miércoles, 21 de septiembre de 2011

Médicos que se llamaban científicos

José Obswaldo Pérez

A finales del siglo XIX, el pueblo de Ortiz contó con selecto grupo de médicos que entregaron sus esfuerzos a prevenir y curar enfermedades, a edificar, mantener e higienizar las casas de beneficencia o realizar otras funciones vinculadas con la sanidad. Muchos de estos hombres, de cuya grandeza y nombres permanecen en el olvido, eran calificados como científicos. Así constan en viejos papeles y documentos de los repositorios que aún se mantienen en el Registro Civil de Ortiz.

Uno de ellos es don Eladio Simón Matute Matute, un destacado médico orticeño, nacido en 1858. Hijo de don Vicente Matute Acosta, un portentoso ganadero de la localidad; y de doña Juliana Matute, pariente consanguínea, ambos oriundos de San Nicolás de Paya. Casó con doña Guadalupe Cisneros en 1883, de cuyo matrimonio nacieron Eladio, Paz, Horacio y Moisés Matute Cisneros.

Eladio Matute obtuvo el título de doctor en Medicina en la Universidad de Caracas, la hoy UCV, el 30 de junio de 1876; una vez que culminó sus estudios de Bachiller y licenciado en medicina en la misma Casa de Estudio. Formó parte de la Sociedad de Ciencias Físicas y Naturales de Caracas. Circulo científico donde compartió experiencias con notables hombres de ciencia y médicos de la sociedad caraqueña.

En su ejercicio como médico integró parte del equipo sanitario que atendió la epidemia de Ortiz, en 1899. Con él formó parte su paisano y pariente José María Graterol Matute, también egresado de la UCV y el doctor Eulogio Velázquez, oriundo de Mucuchíes y graduado de médico en Paris, en 1869. Especialista en fiebre amarilla, porque su tesis doctoral versó sobre “La Fièvre Jaune”.

También, Matute formó parte de los hombres de liberalismo local. Fue dirigente del partido Liberal Amarillo en Ortiz, donde transcendió como una figura pública. Fue Diputado por el Estado Miranda entre los años 1893-94. En las elecciones de 1897, en un telegrama dirigido desde Ortiz, el doctor Eladio S. Matute le reclama al doctor José Ramón Núñez, en tono molesto: “Solo hay dos contrarios. El Partido Rojista se componía de la escoria de aquí y con sus tres promotores, Constantino Matute, Julián Morichales y Mariano Polanco, componían treinta personas”.

Fue dueño en Guardatinajas de la posesión Las Animas, cerca de San José de Tiznados, tierras que fueron heredadas de su padre don Vicente Matute. Se trataban de unas 80 leguas, equivalentes a 139.680 has, y que históricamente la Corona Española le concedió al Conde de La Graja, don Fernando Ignacio Ascanio, el título de composición sobre un terreno entre los ríos Chirgua, Tiznados, Caño de Agua Verde y Las Galeras del Pao. Región con mucha agua y forraje en la estación de verano.

Sobre su descendencia familiar podemos señalar que Eladio Matute Cisneros, nacido en 1882, cursó estudios en el liceo Alejandro Humboldt de Calabozo y se graduó de Ingeniero Civil, el segundo de esta profesión en Ortiz, después del general Roberto Vargas Díaz. Heredó 8 leguas y media (14.849 has) de tierra de la Posesión Las Animas, conocida como terrenos matuteros en Guardatinaja. Falleció en un accidente de tránsito. Paz, nació en 1884 y casó con el orticeño Jesús Nicomedes Rodríguez Marrón, el 17 de Mayo de 1905. Sobre los dos menores restantes de los Matute Cisneros no tenemos mayor información de sus vidas más allá de su fecha de nacimiento: Moisés, nacido en 1888 y Horacio Teodoro de la Encarnación, el 26 de marzo de 1895.

fuegocotidiano@gmail.com

APUNTES PARA ESTUDIAR EL ORIGEN DE SAN RAFAEL DE ORITUCO

Carlos A. López Garcés

Cronista de Altagracia de Orituco

Municipio José Tadeo Monagas

Estado Guárico

A la memoria del padre Chacín, historiador solícito de los pueblos valleorituquenses.

Ubicación

San Rafael de Orituco es la capital de la parroquia de igual nombre del municipio José Tadeo Monagas del estado Guárico. Está ubicado en el sur de la Serranía del Interior, a cinco kilómetros al sur-oeste de Altagracia de Orituco, que es la cabecera municipal, en la ribera derecha del río Orituco y a la izquierda de la quebrada Tememure, que es afluente de aquél, entre las coordenadas 66º 24’ de longitud oeste y 9º 50’ de latitud norte y a 331 metros sobre el nivel del mar (1). Debe su nombre al arcángel San Rafael y al río a cuya margen asienta.

Un topónimo sincrético

El toponímico San Rafael de Orituco es consecuencia de un sincretismo sucedido con la participación de dos elementos culturales básicos y expresados con dos palabras castellanizadas. El primero es una divinidad del catolicismo hispano-dominante, representada por San Rafael, que es uno de los arcángeles venerado como una divinidad y está considerado como protector de los viajeros y enfermos; el vocablo Rafael proviene del hebreo y significa “medicina de Dios”(2). El segundo

es un factor zoológico dado por aves psitácidas de la fauna suramericana, representado por el término Orituco que deriva del quechua uritu-cu, con el cual los incas nombraban genéricamente a los papagayos o loros(3).

Inicios del poblado

El comienzo de esta población orituquense es materia de estudio pendiente, aun cuando existen informaciones respetables sobre este particular, recopiladas por algunos autores confiables, que fueron publicadas sin establecer criterios definitivos, quizás por las limitaciones propias habidas desde tiempos remotos para investigar historia de las localidades valleorituqueñas, específicamente en el caso del origen del pueblo San Rafael de Orituco. Sin embargo, sus trabajos son aportes valiosos para motivar la búsqueda de nuevos conocimientos esclarecedores; especialmente, los de Monseñor Rafael Chacín Soto (el padre Chacín), acucioso investigador de la historia regional, quien propuso el 26 de junio de 1667 como fecha del inicio de San Rafael de Orituco, porque –dijo- fue entonces cuando el maestre de campo don Pedro de Mezones pidió licencia, que luego obtuvo, para establecerse en la Mesa de los Guaiqueríes; este peticionario hispano-conquistador anunció, luego de breve tiempo, que había poblado formalmente y edificado ermita en aquel lugar(4). La respetabilidad de aquel sacerdote historiador obliga, no obstante, a continuar estudiando su proposición; aunque puede comentarse desde ya que la fecha correcta de la concesión de aquella licencia fue el 21 de junio de 1677, según lo expresa una fuente documental(5).

El surgimiento de San Rafael de Orituco es resultado de la fundación y afianzamiento de San Sebastián de los Reyes. Esta ciudad comenzó en territorio del actual municipio José Tadeo Monagas del estado Guárico, en enero de 1585; luego de varias mudanzas forzosas, ocasionadas por la resistencia indígena, fue establecida definitivamente a orillas del río Caramacate, donde asienta desde 1676. El cabildo sansebastianés era un núcleo de poder hispano-colonialista, con facultad para hacerle concesiones territoriales y de otras índoles a sus propios cabildantes o familiares suyos, que demostraran los servicios prestados al Rey. Un beneficiario de estas concesiones fue el maestre de campo don Pedro de Mezones, quien, de acuerdo con escritos suyos que datan de 1683, desde el 21 de junio de 1677 había poblado y hecho ermita en la llamada Mesa de los Guaiqueríes, en el Valle de Orituco, donde, además, poseía una vega de cacao “…que corre desde el camino que sale al río y llaman del capitán Juan de Laya hasta la quebrada de Tememure…”(6) En este mismo espacio, después de la muerte de don Pedro de Mezones y de la de su esposa doña Mariana de Mendoza y Sotomayor ocurrida en diciembre de 1693, con lo cual quedaron vacantes tales tierras, surgieron los pueblos Altagracia de Orituco, al norte en 1694, y San Rafael de Orituco, al sur, precisamente a la margen izquierda de la quebrada Tememure, a una legua de distancia de Altagracia y en un año impreciso todavía.

Sin embargo, Adolfo Antonio Machado (1855-1903), cronista de los pueblos orituqueños, afirmó, sin citar la fuente, que la parroquia San Rafael de Orituco ya existía en el año 1600(7). Esta afirmación machadiana está en duda y motiva las siguientes observaciones:

1º) En el año 1600 aún no había sido consolidada la ciudad de San Sebastián de los Reyes, núcleo de expansión hispanocolonialista hacia el Valle del Orituco y otros lugares de los Llanos de Caracas, porque la resistencia indígena al proceso de conquista obstaculizaba la consolidación de aquella ciudad y era determinante para sus mudanzas obligatorias.

2º) Mesa de los Guaiqueríes, lugar donde surgió San Rafael de Orituco, fue llamada durante años la extensa vega donde tuvo estancia y encomienda Alonso García Jarillo(8). Allí no había iglesia en 1634, cuando el licenciado Domingo de Ibarra, Chantre de la Catedral de Coro, visitó las encomiendas de Orituco para conocer el estado de adoctrinamiento de los aborígenes; este visitante ordenó, entre otros casos, la construcción de una iglesia en la estancia de Alonso García Jarillo para adoctrinar a los indígenas de este encomendero y a los de Mariana Jarillo, madre y tutora del menor Andrés de San Juan(9). No está claro qué ocurrió con aquel mandato sacerdotal; pero puede inferirse que al menos una capilla (de poca duración) habrían fabricado porque era necesaria para el objetivo hispano-dominante.

3º) El Obispo de Venezuela, don fray Antonio González de Acuña, fundó una iglesia en 1676 para los feligreses del valle de San Miguel del Rosario hasta el sitio de La Cruz (posesión del maestre de campo don Pedro de Mezones) cuyo libro de bautismos, velaciones y casamientos fue iniciado el 4 de junio del mismo año 1676 por el padre Juan de Barnuevo, cura capellán de la comunidad sanmiguelina(10). No obstante, la primera partida de bautismo de este libro data del 29 de septiembre de 1677 y correspondió a un negro llamado Domingo, esclavo adulto de don Pedro de Mezones(11). Esto permite suponer que en la Mesa de los Guaiqueríes, sitio que estaba bajo la jurisdicción eclesiástica de San Miguel del Rosario, solo había en 1677 la ermita construida por Mezones; allí no había aún una iglesia propia.

4º) El obispo Mariano Martí (1721-1792), refiriéndose a los libros eclesiásticos de San Rafael de Orituco, apuntó lo siguiente: “El libro parroquial más antiguo tiene por primera partida la de un bautismo del primero de mayo de 1695, firmada por don Nicolás de Avila, Cura capellán…”(12) Esta nota martiana es suficientemente explícita e indica que el curato sanrafaelino ya estaba organizado desde hacía cierto tiempo, al momento de aquella visita pastoral ocurrida en marzo de1783; sin embargo, algunos han asociado equivocadamente esta fecha del 1º de mayo de 1695 como el día de la creación de la parroquia San Rafael de Orituco y otros como el de la fundación del pueblo.

Un conquistador recompensado

Don Pedro de Mezones sirvió al Rey durante muchos años seguidos. Así lo acreditó el propio monarca español en una Real Cédula dirigida al Gobernador y Capitán General de la Provincia de Venezuela, fechada en Madrid, el 21 de junio de 1680:

“…Por parte de don Pedro de Mezones se me han representado sus servicios continuados de muchos años a esta parte, habiendo dado principio a ellos en el presidio de y fuerza de Araya, con plaza de soldado, de donde pasó a ser Alférez y Capitán de Infantería, por nombramiento del Gobernador de Cumaná; y lo sirvió hasta que fue reformado y después le nombró por Sargento Mayor de la Nueva Barcelona, con cuya ocupación hizo un servicio particular y el Gobernador don Sancho Fernández de Angulo lo nombró por Maestre de Campo de la Provincia de Cumaná y le creó su Teniente Capitán a Guerra y Justicia Mayor de ella, y le encargó el castigo de unos indios caribes y algunos franceses; y que en la expulsión de los que aquel año entraron y en la asistencia de las misiones y pueblos fundados, procedió con suma aplicación y celo; habiendo hecho diferentes entradas al castigo de los indios rebeldes, yendo siempre por Cabo General de los trozos de infantería, manteniéndola a su costa, como también fue a socorrer la ciudad de San Carlos y lo consiguió y en esta ocasión sustentó seis meses, a sus expensas, la gente que llevaba, hasta que se retiró…”(13)

Esta actuación de Mezones le sirvió para que el Rey recomendara proveerlo y ocuparlo en los oficios y puestos correspondientes a su calidad y servicios, que pudiera continuar con probidad “…y en lo demás que se le ofreciere le honrareis, ayudareis y favorecereis, que de ello me daré por servido…”(14)

El maestre de campo don Pedro de Mezones era vecino de la ciudad de San Sebastián de los Reyes, donde fue alcalde ordinario de su cabildo en 1679(15). Este conquistador español había obtenido buenas recompensas por sus servicios al Rey. Una de éstas era el sitio de La Cruz, donde tenía hato desde 1667, aproximadamente(16). El período de sequía era muy acentuado en este lugar; por esto el ganado se dispersaba por los sitios Cara, Cura, Guaya, Memo, Nares, Guanayen, Orituco y otros parajes, según decía el propio Mezones en 1681 y 1686(17). Con estas referencias puede inferirse que el sitio de La Cruz estaba ubicado entre Orituco y Guanayen, al sur-oeste del actual San Rafael de Orituco.

Conclusiones primarias

1º.- San Rafael de Orituco se habría formado espontáneamente durante la segunda mitad del siglo XVII, en terrenos poseídos por el maestre de campo don Pedro de Mezones, en la llamada Mesa de los Guaiqueríes, desde el paso de Juan de Laya hasta la quebrada Tememure. Debido a la muerte de Mezones, estas tierras fueron heredadas por su viuda, doña Mariana de Mendoza y Sotomayor, quien falleció en diciembre de 1693, por lo que aquella posesión territorial quedó vacante y a la disposición del Rey. Estas circunstancias habrían favorecido dos hechos poblacionales muy significativos para la dominación hispanocolonialista del Valle de Orituco: por una parte, el surgimiento de una comunidad de indígenas guaiqueríes el 1º de marzo de 1694, llamada posteriormente pueblo de Nuestra Señora de Altagracia; por la otra, la evolución del pueblo San Rafael de Orituco y su consolidación parroquial, tanto que para el 1º de mayo de 1695 ya estaban conformados sus libros eclesiásticos.

2º.- Con razón José Antonio de Armas Chitty (1908-1995), al analizar lo dicho por el obispo Martí con respecto a los libros eclesiásticos de San Rafael de Orituco, escribió que el origen de este pueblo es alterno y tiene semejanzas con el de Altagracia(18). Con estas premisas, es posible deducir que no es casual que Lucas Guillermo Castillo Lara (1921–2002) y Adolfo Rodríguez (1939) coincidieran al afirmar que Altagracia y San Rafael fueron fundados en 1694(19).

3º.- Debe entenderse que el término fundación habría implicado la oficialización de un acto institucional; es decir, habría sido el reconocimiento oficial de la existencia de una comunidad recién creada o ya existente desde hacía cierto tiempo, a la cual, mediante ese acto institucional, se le asignaba oficialmente: nombre; autoridades civiles, militares y eclesiásticas; divinidad patronal; territorio; jurisdicción; espacio para viviendas, agricultura y cría, plaza pública, iglesia, casa de gobierno, casa cural, calles, cementerio, cárcel; grupos étnicos, etcétera. Con San Rafael de Orituco habría acontecido un hecho similar, pues, desde sus primeros años de existencia oficial, fue pueblo de blancos y de asiento de los poderes públicos o entes gubernamentales.

4º.- No hay noticias conocidas que sirvan para esclarecer las particularidades e intimidades de los hechos que derivaron en el surgimiento y consolidación de San Rafael de Orituco. Por ejemplo: falta investigar acerca de las repercusiones de la vigencia y desaparición del régimen de encomiendas en el proceso formador de este pueblo valleorituqueño. Estos Apuntes para estudiar el origen de San Rafael de Orituco son, simplemente, un modesto aporte para contribuir con ese propósito historiográfico*.

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* Observaciones:

1.- Trabajo leído en el Primer Encuentro de Historiadores y Cronistas celebrado en la Casa Canaria de Altagracia de Orituco, durante los días 23, 24 y 25 de octubre de 2008.

2.- Las referencias, notas y fuentes se mantienen en reserva

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