viernes, 17 de septiembre de 2010

Entre la geología y la anécdota: Las galeras de Ortiz y de Tiznados*

Ponencia presentada en el

VI ENCUENTRO DE CRONISTAS, HISTORIADORES E INVESTIGADORES

ORTIZ, 20 DE AGOSTO DE 2010


Las galeras en los libros de geografía


Oldman Botello

La Galera de Mapire, Ortiz, Edo. Guárico. foto Ari Sojo


Uno recuerda en los libros de geografía de Venezuela utilizados en la escuela primaria -y el autor siempre tuvo a la mano textos escritos por el recordado Hermano Nectario María y por los educadores J. M. Siso Martínez y Humberto Bártoli- que cuando se hablaba de la orografía del centro del país, salían a relucir las legendarias Galeras, bien sea las de Tiznados, las de Oñiz, las de Guarumen las del Pao y Camatagua, muy nombradas y cantadas. En esos textos se leía que se nombraban galeras porque a la distancia, en el horizonte semejaban con su largura más que altura, a una vieja galera o navio español de vela y remo de los siglos XVI, XVII y XVIII donde regularmente se trasladaban los esclavos desde África a América.

Las Galeras en el concepto geológico

En la legendaria Geografía de Venezuela del eminente maestro español radicado en Venezuela, don Pablo Vila, se escribió sobre la data y la conformación de las Galeras, citando el científico Alfredo Jahn: "[... ] a lo largo de la vertiente de la Depresión llanera 'se levanta una pequeña cadena que la acompaña paralelamente en toda su extensión. Esta pequeña onda o repliegue del terreno' es llamada en algunos lugares toponomásticamente La Galera; la Galera de Ortiz o la de El Pao, por ejemplo [...] esta 'onda o repliegue' es el resultado de una iarga falla de corrimiento, que hizo avanzar hacia el norte los estratos eocenos". (Vila, 1960 (I): 98) y más adelante continúa describiendo: [...] Esta cabecera del Llano se ensancha gracias a la aparición en el Eoceno combinado con el Cretáceo. Se presentan estas formaciones entre el Mio-Oligoceno y el Cretáceo metamórfico, con intercalaciones de rocas básicas de la Serranía del Interior" (Ibídem: 111) Nos habla el profesor Vila de que las Galeras son lentas olas durante el proceso geológico y que luego se petrificaron.

Las Galeras en la voz de viajeros y científicos extranjeros

Alejandro de Humboldt, que visitó la zona en el año 18OO, al referirse a los morros de San Juan y de San Sebastián, escribe en su extraordinario libro Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente que ambos parecen estar enlazados y también con la Galera [...] que limita los Llanos como una muralla rocallosa" (Humboldt, 1985 (III): 198) El mismo Humboldt fue objeto de la visión de los espejismos que el sol reverberante provoca en las soledades del llano guariqueño. Escribió también en su libro que [...] Los montículos de San Juan y Ortiz, la sierra llamada La Galera, parecen suspendidas cuando se les ve al lado de las estepas, a 3 o 4 leguas de distancia". (Ibídem, II: 392).
El francés Juan Bautista Boussingault, que andaba por Venezuela en 1822-1823, al referirse a las rocas de la zona al sur de San Juan de los Morros escribió que eran negras, especie de diorita con cristales de piroxeno; éstos, en algunos puntos se hallan alterados, y forman a consecuencia de la alteración, un caolín piroxénico [...] las rocas que acabo de mencionar pertenecen a esa fila,de colinas , como también el monte de La Galera" [Boussingault, 1974: 216]
El alemán Friedrich Gerstacker, en su tránsito por la zona a comienzos de 1868, deja la siguiente referencia [...] Desde Ortiz en adelante la región era completamente quebrada, encerrada a derecha e izquierda por cadenas montañosas de alguna consideración, pero que a ojos vista decrecían a medida que avanzábamos hacia el sur" [Gerstacker, 1968: 62]
El médico alemán Cari Sachs, anduvo por estas tierras guariqueñas en 1877. Pasó aclarando por Ortiz y escribió en sus memorias de viaje: [...] subimos inmediatamente a La Galera, la cual nos ofreció una bella vista del apacible valle de Ortiz [...] Pernoctamos en una fonda que hay sobre el lomo de La Galera y la cual es llamada Los Dos Caminos [...] La falda de La Galera de Ortiz es extremadamente suave; sin límite preciso, desaparece la cadena de colinas en la superficie horizontal de la estepa. Los bellos y frondosos árboles que en el lomo de La Galera orlan el camino con espeso bosque forman siempre poco a poco grupos más pequeños separados unos de otros por claros cubiertos de hierba" (Sachs, 1987: 82-83)

Las Galeras como paraíso de cazadores

Como se observa en los testimonios de estos educadores, viajeros y científicos, las Galeras orticeñas llamaron la atención y concitaron el estudio de su formación geológica en simbiosis con la admiración del paisaje del piedemonte y del Llano propiamente tal. Pero las Galeras han sido siempre, antes mucho más que ahora, reducto de cazadores. En el piedemonte y sobre las galeras y en los valles inmediatos siempre habitaron jaguares, pumas, venados, báquiros que lo convirtieron en el paraíso de los aficionados a las escopetas, al igual que las costas del Aguaro y Guariquito para la cacería y la pesca. Aún en los años sesenta se contaban en mi pueblo de Villa de Cura, historias fantásticas de cacerías de animales, aventuras reales o inventadas por diestros cinegetas o avezados lanceros que con arma tan rudimentaria acometían o esperaban a los jaguares para ensartarlos; también la visión de señales, luces, supuestas ánimas en pena y figuras espectrales nocturnas. Un reconocido hombre público, que fue asesor petrolero, gobernador de Amazonas, secretario de la Presidencia de la República y notable memorialista, el Dr. José Giacopini Zárraga (1911-2008), fue un arrasador tigrero con sus escopetas o con rifles en el Guárico, Apure, Cojedes, Amazonas, Portuguesa y Barinas. Después se convirtió, serenada ya su vida, en conservacionista arrepentido. Para un evento científico narró sus experiencias de cazador y en una de sus fragmentos fefiere la actividad en la Galera de Ortiz. Así lo dijo en su texto:
[... ] Hablemos de otros felinos. Los pumas, llamados leones en Venezuela. Tuvimos oportunidad de encontrar varios san ir especialmente a cazarlos. Cuando echábamos lances con perros en las galeras al norte del distrito Roscio del estado Guárico. Galeras de Corocito al oeste de Ortiz o las situadas más al norte, en las zonas de Parapara y Uverito, muchas veces los perros persiguiendo a los venados levantaban pumas que unas veces corrían y otras se encaramaban en un árbol, pero sin dar oportunidad de tirarlos. Una vez en las galeras de Uverito, en tierras de Nicolás Sosa, cazaba en unión de Ramón Azerm, Pedro Polanco y Luís Esteban Pérez, de Los Teques, quien poseía una buena trailla de perros venaderos. Echamos un lance que se perdió, no apareció ningún venado, yo estaba hacia el este en la parada más lejana y cuando oí que llamaban a los perros para marcharnos, experimenté la sensación de que alguien me estuviese observando, me volteé con cuidado y como a 30 metros de distancia estaba un puma sentado sobre las patas traseras y efectivamente, viéndome. Le disparé con un Winchester 44 que cargaba ese día y logré acertarlo en la base del cuello; se trataba de un macho grande". (Giacopini Zárraga, 1992: 46)
Hoy no abunda la cacería en las Galeras, aunque siempre se encuentran, especialmente en los meses de sequía, los venados y váquiros de acuerdo a comentarios de gente de Ortiz y de Parapara. Pero la idea es preservar su habitat y la flora, la hermosa flora de las galeras, los araguaneyes, los chaparros, las palmas, donde crezcan, guásimos y demás árboles que forman la floresta de las galeras de Ortiz, de Tiznados y del Pao.

FUENTES CONSULTADAS

Apuntes estadísticos del Estado Guárico. (1967). San Juan de los Morros: Biblioteca de Temas y Autores Guariqueños.
BOTELLO, Oldman. (1994) Para la Historia de Ortiz. Ortiz: Publicaciones de la Alcaldía del municipio Ortiz.
BOUSSINGAULT, Juan Bautista. (1974) Memorias. Caracas: Ediciones Centauro.
DUPOUY, Walter. (1966) Sir Robert Ker Porter's. Caracas Diary/1825-1842. Caracas: Instituto Orto y Magdalena Blohm.
GERSTACKER, Friedrich. (1968). Viaje por Venezuela en el año 1868. Caracas: UCV, Departamento de Idiomas Modernos
GIACOPINI ZÁRRAGA, José Antonio (1992) "Reminiscencias cinegéticas: jaguares, pumas, onzas y cunaguaros", en: Felinos de Venezuela. Caracas: Memorias del Simposio organizado por Fudeci. 01-04 de septiembre de 1991
HUMBOLDT. Alejandro de. (1991). Viaje a las regiones equinocciales del nuevo continente. Caracas: Monte Avila Editores. Vol.
SACHS, Carl. (1987). De los Llanos. Caracas: Fondo Editorial Conicit. VILA, Pablo. (1960) Geografía de Venezuela. Caracas: Ediciones del Ministerio de Educación. Vol.

Informantes

Don Perucho Seijas (Parapara)
Dr. Lucas Manuel Moreno (Villa de Cura)
Prof. Fernando Rodríguez Mirabal (Ortiz)

*Tomado de http://fuegocotidiano.blogspot.com/2010/09/entre-la-geologia-y-la-anecdota-las.html

El padre Alberto González Pérez

José Obswaldo Pérez

La historia de la Iglesia católica en Guárico está por escribirse, como las de sus pastores y religiosos. Sólo me voy referir, en este momento, a un párroco orticeño, pero lo haré con otros más adelante. Me refiero al doctor y presbítero Alberto González Pérez. Un personaje nacido en Ortiz, hijo de don Nicolás González y doña Vicenta Pérez González. Pertenece a una familia de productores agropecuarios y descendiente de militares conformada por siete hermanos: Benigna, Gertrudis, Eulogio, Alberto e Ignacio González Pérez.

El padre del presbítero Alberto González fue ganadero, propietario de tierras en Guardatinajas y su madre doña Vicenta Pérez González era hija del político y militar José Francisco Pérez, actuante de la Guerra Federal y de la política local orticeña. Sus nombres hoy relucen en la documentación sobre los ejidos del municipio Ortiz, específicamente los concernientes a la posesión La Cañada, donde se centra un juicio por la propiedad de estas tierras.

El doctor Alberto González Pérez fue un cura de brillante lucidez intelectual que ocupo altas labores en la iglesia venezolana, durante el difícil episcopado de monseñor Silvestre Guevara y Lira. Le toco ocupar cargos en Caracas como Secretario del Arzobispado, Canónigo de la Catedral, Rector y vicerrector del Seminario de Santa Rosa y Capellán de las Mojas Concepcionistas[1].

Durante el conflicto del gobierno de Guzmán Blanco y el arzobispo Guevara y Lira, fue designado Vicario de Zaraza[2], desempeñando allí, por dos años, una gran labor al integrarse a todas las obras sociales, culturales y educativas. Dice Soto Arbelaiz (2001) que fue él quien participó, en 1878 a las autoridades eclesiásticas, la existencia en la villa del Unare de una imprenta llamada El Farallón,[3] con lo cual quedó demostrado que en esta ciudad la imprenta existió mucho antes de lo establecido por los historiadores.

En su ejercicio de sacerdocio, en el Oriente del estado Guárico, fue propulsor de la creación de la parroquia El Socorro, mediante capitulaciones firmadas en 1879 y que, posteriormente, el Obispo Salusiano Crespo creó, oficialmente, el 14 de octubre de 1882. Posteriormente, el doctor González Pérez fue designado sacerdote de Altagracia de Orituco, el 8 de septiembre de 1879[4]. En esta localidad cumplió una ardua labor espiritual, entre la que destaca la de servir de guía a Susana Paz Castillo, una joven mujer que se entregará a la fe de Dios y se conocerá después como la Madre de San José.

En Altagracia de Orituco y San José de Guaribe[5] son los dos lugares donde gran parte este prelado de la Iglesia católica ejerció el sacerdocio. Allí murió, el 11 de septiembre de 1902[6], en Sabana Grande de Orituco, a consecuencia de un derrame cerebral. “El P. González era un excelente confesor y director espiri­tual, así como un buen educador. Era un hombre caritativo con los pobres, a los cuales protegía con amor, desprendi­miento y sacrificio”, señala Verónica de Sousa, en su libro Madre Candelaria de San José: Fuerza y Ternura de Dios (2008).

NOTAS BIBIOGRAFÍAS

DE SOUSA, VERONICA (2008). Madre Candelaria de San José: Fuerza y Ternura de Dios. Caracas: Paulinas Editorial

GONZÁLEZ ROJAS, SORAYA ().Datos Históricos sobre san José de Guaribe.

LA ROSA WERNER, LUIS A (2008). “Madre Candelaria de San José”. En: madrecandelariadesanjose.blogspot.com

PEREZ MARTINEZ, VICTOR MANUEL (1996).Vida y obra de la sierva de Dios Madre Candelaria de San José. Caracas: Ediciones Tripode

RODRIGUEZ, MOISES (1972). Zaraza: (desde una esquina con faroles). Caracas: Publicaciones "Vale Juan González

Soto Arbeláez , MANUEL (2001). El Guárico oriental, Volumen 2


[4] DE SOUSA, VERONICA (2008). Ob. cit

[6] PEREZ MARTINEZ, VICTOR MANUEL (19).Vida y obra de la sierva de Dios Madre Candelaria de San José

Imagen tomada de http://unasantacatolica.blogspot.com/2009/08/las-7-excelencias-de-la-sotana.html

El Motor de aire desafía la segunda Ley de la Termodinámica. Invento de un guariqueño.