Enrique Olivo, Manuel Aquino y Félix Manuel Belisario es decir de la condición de cronista en el más exigente grado de esa profesión. Los tres por rumbos distintos, atmósferas distintas, actuaciones distintas, cumplieron a satisfacción este ejercicio de preservar la memoria del espacio natal. Los tres con una formación cultural diferente, temperamentos disímiles, destinos paralelos, aunque participes de una época boyante para el desempeño de su vocación.

Olivo fue abogado y juez, pero temperamentalmente cronista, por esa razón de identidad que impone el lugar de origen, residencia o consubstanciación con una pátina y un humus, que nos acorrala como en una placenta.

Con discreta bonhomía, Olivo toma nota de ese entorno, con más devoción que ciencia, con más desazón que profesionalismo. Y cada hora o lugar va trasmutándose como materia de esa angustia por la ciudad que va dejando de ser y no termina de llegar. Su calendario de fechas históricas fue como un modo de retrasar ese desgaste de la cotidianidad desprendiéndose ante los ojos como un almanaque. Fue su exasperación ante una fatalidad que arrebata afectos, rostros, hábitos, estampas, hasta que uno mismo se hace pasto de esa amarillez de los infolios. No en balde lo veíamos proceloso como refugiándose en las iglesias, los últimos testimonios de una memoria que nos abandona como en un viaje.

Manuel Aquino fue como un foetazo cuyo máximo gozo estuvo en dar el dato preciso acerca de su mundo y los que motivaron su incesante vigilia. Un sentido de exactitud que le marcaba el rostro.

Hizo justicia a cuantos a todos los nombres, todas las fechas, todos los sitios que siguen asaltándonos con su inquietante presencia en El Sombrero. Una temeridad que estuvo atenta al mínimo rumor que le diera cuenta de una realidad que finalmente dio con su vida.

Vocación, pero también deuda con los apellidos, entre otros esa ramazón de Marrero y Aquino, que se apersonan como pivotes fundacionales en El Calvario y echan a andar a todos los vientos sus miradas inquisidoras y contables, para advertir reses, esclavitudes, enemistades, amoríos, descendencias, que se prolongan en la sangre de este tornado que fue quizá el más completo de los cronistas de la historia regional.

Félix Manuel fue el autodidacta empedernido, pero también el único poeta de los tres y quizá el único encendido por una energía demasiado límpida y despejada como para tener mas amigos que libros, más anécdotas que crónicas. Su casa fue albergue, aula, foro y radiante alero. Parapara dejo de ser recodo al margen del camino, para convertirse en referencia nacional y no me harto en pregonar que FMB, secundado por OB, quienes hicieron posible ese milagro guariqueño de los encuentros de historiadores y cronistas por todos los caminos de nuestra polvosa entidad.

Llanero como Aquino, pero llanero de la leyenda, mientras Aquino lo es de la tierra tallada por el dato incontrovertible, casi cerrado a la imaginación. Hay una etapa de la vida de FMB que se hunde en escenarios donde discurre su atrabiliaria juventud en trashumancia que lo perfila de lejanía y octosílabos a los que regresa como si con los que hizo hubiese sido suficiente para conjurar quien sabe qué espantos.

Mientras la llanería de Aquino va forjándose a la sombra de algún rigor de gamonales, cumplimiento de normas y severos mandatos. La llanería de FMB es la del tarambana que pintó Gallegos y que no cesa en deambular por disímiles rumbos y que retorna a Parapara con toda esa nubosidad de tierra adentro.

Siendo Olivo caballero de la ciudad extinta que aquí estuvo y donde hay gasas entretejiendo otras formas de fantasías. Ese romanticismo de la niebla que EO parece haber sorbido de sus aficiones europeizantes y que lo obliga a su vez a cierta prestancia y distinción, que sólo por compasión se aviene con lo marginal. Cronista de un tiempo rezagado que Juan Vicente Gómez hizo suyo para atenuar su otoño y que se desparrama apacible a la vera de esa gracia mítica en forma de castillejos que tantas querencias suscita.


FELIX MANUEL BELISARIO

(Una nota que no leí y que publiqué años ha, acerca de Belisario, estando en vida)


Adolfo Rodríguez.

Félix Manuel Belisario es uno de esos llaneros que no se presentan a sí mismo y que, por lo tanto, siempre corren el riesgo de que lo confundan. Nació en Parapara hacia 1928, pero tiene esa lozanía que otorga la condición de hombre gentil y de poeta. Ha publicado los poemarios: <> (1957) y El errante>: Corrido y mensaje del camino>> (1968), uno de cuyos textos fue seleccionado por el doctor Antonio Arellano Moreno, ex embajador venezolano en Chile, para una antología poética sobre el General José Antonio Páez, editada por el Congreso Nacional. Félix Manuel también es cuentista y lo que salta de la lectura de sus narraciones y versos es la autenticidad de quien vive lo que ha escrito o escribe lo que ha vivido. Reside actualmente en Parapara donde es un curioso factotum de una gestión cultural que como toda buena gestión es suficientemente local para ser universal. Por eso ha sido capaz, Félix Manuel, de convertirse en eje de una inquietud por las cosas del espíritu entre casas desvencijadas, historia de aparecidos y conflictos entre el medio rural y el urbano, llamando la atención de personalidades de todo el país, que desde todos los confines van hasta él en solicitud de esa paz que da su don de gente. Salud!!.


*Historiador

DON PEDRO ITRIAGO CHACIN

Andrés Scott*


JURISTA DE DILATADA TRAYECTORIA DIPLOMATICA.

DON PEDRO ITRIAGO CHACIN: MAS QUE UN CANCILLER, UN GUARIQUEÑO EJEMPLAR.


Existe una discrepancia sobre los orígenes del Dr. Pedro Itriago Chacín. Según algunos autores le otorgan la cuna de su nacimiento al municipio Pedro Zaraza, mientras algunos otros le endilgan la cualidad de tan egregio nacimiento a las tierras del Municipio de Santa María de Ipire. Lo cierto es que todos concuerdan en que su nacimiento ocurrió un día nueve de Septiembre de 1875.
Desde su mas tierna infancia exhibió un carácter pacifico y muy observador. Nacido en el seno de una familia muy conservadora le serian inculcados valores y principios acordes con la época. Fueron sus padres Hilario Itriago Gibert y Francisca Josefa Chacín Arvelaiz. Fue el noveno hijo de este matrimonio y dentro de sus diez hermanos figuran: Rosario Itriago Chacín, Francisca Josefa Itriago Chacín, Mercedes Itriago Chacín, Idelfonso Itriago Chacín, Hercilia Itriago Chacín, Herminia Itriago Chacín, Fanny Itriago Chacín, Carmen Itriago Chacín, Hilario Itriago Chacín y Salvador Itriago Chacín.
Los primeros estudios los realizó en Zaraza, siendo un acucioso estudiante pero de un ánimo bastante introvertido. Seria para el año de 1892 que cursa sus estudios de bachiller en las instalaciones del Colegio Federal de Barcelona, donde se afianzo su personalidad franca, leal e incorruptible. Posteriormente egresaría y se dirigiría a la ciudad capital en busca de nuevos horizontes para su formación profesional. Es de esta manera como se inscribe en la Universidad Central de Venezuela para cursar sus estudios superiores escogiendo la carrera de Derecho. Con el advenimiento del nuevo siglo, específicamente en 1899, se Doctoro en Ciencias Políticas y empieza a relacionarse con escritores, poetas y personajes notables de la época. Para el escritor e historiador Rubín Zamora, en su obra “Diccionario Biográfico Cultural del Estado Guarico” editado en 1974 establece que: “Sin duda alguna fue uno de los mas eminentes venezolanos de los últimos tiempos. Jurista de gran talla, escritor notable, orador de primera e internacionalista prestigioso” (p. 135)
Ejerce el periodismo y fue articulista de opinión en diversos diarios de circulación nacional, es así como ya para el año de 1901 es colaborador del periódico “EL PORVENIR” y la revista “ARIEL”, siendo un importante critico del gobierno de Cipriano Castro, con el cual nunca compartió ideales. Funda en Caracas junto con el Doctor Ramón Parpacén, la revista “PATRIA FUTURA” en el año de 1911 y seguiría por muchos años en su compromiso con el tintero y el papel. Este notable venezolano comulgo con las posiciones políticas esgrimidas por el “Mocho Hernández”, solidarizándose en silencio con muchas de sus acciones.
Para el año de 1909 comienza a ostentar cargos públicos de relevancia como las judicaturas de los estados Anzoátegui y Sucre entre otros. Ya para 1911 era un prominente personaje de las leyes venezolanas y renombrado jurista. El destino le llevaría a contraer nupcias en ese mismo año de 1910 con la señora Sara Pérez Gil, de cuya unión nacieron seis hijos los cuales son: Guillermo Itriago Pérez, Pedro Leonidas Itriago Pérez, Hilario Itriago Pérez, Dr. Teodoro Itriago Pérez, Panchita Itriago Pérez, (la cual contrae nupcias con uno de los jóvenes de la familia Pieretti, llamado Jesús Guillermo Pieretti Guzmán) y Hercilia Itriago, (quien contrae matrimonio con el Dr. Atilio Gonzáles Rincón). Asimismo, por el año de1913 ocupa el cargo de presidente de la Corte Suprema del Distrito Federal, cargo del cual debe renunciar por su insoslayable decisión de resguardar los autos del expediente instruido en contra de Eustoquio Gómez por el vil asesinato del Gobernador del Distrito Federal, Dr. Luis Mata Illas en el año de 1907; como resultado de este juicio el precitado criminal fue impuesto de una pena de 15 años de presidio. Dicho expediente quiso ser destruido por las altas instancias del poder nacional y la firme actitud de honestidad y valentía del Dr. Pedro Itriago Chacín impidió que se impusiera la barbarie en este caso. En tal vertiente Rubín (1974) describe el hecho: “Fue hombre integro y de carácter que no se intimidaba ante la barbarie, como lo demostró en los inicios de la dictadura Gomecista, en la oportunidad en la que desempeñaba la presidencia de la Corte Suprema del Distrito Federal, cuando se negó valientemente a entregarle a los áulicos del General Gómez el expediente del juicio seguido a Eustoquio Gómez, (que estos requerían para hacerlo desaparecer) a quien el tribunal del crimen había condenado a quince años de presidio por el asesinato del Dr. Luis Mata Illas. Se sabia que el Dictador mantenía cierto recelo callado hacia su persona por el hecho de no haber cedido en su posición de rectitud, pero no se materializo en represalia”(p.136)
En 1914 comienza a dictar clases en el colegio San José de los Teques regentado por José de Jesús Arocha, templadas tierras que le acogieron como refugio temporal. Es elegido individuo de número de la Academia de Ciencias Políticas en el año de 1915, inexplicablemente nunca formalizo su inscripción e instalación en tal academia. Es llevado en ese mismo año a la Consultoría Jurídica del Ministerio de Relaciones Exteriores por su amigo el Canciller Esteban Gil Borges. Es su obra “ESTUDIOS JURÍDICOS”, editada en el año de 1915, uno de los textos de avanzada jurídica de su tiempo, y el mismo fue premiado en Buenos Aires, ese mismo año.
El 2 de Enero de 1919, es designado Esteban Gil Borges, Ministro de Relaciones Exteriores; cargo que desempeñaría hasta el 7 de julio de 1921; durante todo este tiempo el Dr. Pedro Itriago Chacín se mantuvo en la Consultoría Jurídica de tal despacho. Es el mismo 7 de julio de 1921 cuando Pedro Itriago Chacín sustituye a Esteban Gil Borges en la Cancillería, cargo que ejercería, sin macula, durante casi quince años ininterrumpidos hasta el 15 de Febrero de 1936 cuando es forzado a salir del país para preservar su vida y la de su familia. En particular a su designación, Rubín Zamora (1974) relata una interesante versión de los hechos: “Pero las circunstancias dieron lugar a un acontecimiento insólito, que discretamente fue comentado en los círculos políticos. El Dr. Esteban Gil Borges presento a Gómez una terna de candidatos que este le pidiera para escoger a la persona que debía quedar encargado del ministerio del exterior durante la ausencia de Gil Borges, que iría a cumplir una misión a Washington. Entre tales candidatos aparecía el nombre de Itriago Chacin. Gómez la leyó y, después de pensar un momento exclamo, con la lista en la mano: el Dr. Itriago Chacin que me echo una lavativa una vez, pero que ese es un hombre honrado. Y de ese modo fue elegido de entre los tres para desempeñar el citado destino. Mas tarde fue nombrado en propiedad Ministro de Relaciones Exteriores, en cuyo cargo permaneció quince años y actúo con patriotismo e inflexible rectitud” (p.136)
Mientras en Caracas el Dr. Pedro Itriago Chacín ejerció la cartera de Relaciones Interiores fueron presidentes del Estado Guárico el Sr. Roberto Vargas, el Sr. Manuel Sarmiento, el Sr. Alfredo Rodríguez López, el Sr. Juan Alberto Ramírez y el Sr. Ignacio Andrade, hijo.
A principios de la década de 1920, específicamente en el año de 1921 comienza a dictar la cátedra de Historia del Derecho Romano y años después se encarga de dictar la cátedra de Filosofía del Derecho Internacional en la Universidad Central de Venezuela, cátedras que dictaría hasta su salida del país.
En el año de 1922 funge como presidente encargado de la Republica de los Estados Unidos de Venezuela y de Ministro de relaciones exteriores en la consolidación del TRATADO DE EXTRADICIÓN, FIRMADO EN CARACAS EL 19 DE ENERO DE 1922, ENTRE VENEZUELA Y ESTADOS UNIDOS, conjuntamente con el Presidente de los Estados Unidos de América, al Señor John Campbell White, Encargado de Negocios ad-interim de los Estados Unidos de América, cuya Aprobación legislativa fue el 12 de junio de 1922 y su Ratificación ejecutiva se produjo el 15 de febrero de 1923. El correspondiente Canje de ratificaciones se llevo a cabo en la ciudad capital, en Caracas, el 14 de abril de 1923.
La muerte de su madre Francisca Josefa Chacín Arvelaiz en el año de 1926 produce hondo pesar en su vida y le distrae un poco de su alta investidura en la chancillería de la nación. En 1929, el presidente Juan Bautista Pérez designa un gabinete integrado por: Rubén González, ministro del Interior; Pedro Itriago Chacín, canciller; entre otros, manteniéndose la figura del Dr. Pedro Itriago Chacín como uno de los puntales que le daban credibilidad y seriedad al gobierno de este presidente. Sintetiza sus lecciones magistrales de Derecho en la obra titulada: “En la cátedra”, la cual fue editada en el año de 1930, la cual seria adoptada posteriormente como libro de texto en las universidades de Chile.
El 13 de Junio de 1931 seria encargado nuevamente de la primera magistratura nacional con la venia del general Juan Vicente Gómez debido a la renuncia del Doctor Juan Bautista Pérez, y durante este periodo le tocaría estar al frente del Proyecto de Constitución Nacional, la cual fue sancionada, en Caracas, por el Congreso de los Estados Unidos de Venezuela el 7 de julio de 1931 y promulgada por el presidente encargado Pedro Itriago Chacín el día 9 de julio de ese mismo año, entregando la Presidencia de Venezuela el 13 de Julio de 1931 en manos del General Juan Vicente Gómez Chacon. Ya para el último Gabinete escogido por el General Juan Vicente Gómez Chacon, instalado el 13 de julio de 1931, este Guariqueño ilustre repite al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores, estando a la par de personalidades como lo fueron el General José Eleazar López Contreras, quien desempeñaba en el Ministerio de Guerra y Marina; Pedro Rafael Tinoco Smith, quien era su Ministro de Relaciones Interiores; Efraín González Cárdenas, como Ministro de Hacienda; designa a Rafael Cayama Martínez como Ministro de Fomento; designa al Sr. Melchor Centeno como Ministro de Obras Publicas, el cual seria sustituido en el año de 1933 por el Sr. Luis Vélez y este a su vez es reemplazado casi inmediatamente por el Sr. Antonio Díaz González quien ostentaría tal cartera ministerial hasta la muerte del Benemérito el 17 de Diciembre de 1935. De igual forma designo al Sr. Rafael González Rincones como Ministro de Instrucción Pública y al Sr. Juan E. Paris como su Ministro de Salubridad y Agricultura y Cría, quien seria sustituido en 1933 por el Dr. Enrique Toledo Trujillo.
Este abogado, jurista, profesor universitario y político en su condición de canciller logró una devolución de territorio nacional al conseguir del gobierno colombiano que el apostadero del río Meta fuera trasladado de Curazaíto a isla de Venado y que el trazado de los linderos entre Yavita y Pimichín fuera favorable a Venezuela. Junto con sus colaboradores de despacho, Santiago Key Ayala, Lisandro Alvarado y José Austria, mantuvo la política exterior de Venezuela en un plano de altura. Con motivo de la ruptura de las relaciones diplomáticas con México (1923), pronunció la célebre frase: " Venezuela ni provoca ni teme". Con relación a su trayectoria Rubín (1974) expone lo siguiente: “Sostuvo con las naciones fronterizas el respeto mutuo de su soberanía y soluciono con decoro difíciles asuntos internacionales para el país. En lo tocante a la política interna el campo era arduo, mayormente para los que como el, formaban parte del consejo de ministros que lo hacia solidario de los actos que realizaba el tiránico régimen. Itriago se mantuvo en un discreto aislamiento, que eludía su intervención en todo asunto que no tuviese relación con su gabinete, al cual le había dado un aspecto de cordialidad y de circunspección, donde sin amenazas se atendía con respeto y cortesía y con facilidad para acercarse a el” (p.136)
El año de 1934 se convertiría en el pináculo de su obra bibliografíca puesto que escribe, corrige y edita tres de sus obras. Seria en este año que edita la obra jurídica titulada: “ESBOZOS LITERARIOS Y JURIDICOS”, la cual se realiza a través de la “Tipografía Americana”, situada en Caracas en el formato de 23 Centímetros y con una envergadura de 451 paginas, constituyéndose automáticamente en obra de consulta de los estudiantes universitarios de aquel entonces. Debe ser acotado que en el año de 1954 se realizo una reedición de este libro como un homenaje a tan insigne jurista. Ese mismo año saca a la luz la obra: “ALGUNOS APUNTES SOBRE TRATADOS”, la cual se realiza a través de la “Tipografía Americana”, situada en Caracas con una envergadura de 331 paginas y finalmente reeditaría la obra titulada: “EN LA CÁTEDRA: PRONTUARIO SOBRE LAS RELACIONES DE LOS PUEBLOS”, la cual seria corregida por el Dr. Itriago Chacín y aumentada, actualizando su contenido a las nuevas realidades jurídicas de aquel entonces; esta obra es realizada por la precitada tipografía, alcanzando una envergadura de 713 paginas. A este particular Rubín (1974) relaciona las siguientes obras escritas: “Publico varios libros importantes entre otros: ESTUDIOS JURIDICOS, premiado en un concurso internacional en Buenos Aires. EN LA CATEDRA, el cual recoge sus disertaciones y resúmenes sobre la historia del derecho internacional y de la política comercial; ESBOZOS LITERARIOS Y JURIDICOS y ALGUNOS APUNTES SOBRE LOS TRATADOS (p.136)
Es confirmado en el cargo de canciller después de la muerte de Gómez por el presidente Eleazar López Contreras, anterior Ministro de Guerra y Marina del último Gabinete Gomecista, tal fue la pulcritud de la gestión del Dr. Itriago Chacín que su Memoria y cuenta fue aprobada en pleno por el congreso nacional de aquel entonces.
Sobrevendría la reacción popular en febrero de 1936 de la cual no escaparía el Dr. Itriago Chacín, quien siendo objeto de insultos y vilipendios que culminan con el saqueo de su casa, tiene que salir del país y refugiarse en las islas Canarias. Con mucha contundencia relata Rubín (1974) este hecho cuando dice: “A la caída de la dictadura, este hombre, honra de Venezuela, fue objeto de insultos de las masas ignaras y vilipendiado por una prensa exaltada. Poco después, el Congreso de la Republica reconoce la idoneidad y pulcritud del Dr. Itriago Chacin, impartiéndole la más alta aprobación a la memoria de la Cartera que tuvo a su cargo, asienta el Dr. Carlos Morales. El Dr. Itriago al salir apresuradamente del país, a raíz de la muerte de Gómez, se refugio en las islas canarias, donde, según algunos elimino voluntariamente su vida; y según otros, murió de un sincope cardiaco mientras se bañaba en el ma.(P.136)
Después de la salida del Dr. Pedro Itriago Chacín del país, el presidente en ejercicio, a saber el general José Eleazar López Contreras llama al Dr. Esteban Gil Borges para que ocupe la Cartera vacante y este asume el ministerio el 17 de Febrero de 1936, acompañando a López Contreras en todo su mandato hasta el 5 de Mayo de 1941 El Dr. Itriago Chacín muere en las Islas Canarias el 19 de Mayo de 1936, muere a la orilla del mar, aparentemente a causa de una deficiencia cardiaca.

*Docente universitario, Director de Cellunerg, historiador.

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