sábado, 21 de abril de 2012

EL HATO SANTA JUANA DE LA CRUZ: NUCLEO INICIAL DEL POBLAMIENTO DE VALLE DE LA PASCUA

FELIPE HERNÁNDEZ G.
UNESR/Cronista de Valle de la Pascua
El espacio geográfico donde surgió Valle de la Pascua formaba parte del gran latifundio “Santa Juana de la Cruz”, extensa propiedad de don Francisco Carlos Herrera, notable terrateniente caraqueño de finales del siglo XVII y primeras décadas del siglo XVIII, cabildante y encargado del gobierno como alcalde ordinario, poseedor de fortuna heredada de sus padres y de los cuantiosos bienes de su esposa, doña Mercedes Mesones, hija del gran terrateniente de Orituco, el capitán de campo, don Pedro Mesones. Gozaba Francisco Carlos de Herrera de la confianza y protección de la corona española, que lo validaban para desempeñar altos cargos en el cabildo y el regimiento de Caracas y le hacían merecedor de los privilegios propios a tales cargos.
Formaba parte el capitán Francisco Carlos de Herrera de la aristocracia territorial caraqueña (1), relacionada con los grupos esclavistas y propietarios de esclavos negros. Clase social formada por los hacendados y terratenientes-encomenderos, amos del suelo, que fundamentaban su condición de estrato poseyente y privilegiado en el control de clase social, a través de las tierras incorporadas al dominio privado, cuyo cuadro de preeminencia de clase social poseyente y casta privilegiada, lo complementaba el control que ejercían sobre las instituciones de poder político en los centros urbanos (2). En este caso, en Caracas y San Sebastián de los Reyes.
El latifundio de Santa Juana de la Cruz fue una de las concesiones obtenidas por el capitán Francisco Carlos de Herrera, apoyado en las figuras jurídicas que representaban los repartimientos y mercedes de tierra.
Los linderos del hato santa Juana de la Cruz eran los siguientes: ... desde el camino real que lleva a San Sebastián de los Reyes hasta la Nueva Barcelona, desde el paso que en dicho camino se ofrece de la quebrada o río de Otocuao, hasta el paso de Quebrada Honda, y de allí quebrada arriba, hasta ponerse frente al cerrito que llaman Tucusipano y de allí cortando derecho los cerros de Lomas Azules y los Paurayes hasta llegar al río de Manapire y de allí río arriba hasta donde se entra Otocuao hasta ponerse en el camino real con todas las vertientes, altos y bajos (3).
Según lo expuesto, Santa Juana de la Cruz comprendía un área aproximada de 506.581,66 hectáreas, que se extendía por el Norte, desde el paso del río Otocuao hasta el paso del río Quebrada Honda, unos 96,910 Kms aproximadamente. Por el Este, desde el paso del río Quebrada Honda hasta el cerro de Tucusipano, 90 Kms aproximadamente. Por el Sur, desde el cerro de Tucusipano hasta el río Manapire, pasando por los cerros de Lomas Azules y los Parajes (cerros El Macho y La Casimira en la actualidad), 67,79 Kms aproximadamente, y por el Oeste, desde el río Manapire aguas arriba hasta donde le entra el río Otocuao y pasando por el camino de Barcelona, 74,74 Kms aproximadamente.
En el extenso latifundio se fueron estableciendo en el tiempo, hatos y fundaciones ganaderas mediante las figuras de compra-venta de particulares a los herederos de Francisco Carlos de Herrera; así se puede evidenciar en los documentos de compra-venta realizadas por doña Catalina Álvarez, viuda de don Pedro del Hoyo y Arzola a su yerno Juan González Padrón y a su hijo Joseph Thomas Arzola en 1768 en el sitio de La Vigía, y por Juan Florencio Muñoz, viudo de Doña María Isabel de Herrera en el sitio de Morichito en 1777.
Ytt. Declaro que la parte de tierras que me toco de las que compro mi marido al Dr. Dn. Carlos de Herrera en este citio del valle de la pasqua las he vendido a mi hijo Thomas JPH Arzola y a mi yerno Dn. Juan González como consta de la escriptura... (4)…Yo, Don Juan Florencio Munóz vezino de la ciudad de Caracas y residente en el citio de Morichito jurisdicción dela desan Sebastián de los Reyes digo que por cuanto contraté y vendí a Don Jacob Ramírez una poseción de tierras viniendo de mi difunta espoza Doña María Isabel de Herrera...(5)
Para el año 1799 el hato Santa Juana de la Cruz era una extensa propiedad, y los Herrera poseían varias fundaciones, así lo señala J.A. De Armas Chitty: En 1799, Martín Eugenio de Herrera -de los Herrera terrateniente- expuso ante el obispo Viana que le librara de pagar dos veces los estipendios a la iglesia, pues en la división eclesiástica se le obligaba a pagar en un vecindario lejano y en otro de su hato Santa Juana, y el Obispo le atendió de inmediato adscribiendo el hato Santa Juana con sus fundaciones de Vivoral, Santa Teresa y Corozalito, al nuevo curato de Valle de la Pascua (6).
Esta problemática ocurría por la separación del curato de Valle de la Pascua del de Chaguaramas, decretada por el obispo Martí en 1783 y hecha efectiva a partir del 10 de febrero 1785. Para 1765 Juan Manuel de Herrera poseía ocho hatos, todos en el oriente del Guárico en los predios del gran latifundio, a saber: “Santa Juana, El Macho, Las Peñas, Guanipa, El Flamenco, Santiago, Cartanal y Carángano” (7). En ellos Herrera mantenía un cuerpo de tropas de 300 hombres de milicia y tropa reglada enviada por el gobernador don Felipe Ricardos a perseguir a Juan Francisco de León.
En las 506.581,66 hectáreas que aproximadamente constituían el espacio territorial del hato Santa Juana de la Cruz hoy se encuentran localizados buena parte de los terrenos de los municipios: Valle de la Pascua, Chaguaramas, Las Mercedes del Llano, Tucupido, El Socorro, Santa María de Ipire y Zaraza. De lo que fue el hato Santa Juana de la Cruz en la parte que corresponde al municipio Infante, la ciudad de Valle de la Pascua ocupa una porción de ese espacio geográfico, incluidos los sitios y caseríos: Corozal, Jácome Arriba, Jácome Abajo, Las Rositas, Corozalito, Mamonal, Mahomito, Los Algodones, La Dormida, Mata e’ Rancho, Coco e’ Mono, La Clemencia, Los Vivorales, Las Babitas, Apamate, Las Dos Palmas, El Burro, Vivoral, Carro viejo, Bandera Blanca, La Pereña, El Carito, La Malquerida, El Banco Telésfero, Las Garzas, Santa Juana, Los Leones de Fajardo, Mata Redonda, Potrerito, El Barbasco, El Corozo, Roblito, Maniral, Zanjonote de Espino, Manirito, El Palito, Los Recuerdos, y muchos otros.
Don Pedro José del Hoyo y Arzola, quién llegó a la Provincia de Venezuela el año 1699 en la comitiva del capitán general don Eugenio de Ponte y Hoyo, se radicó en jurisdicción de la posesión de Santa Juana de la Cruz, en virtud de haber comprado tierras a don Carlos de Herrera en el sitio denominado La Vigía, al lado norte del camino de la Nueva Barcelona. Allí, además de su vivienda, construyó instalaciones pecuarias junto con su esposa, doña Catalina Álvarez, natural de Caracas, de cuya unión nacieron catorce hijos, a saber: María Apolonia, Miguel José, María Francisca, Ana de Santiago, Tomás José, Juana Rosa, Pedro José, Nicolás, Paula Petronila, Margarita Antonia, María Manuela, José Ramón, Juan Manuel, y María Altagracia. Son estos los ascendientes de la numerosa familia Arzola que hasta hoy residen en Valle de la Pascua y en el oriente del Guárico.
Para el año 1730 existían alrededor del sitio varios fundos pecuarios habitados por pequeños propietarios de origen canario, blancos de orilla y mestizos procedentes principalmente del Orituco y San Sebastián, que apoyados en los haberes económicos obtenidos a través de intercambio comercial vinieron a los llanos a participar de la riqueza territorial como medianos y pequeños propietarios. Esas fuerzas estaban representadas por las familias Del Hoyo-Arzola, Sánchez Sajonero, Zamora, Requena, Trejo, Arévalo, Navarro, Álvarez, Rengifo, Ledezma, Herrera, Hernández, Fernández, entre otros. Ellos constituían la fuerza moral y material del asentamiento poblacional de Valle de la Pascua (8).
REFERENCIAS
1) Francisco Carlos de Herrera, además de amo de esclavos, beneficiario de antiguas encomiendas, poseía los títulos y cargos siguientes: Capitán, Maestre de Campo, Juez de Llanos, Miembro destacado del Cabildo de Caracas y Alcalde.
2) Cf. FEDERICO BRITO FIGUEROA. (1979): Historia Económica y Social de Venezuela. Tomo V. Caracas: Universidad Central de Venezuela. Ediciones de la Biblioteca. Cuarta edición, p. 1102.
3) Archivo General de la Nación. Sección Tierras. Tomo I. Letra H. Año 1783. Folios 16 al 39.
4) Registro Subalterno. Altagracia de Orituco, año1768. Bloque 5.
5) Registro Subalterno. Altagracia de Orituco. Libro de Instrumentos Públicos, Serie s/n, año 1784. Folios 8 al 13.
6) J. A. DE ARMAS CHITTY. (1982): Historia del Estado Guárico. Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República, p. 53 // HERNÁNDEZ G. Felipe. (2006): Historia de Valle de la Pascua. Caracas: Tipografía de Miguel Ángel García e hijo.
7) J. A. DE ARMAS CHITTY. (1982): Semblanzas, Testimonios y Apólogos. Caracas: Academia Nacional de la Historia, p. 221.
8) Cf. FEDERICO BRITO FIGUEROA. (1986): A Propósito de las Clases Sociales en Venezuela. Caracas: Fondo Editorial Lola de Fuenmayor, p.49.

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