jueves, 26 de diciembre de 2013

EL HATO: GÉNESIS DE LA HISTORIA LOCAL


IX ENCUENTRO DE CRONISTAS, HISTORIADORES E INVESTIGADORES
ORTIZ-24 AGOSTO 2013


REINALDO PEÑA CHACÍN




La sociedad venezolana hoy día presenta un marcado interés por conocer su historia. Historia que nos remite a los acontecimientos vividos por los grupos humanos en el tiempo, que hicieron posible la formación de pueblos y que ha permanecido en la memoria colectiva de las comunidades moldeando su identidad.
En ese sentido Luis González y González (2.007) en “Una Teoría de la Micro-Historia” nos dice: “Cada grupo de gente unida por lazos naturales construye normalmente su historia”.
Por ello la historia local es básica en la formación y conocimiento de esos pueblos, de sus valores, sus personajes y acontecimientos en el espacio geográfico para imbuirlos en el estudio, comentarios y almacenamiento en su memoria; tal como lo afirma Arístides Medina Rubio en Historia Parroquial o Micro – Historia: “es así legitimo entonces también acercarse al pasado de las gentes cuya existencia nace, vive y muere en pequeñas localidades”; sin embargo hay que reconocer que el proceso colonizador venezolano se realizo en una forma lenta a comienzos del siglo, XVI y todavía a finales del siglo XVII no se había consolidado de un todo.
Solo la penetración del ganado en los llanos facilitó la penetración territorial, por cuanto constituían el recurso tras el cual iban grupos de cazadores que eligieron posteriormente, su resistencia en esta zona. Con ellos surgió “El Hato”, unidad productiva, núcleo del poder local y asentamiento poblacional.
Después de la conformación de los hatos y a mediados del siglo XVII se efectuaron fundaciones civiles y aumentaron las fundaciones misionales.


Uno de los elementos más significativos de este proceso de ocupación y uso de los recursos en el llano, fue que la tierra se fundamentaba en la propiedad de la “Res”. La tierra sólo tenia valor en la medida en que en ella se apacentaba el ganado.
El primer hato lo fundó en los llanos guariqueños Cristóbal Rodríguez, en Uberito, a veinticinco leguas del sitio donde más tarde se fundara la ciudad de Calabozo, con once familias cordobesas, dieciocho vacas paridas, diez yeguas jerezanas y dos potros. Uberito fue transformado más tarde en 1.530 en el pueblo de San Luis de la Unión.
Los primitivos pobladores de los llanos procedían de Almería, Córdoba, Granada, Cádiz, Sevilla y Jaén. Se unieron con el elemento indígena y con el africano; pero no es la sangre lo que va a caracterizar al llanero, sino que su psicología, su manera de ser y de actuar va a estar determinada por el medio.
Después de la ruptura del nexo colonial, se acentuó un proceso de concentración de la propiedad y de fortalecimiento del latifundio articulado a las características de la economía ganadera.
Ramón Tovar (2007) en Vigencia del Estudio Histórico Regional afirma: “La vertiente humana, propiamente social, se encuentra con sus raíces y en nuestra opinión se ha convertido en geo-historia. Es así que no hay sociedad sin espacio, ni espacio sin historia” y agrega: “el tratamiento geo-historico asume el rol de apoyo al estudio histórico regional; proporciona o fundamenta esa identidad o individualidad”.
Por  ello,  en  los  primeros años la concentración  de  la  propiedad se vió favorecida  por  procedimientos  tales  como:  ventas  de  tierras   ejidas, forma de recaudar  fondos  para   el   tesoro   publico;  entrega  de  tierras  de  iguales    características   jurídicas   que   las   anteriores   como   forma   de
compensación por prestamos contraídos durante la Guerra de Independencia; promulgación de un conjunto de leyes y decretos reforzando la apropiación individual de tierras.
A finales del siglo XVI la Corona Española concede la propiedad de una tierra ubicada en los altos llanos, en las riberas del río Paya, a un grupo de terratenientes que se instauran en la futura parroquia eclesiástica de Santa Rosa de Lima, que luego sería el pueblo de Ortiz.
La creación del nuevo curato de Santa Rosa de Lima se realiza a través de un concurso, siendo su primer párroco el sacerdote Félix José de Figuera y Tovar, oriundo de San Felipe.
El historiador José Oswaldo Pérez (2009) en su ponencia: “La Influencia Indígena en Ortiz a través de su Toponimia” nos dice: “Históricamente, el Topónimo Ortiz surge a partir de la conformación de los espacios geográficos en los llanos de Paya o “sitio Paya” que, posteriormente comenzó a llamarse Valle de Ortiz, por sus ocupantes fundadores de hato durante el siglo XVI. Su núcleo inicial se inicio en Puepe y Las Patillas”, y agrega: “sin embargo el nombre geográfico Ortiz, sufre una modificación al agregarse la “Santificación” del entorno natural: el de Santa Rosa de Lima, una vez que en 1696 es denominado vicefeligresía, adscrita al pueblo de Parapara”.
En el año 1790, la población de Ortiz era de 1500 habitantes con un sólido crecimiento desde la creación del curato.
En 1818, fue camino estratégico en el camino de los llanos ya que albergó al cuartel general del Libertador. El 23 de febrero de  ese mismo año, el   Libertador  designa   al   coronel  Jacinto  Lara  y  al  general  José Tadeo

Monagas, jefe de las fuerzas que mediaban entre Ortiz, Guadarrama y El Pao.
El 23 de marzo de 1818 se da la Batalla de la Cuesta de Ortiz que no fue positiva para la guerra emancipadora.
En 1848, bajo la presidencia de José Tadeo Monagas, por decreto del Congreso Nacional, Ortiz pasa a tener rango de Cantón.
El 12 de noviembre de 1874, Ortiz es decretada capital del Estado Guárico hasta el año 1881, decreto firmado por el entonces presidente constitucional del Estado Guárico general Joaquín Crespo Torres, fechado en Calabozo el 15 de octubre de 1874.
El 12 de diciembre de 1877, la Constitución sancionada en Ortiz repone la capital del estado y asiento de la gobernación en la ciudad de Calabozo, luego vuelve a Ortiz hasta 1888.
En 1879, llega la epidemia de paludismo a Ortiz, Parapara, Los Tiznados y El Sombrero. La gente comienza a abandonar el pueblo, otros se quedan a sabienda que sufrirán la enfermedad e indudablemente la muerte.
El ataque contra la enfermedad se arrecio   durante las administraciones de los presidentes López Contreras y Medina Angarita. Con la erradicación del paludismo el pueblo comienza su recuperación; experimentando un crecimiento durante la presidencia de Rómulo Gallegos en el periodo 1946-47.
Ya en 1970, Ortiz se encontraba subsumido dentro del Distrito Roscio, recuperando su autonomía el 4 de febrero de 1989 por disposición de la ley de política territorial y se convierte en Municipio autónomo.

Autonomía que da pie para destacar la importancia de la historia local de Ortiz que se traduce en un cúmulo de conocimientos afectivos, que han fortalecido la identidad de la comunidad, la integración de sus miembros y las acciones tendientes al desarrollo de su entorno inmediato.
Hoy Ortiz presenta un notable crecimiento, una transformación urbana, un repunte en sus condiciones sociales aunado a la amabilidad y espontaneidad de su gente soñando siempre en un nuevo porvenir.
“Sabana…
Sabana…
Con tu brisa de mastranto, tus espejos de lagunas,
Centinela de palmera que se asoma por la luna
Aquí me quedo contigo aunque me vaya muy lejos
Como tórtola que vuela y deja el nido en el cielo”

Bibliografía
González G. Luis. Para una teoría de la micro-historia. En lecturas de Historia
     Regional y Local. Fundación Editorial El perro y la Rana. 2007.
Manual de Historia Local.  Biblioteca  Nacional.  Misión  Cultura.  Universidad
     Experimental Simón Rodríguez. 2006.
Medina   R.   Arístides.  Historia  Regional  y  Local.  En  lecturas  de  Historia
     Regional y Local. Fundación El Perro y la Rana. 2007.
 Pérez   José   O.  Ponencia: Influencia   Indígena   en   Ortiz   a  través de su 
      Toponimia. En Ortiz:  origen  y presencia indígena. Editorial El Perro y la
      Rana. 2009.
Región  de   Los  Llanos. Serie de estudios regionales. Sistemas ambientales
      venezolanos. Ediciones Maraven. 1989.
Siso M.J. M. Historia de Venezuela. Editorial Yocoima. 1965.
Tovar L.  Ramón  A.  Vigencia  del  Estudio Histórico Regional. En lecturas de
     Historia Regional y Local. Fundación Editorial El Perro y la Rana. 2007.

domingo, 22 de diciembre de 2013

GENERAL TOMÁS DE AQUINO CARVALLO LIMA (NOTAS BIOGRÁFICAS)



Carlos A. López Garcés
Cronista de Altagracia de Orituco

Preámbulo

             Este trabajo fue hecho especialmente para ser leído en el V Encuentro de Cronistas, Historiadores e Investigadores, celebrado en Las Mercedes del Llano, estado Guárico, el sábado 23 de noviembre de 2013, coordinado por el ciudadano Gustavo González, a la sazón Cronista Municipal, quien tuvo la gentileza de invitar al autor a intervenir en tan significativo acto, lo cual es motivo de agradecimiento; máxime, cuando significa una oportunidad valiosa para complementar informaciones relacionadas con la Batalla de Chaguaramas de 1892, expuestas a propósito del IV Encuentro de Cronistas, Historiadores e Investigadores realizado en Chaguaramas el viernes 18 de octubre de 2013, cuando no fue posible hacer comentarios específicos sobre el biografiado, quien tuvo una importante y muy discutible participación en aquella acción bélica, motivo suficiente para redactar estas anotaciones elementales acerca de este personaje, el que debe ser estudiado por la historiografía guariqueña y, particularmente, orituquense y chaguaramera.

1.-  Ciudadano prestigioso

            Tomás de Aquino Carvallo fue una personalidad respetable, sobre todo en Orituco y Chaguaramas, donde tenía reputado prestigio social, derivado de su excelente conducta ciudadana, de su honradez indiscutible, de sus buenos principios morales y, especialmente, de su sólida capacidad económica lograda con su producción ganadera en su hato Santa Isabel… Un paréntesis para decir que la grafía original del apellido Carvallo, en el caso de Tomás de Aquino y familiares, fue modificado por Carballo con el transcurrir del tiempo; es decir: la uve, ve, ve baja o ve corta (v) fue sustituida por la be, be alta o be larga (b), como se les denomina a estas letras respectivamente. En este trabajo se utiliza la grafía original.

2.- Sitio de origen
            El lugar de nacimiento de este personaje está en duda. En un trabajo sobre “Los Carballo” [sic], redactado por el poeta y cronista José Francisco Martínez Armas y publicado en la página 9 del periódico orituqueño Topano N° 24, que circuló en Altagracia de Orituco en mayo de 1968, está escrito que era oriundo de Camatagua, estado Aragua(1); pero Jaime J. Anday, un joven de 29 años de edad, soltero, comerciante, natural de España,  afirmó, sin especificar el sitio, que era natural del distrito Infante, estado Guárico, cuando, ante Carlos Quiroba Martínez, primera autoridad civil altagraciana, aportó los datos para registrar la defunción de Carvallo, ocurrida en Altagracia de Orituco, a las tres de la tarde del 12 de julio de 1908, a los 73 años de edad, lo cual indica que habría nacido en 1835(2).
3.- Grupo familiar
            Era hijo de José Rafael Carvallo y Micaela Lima, quienes tuvieron otros descendientes: Francisco Lucas, Rafael (falleció en la Guerra Federal), Ramón, Miguel, Ana Santiaga y Felícitas. La familia Carvallo Lima llegó al Orituco procedente de Camatagua,  con la intención de radicarse en Lezama, lo que no lograron; por esto  se trasladaron a Chaguaramas donde fundaron el hato Peñas Negras(3). Tomás de Aquino, uno de aquellos siete hermanos, contrajo matrimonio en Chaguaramas con Lucrecia Belisario Naranjo, nativa de esa población guariqueña, con quien formó una familia numerosa constante de nueve hijos: Vidal, Julia, Tomás, Rafael José, Isabel, Lucrecia, Dominga, Alejandro y Francisco Lucas(4). La señora Lucrecia Belisario Naranjo de Carvallo sobrevivió a su esposo durante ocho años y sesenticuatro días; tenía 70 años de edad cuando falleció por consunción como consecuencia de tuberculosis pulmonar, a las nueve de la mañana del 14 de septiembre de 1916, en Altagracia de Orituco donde estaba domiciliada y dedicada a ocupaciones propias del hogar(5).     
4.- Parcialidad política
            Tomás de Aquino se identificó políticamente con la Revolución Legalista, liderada por el general Joaquín Crespo en contra de las pretensiones continuistas del presidente Raimundo Andueza Palacio(6). Su honorabilidad, solvencia económica y amistad con Crespo fueron tres factores fundamentales que influyeron en la designación de Tomás de Aquino Carvallo, con el grado de general, como Jefe de Operaciones de las tropas crespistas en el oriente del Guárico, aun cuando jamás había sido militar ni político ni empleado público; sin embargo, asumió ese compromiso y logró formar un ejército en Orituco de más de mil trescientos soldados, con los cuales, a pesar de la falta de pertrechos apropiados para guerrear, marchó a Chaguaramas con el objeto de combatir las fuerzas gobiernistas acantonadas allí, al mando del general José Hernández Ron, Jefe Operacional del Gobierno anduecista en el oriente guariqueño; pero el intento fue infructuoso porque los orituqueños fueron derrotados, debido a las condiciones desventajosamente inferiores con respecto a la superioridad de las tropas enemigas(7).
5.- Opinión concreta
            La ocasión es apropiada para recordar lo escrito a propósito de aquel personaje por J.A. De Armas Chitty, meritorio historiador y académico venezolano:
                        “…don Tomás de Aquino Carvallo, un honesto hijo de Orituco cuyos         méritos en la vida privada no le autorizaban para dirigir una montonera. Al       frente pues, de dos mil [sic] hombres sin organización ninguna, Carvallo se          dirige a Chaguaramas defendida por el general José Angel Hernández Ron.
[…]
            Como no tiene ideas de estrategia, Carvallo y los suyos atacan a   Chaguaramas. Eran dos mil [sic] hombres y sólo llevaban 32 cubanos, es   decir, rifles. Valientemente se abalanzan contra los reductos de Hernández      Ron, quien sí disponía de gente experimentada. Poco a poco penetran en la             plaza, cayendo como juguetes…”(8)
6.- Diferencias entre crespistas
             Aquella acción bélica es conocida como Batalla de Chaguarama de 1892; ocurrió el 16 de abril de ese año, que era Sábado Santo; en ella murieron más de cien combatientes crespistas.  El resultado desastroso de esta contienda para las fuerzas orituqueñas motivó la formación de dos tendencias dentro del crespismo, que hicieron públicas sus desigualdades con respecto a la actuación del general Carvallo en los periódicos El Radical y El Siglo, que circularon en Caracas en noviembre y diciembre de 1892, cuando la guerra había finalizado y cuyas páginas, por una parte, fueron utilizadas para vilipendiarlo impíamente   acusándolo de ser responsable de aquel fracaso militar y, por la otra, para defenderlo con sensatez y vehemencia, justificando aquella batalla como una victoria política, porque le impidió a Hernández Ron avanzar contra la retaguardia de Crespo, que se movilizaba en el Guárico y en el sur de Aragua(9).
7.- Fidelidad legalista
            No hay noticias específicas conocidas que sirvan para aclarar la actuación del general Carvallo luego de la Batalla de Chaguaramas; no obstante, es factible deducir que habría mantenido su fidelidad hacia la Revolución Legalista, tanto que desempeñó el cargo de Jefe Civil y Militar de Altagracia de Orituco, luego del triunfo de Crespo en octubre de 1892(10).
Conclusión
            Las fuentes consultadas no aportan informaciones suficientes para realizar un trabajo biográfico que sirva para conocer más detalladamente al general Tomás de Aquino Carvallo como personaje de interés historiográfico; sin embargo, ahora puede deducirse que su trascendencia histórica no está más allá de su fracasada actuación militar en la Batalla de Chaguaramas de 1892 y su lealtad al general Joaquín Crespo.
REFERENCIAS
(1)  Topano. Año IV – N° 24. Altagracia de Orituco, mayo de 1968, p. 9.
(2) R.C.M.M.E.G.: Partida de defunción de Tomás de Aquino Carvallo. Libro de defunciones de Altagracia de Orituco. Año 1908. Acta 145, folios 44 frente, 44 vuelto.
(3) Topano: op. cit.
(4) IBÍDEM.
(5) R.C.M.M.E.G.: Partida de defunción de Lucrecia Belisario de Carvallo. Libro de defunciones de Altagracia de Orituco. Año 1916. Acta 174, folio 45 vuelto.
(6) Topano: op. cit.
(7) PÉREZ PÉREZ: Sin datos de edición, pp, 15 a 68. MACHADO: 2008, pp. 234 a 237. LANDAETA ROSALES: 1893, p. 52.
(8) DE ARMAS CHITTY: 1978, t. II, p. 90.

Observaciones.
1.- Tomás de Aquino Carvallo no era nativo de Altagracia de Orituco; sin embargo, en este pueblo fijo la residencia de su hogar.
2.- Las cifras de dos mil hombres y 32 rifles las tomó J.A. De Armas Chitty del libro Apuntaciones para la historia… de Adolfo A. Machado. El propio T.A. Carvallo afirmó que eran mil trescientos hombres (ver PÉREZ PÉREZ: op. cit., p. 45).

(9) PÉREZ PÉREZ: op. cit., pp. 15 a 61.

(10) Topano: op. cit.


FUENTES


I. Documentales

Registro Civil del Municipio José Tadeo Monagas del estado Guárico. Altagracia de Orituco. (R.C.M.M.E.G,)
            Partida de defunción de Lucrecia Belisario de Carvallo. Libro de    defunciones. Año 1916. Acta 174, folio 45 vuelto.
             Partida de defunción de Tomás de Aquino Carvallo. Libro de defunciones,        Año 1908. Acta 145, folios 44 frente / 44 vuelto.

II. Bibliográficas

DE ARMAS CHITTY, J.A. Historia del Guárico (1807-1974). San Juan de los Morros. Impreso en los Talleres de Gráficas Los Morros. Primera edición, tomo II. 1978.
LANDAETA ROSALES, Manuel. Biografía del benemérito general Joaquín Crespo. Caracas. Imprenta Bolívar. 1893.

MACHADO, Adolfo A. Recopilación de apuntaciones para la historia de Altagracia de Orituco hasta el siglo XIX. Caracas. Edición de la Alcaldía del Municipio José Tadeo Monagas del estado Guárico. 2008.
PÉREZ PÉREZ, Víctor. Altagracia de Orituco en la Revolución Legalista de 1892. Sin datos de edición.

III.- Hemerográfica
 “Los Carballo” [sic]. Topano. Responsables: José Francisco Martínez y Luis Emilio Infante. Año IV – N° 24. Altagracia de Orituco, mayo de 1968, p. 9.

El Motor de aire desafía la segunda Ley de la Termodinámica. Invento de un guariqueño.