miércoles, 5 de diciembre de 2012

JULIO CÉSAR PÉREZ ÁLVAREZ


(Los Teques: 6/4/1888 - Valle de la Pascua: 26/10/1973)
(Artesano y presidente fundador de la Sociedad Socorro
Mutuo de Valle de la Pascua)

FELIPE HERNÁNDEZ G.
UNESR/Cronista de Valle De la Pascua

            Julio César Pérez Álvarez nació el 6 de abril de 1888 en Los Teques, ciudad de donde eran naturales sus padres, don Antonio Pérez y doña Verónica Álvarez de Pérez. Nieto del canario don Fulgencio Pérez, quien entre otros oficios, era comerciante de hortalizas, legumbres y frutos menores en los alrededores de la plaza del mercado de San Jacinto en Caracas.
            Guiado por su espíritu aventurero y emprendedor siendo muy joven, con apenas 18 años, viajó a la república de Costa Rica, donde vivió durante cuatro años. Una vez ahí, para sobrevivir debió realizar diversos oficios, entre otros: carpintero y mecánico; en ese país entabló amistad con el hacendado Manuel Alvarado, propietario de la hacienda “Cachí” en las inmediaciones de la ciudad de Cartago, donde se estableció. En 1910 vuelve a Venezuela. En poder de sus familiares reposa una misiva firmada por don Manuel Alvarado, donde le invita que regrese a Costa Rica, invitación que no atendió.
            Posiblemente a finales de 1915 o a principios de 1916, cuando el mundo sufría los embates y las convulsiones de la Primera Guerra mundial y Venezuela vivía los rigores y el atraso del Gomecismo, Julio C. Pérez, inspirado en el lema del escudo del Guárico:“Si amas la libertad ven a mis pampas” acepta la invitación que le formula su tío político, el Dr. Rafael Zamora Arévalo, para que se viniese a Valle de la Pascua.
            Para ese entonces, Valle de la Pascua era un pueblo bucólico y rural, sumergido en las rémoras decimonónicas, tierra fértil para que la inventiva y la creatividad de Julio C. Pérez se exponenciara y prosperara. Esa capacidad se manifestó en el montaje de las primeras máquinas de pilar maíz y trillar arroz que se establecieron en la población. Asimismo, junto con los ciudadanos Juan Caffiero, Manuel Santaella y Luis Adolfo Melo, fue artífice del alumbrado público de la plaza Bolívar, mediante la instalación de lámparas de acetileno; y fue factor importante en la instauración a través de bandas magnéticas, de las primeras líneas telefónicas que comunicaron a las poblaciones de Valle de la Pascua, Las Mercedes del Llano y Tucupido.
En 1920 contrajo nupcias con la joven vallepascuense Ana Dolores Ramírez Camero, con quien procreó a sus hijos: Julio, Hernán, Zobeida y María Pérez Ramírez. Fue miembro de la Logia Libertador Nº 89, y en 1923, miembro fundador y primer presidente de la Sociedad Socorro Mutuo.  
            Entre otras actividades, en Valle de la Pascua, dio un aporte importante al arte de la fotografía; se dedicó a la exhibición de películas mudas; a la herrería, la armería, la instalación de molinos de viento y la mecánica, oficios que conocía y ejercía con profesionalismo y experticia. Poseía la licencia para conducir automóviles Nº 356, expedida por la gobernación del Distrito Federal, siendo con Domingo Shettino de los primeros chóferes titulares del Guárico.
Su taller estaba ubicado en la calle González Padrón, entre las calles Guasco y Descanso, frente a la Tipografía de Luis Fernando Melo. El año 1942 se encuentra en Caracas, trabajando como mecánico en el frigorífico del Mercado de San Jacinto. Ese año, el presidente Isaías Medina Angarita designó al señor Julio Ramón Montenegro como gobernador del Guárico, este a su vez designó a don Julio C. Pérez, jefe del Acueducto Municipal del Distrito Infante, cargo que desempeñó hasta 1946, año en que los pozos que surtían el acueducto se secaron.
            Se le recuerda como un hombre de rectos principios, de recia personalidad y temple, tuvo como norma de vida, que sus trabajos fuesen duraderos y confiables; de gran sensibilidad social, siempre dispuesto a tender la mano solidaria a los más humildes.
En 1946 se sumó a los firmantes de una carta pública dirigida al gobernador del Guárico, don Ricardo Montilla. Recibida la misiva por el destinatario, éste les convoca a través del prefecto, Manuel Esteban González, a presentarse en su despacho en San Juan de los Morros, a los fines de persuadirlos para que rectificasen y se retractasen de lo planteado en la comunicación. El prefecto cita a los firmantes y les muestra el telegrama enviado por el gobernador. Para asombro del jefe civil y de los presentes, Julio C. Pérez solicita al secretario de la prefectura: papel y lápiz. Cuando el prefecto pregunta ¿para qué? Le responde: “Por favor Manuel, es para contestarle al Gobernador”, a quien le escribe una esquela con el siguiente texto:
Ricardo Montilla.
Casa de Gobierno. San Juan de los Morros.
“No rectifico. Ratifico”. Julio C. Pérez”.
            Don Julio César Pérez Álvarez murió en Valle de la Pascua, el 26 de octubre de 1973, a los ochenta y cinco años de edad.
REFERENCIAS:
Archivo de la Sociedad Socorro Mutuo. Valle de la Pascua, agosto 2012.
GONZÁLEZ, Gustavo (Gustavito). Conversación informal. Agosto 2012.
PÉREZ RAMÍREZ, Hernán. (s/f): Julio C. Pérez ÁlvarezSemblanza. Hoja suelta.

EL ALZAMIENTO DEL GENERAL CELESTINO PERAZA


FELIPE HERNÁNDEZ G.
UNESR/Cronista de Valle De la Pascua

                El general Celestino Peraza Berroeta, nacido en Chaguaramas en 1850, fue poeta, novelista, minero y aventurero en las selvas de Guayana; siendo funcionario con rango de ministro en el gabinete del presidente Cipriano Castro, el 14 de diciembre de 1900 se alzó en las vecindades de su pueblo Chaguaramas, acompañado de varios de los integrantes de la familia Manuitt, también de Chaguaramas, menos uno, Francisco Manuitt (hijo), quien los denunció ante su jefe el Gral. Cipriano Castro. De ese alzamiento quedó como demostración del suceso, el intercambio de telegramas entre los amigos del régimen, anunciando los movimientos de la hueste alzada para reducirla.
            Dice Oldman Botello (2009), que ese diciembre, en el llano guariqueño Peraza emitió una proclama al levantarse en armas contra el que calificaba de “... inepto como intolerable..., tiranuelo vulgar sin las más ligeras nociones de gobierno y de administración...”, como le comentó al general Pablo Sierra Escalante el 12 de diciembre, antes de iniciar su revuelta en el sitio de Turmerino. Le indicaba además que su movimiento “más que una revolución,…será un plebiscito nacional armado que desagradaría a la República de la afrenta que hoy pesa sobre ella...”.
            Los telegramas hablan por si mismos. He aquí algunos de ellos:
            Telégrafo Nacional. Caracas, 18 de octubre de 1900.
            Sr. Gral. Castro “Me dice Tucupido: Anoche a las 11 llegaron a ésta hombres armados cogiendo vía de Zaraza. Desde ayer está un Jefe revolucionario reclutando gente a 2 leguas de esta población.  Se supone sea Antonio García de La Pascua”. Valarino.
                Telégrafo Nacional. Chaguaramas, 14 de diciembre de 1900.
            Sr. Gral. Castro. Recibido su telegrama de hoy para el Gral. F. Manuitt, hijo. Grata ha sido nuestra sorpresa al observar que dirige también sus paternales miras hacia estas apartadas regiones y aplaudimos como es debido, su filantrópica medida de enviar esos 2.000 bolívares para el socorro de los pobres de acá, pues no son pocos los que sucumben presa de la más espantosa miseria. Dios le inspire y le proteja. Gral. Marcos Celis, J. M. Carrillo, Pbro. Augusto Vansray, Pedro A. Belisario, Eliseo A. Peraza, A. Manuitt Peraza.
            Telégrafo Nacional. Caracas, 14 de diciembre de 1900.
            Sr. Gral. Castro, transcribo a usted el siguiente telegrama: La Pascua: 14 de diciembre de 1900. Dr. Villegas Pulido. Calabozo. Acaba participarme Jefe Civil de Chaguaramas que anoche como a las 7 llegaron a Las Palomas, jurisdicción de ahí dos hombres a caballo y ocho a pie; y que procede averiguar con qué objeto. Esta Jefatura le exita a la mayor actividad y que dé cuenta. Avisaré a usted. Aquí ninguna novedad. Dios y Federación.
            Telégrafo Nacional. Chaguaramas, 14 de diciembre de 1900.
            Sr. Gral. Castro. Me permito comunicarle que hay rumores de que de un momento a otro puede haber novedad; pero estos son decires de cuya verdad no estoy en posesión. No obstante, averiguo con la mayor actividad, para comunicar a usted lo verídico de estas conversaciones. Su leal amigo. F. Manuitt, h.
                Telégrafo Nacional. Calabozo, 14 de diciembre de 1900.
            Sr. Gral. Castro. Acabo de recibir su telegrama de hoy a las 3 y ½. Puedo asegurarle que si estoy listo para salir, el sábado, como saldré débese únicamente a la actividad incesante con que hemos obrado. Permita que le recuerde que el Gral. Luis Crespo Torres, estaba en El Calvario a 13 leguas de aquí; el Gral. Francisco Ramos está en Los Trompitos y Pirital a 18 leguas; el Gral. Pedro I. Carreño en Camaguán a 24 leguas; el Gral. Sixto Bolívar en Ortiz, a 18 leguas; el Gral. José Eugenio Herrera en San José de Tiznados a 12 leguas; el Gral. Alejandro Landaeta en Los Higuitos a 10 leguas. El Dr. González Garmendia en Guardatinajas a 14 leguas; y así sucesivamente. Como usted ve, mi Gral., aquí todo está muy enredado, y sin embargo, la mayor parte de esos jefes, han venido aquí a hablar conmigo se han regresado y para el sábado estaré en marcha.
            Las fuerzas que se piensan enviar a Altagracia, deben ocupar dicha plaza cuanto antes. Quedo en cuenta de que el Ministro de Hacienda pondrá en la Casa Blohm los 6.120 Bs. a mi orden. Esté seguro que al moverme de aquí no perderé ni un instante, porque yo no soy de los que se sientan a comer carne y coger ganado. Su leal amigo Villegas Pulido.
            Ningún telegrama de Celestino Peraza, jefe de los alzados. El día 18 de diciembre ya la revuelta del Gral. Celestino Peraza Berroeta había fenecido y los 300 hombres armados que trajo a Valle de la Pascua se habían pasado al gobierno. Se puede decir que fue derrotado por los telegrafistas. Él no conocía la importancia del telégrafo.
            Finalmente puede decirse, que la toma insurreccional de Valle de la Pascua por el general Celestino Peraza en el año 1900, no logró el éxito esperado porque como estrategia no tuvo la precaución de tomar la oficina del telégrafo, con el resultado que el telégrafo y los telegrafistas fueron la causa inmediata de su derrota, porque lo delataron, al informarle de sus andanzas a las fuerzas del gobierno.
            Aunque parece una contradicción, don Modesto Manuitt afirmaba que en su familia siempre se aseguró, según testimonio de sus mayores, que “aunque el general Celestino Peraza ya no era amigo del gobierno, fue él quien le redactó la proclama al general Cipriano Castro, aquella de “¡La planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la Patria!”, pronunciada por Castro el 9 de diciembre de 1902, cuando potencias europeas bloquearon las costas venezolanas en reclamo por el pago de deudas. Don Oldman Botello tiene otra versión, según la cual, la proclama la redactó el historiador cojedeño Eloy Guillermo González, que fue de los profesores de historia cuando se fundó el Pedagógico de Caracas. Son los entresijos de la historia…
           
            Valle de la Pascua, 21 de agosto de 2012

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