domingo, 20 de noviembre de 2016

LA RADIO EN VALLE DE LA PASCUA... Antecedentes históricos.

FELIPE HERNÁNDEZ G.
Cronista Oficial del Municipio Leonardo Infante- Valle de la Pascua


La historia de la radio en el estado Guárico comenzó a mediados del siglo XX cuando se abrieron las primeras radios en Amplitud Modulada (AM) en San Juan de los Morros, Valle de la Pascua y Zaraza. Los antecedentes en Valle de la Pascua se remontan al año 1949, cuando Luis Adolfo Melo fundó la Publicidad Guárico y con cuatro altoparlantes colocados en diferentes esquinas de la ciudad transmitía programas y avisos comerciales y sociales desde las siete de la mañana hasta las nueve de la noche.
El año 1950 se estableció en Valle de la Pascua  el ingeniero Carlos Poleo, propietario en ese entonces de las emisoras “La Voz del Tigre” en El Tigre y “Ondas Porteñas” en Puerto La Cruz- estado Anzoátegui, su idea: instalar una estación de radio en Valle de la Pascua. Para ello compró la Publicidad Guárico a Luis Adolfo Melo, y solicitó los permisos ante el Ministerio de Comunicaciones y el Concejo Municipal de la época.
            Con el nombre de Radiodifusora La Pascua YVLO, 1370 kilociclos inició el período de prueba el tres de noviembre de 1952. El 28 de noviembre de ese año fue inaugurada oficialmente. En 1955 la emisora fue comprada por los señores José Rafael Negrón y Carmen Khan. Aquí comienza lo que se podría considerar la segunda etapa de la emisora. Posteriormente, el primero de noviembre de 1971 la emisora fue vendida nuevamente a la compañía Intrasol de los señores Simón Moreno Moreán, Evangelo Yanopoulos y Mario Casamassima. Radio La Pascua significó para Valle de la Pascua la entrada al mundo de la información de una ciudad que en los años cincuenta experimentaba un franco crecimiento, producto de la migración rural-urbana y del establecimiento en la zona de compañías petroleras y florecientes comercios.
            La segunda emisora que se estableció  en la ciudad fue Radio Enlace 860 AM, el 22 de junio de 1990. Siendo sus propietarios los señores Omar Camero Zamora y su hijo Omar Gerardo Camero Álvarez. El 28 de noviembre de 1992 fue inaugurada Radio La Pascua FM, de la compañía Intrasol; y el 25 de septiembre de 1995 inició su programación Radio Ambiente 96.1, cuyos propietarios iniciales fueron el Arq. Manuel Matos Charmelo, la Sra. Carmen Teresa Alcalá de Matos, el Prof. Ramón Santiago Martínez y el Sr. Juan Francisco Champión; en la actualidad, dicha emisora es propiedad del afamado cantautor Reinaldo Armas.
            A partir del año 2000 se han establecido las emisoras FM: Guariqueña 93,5 (Buenísima 93.5); Auténtica 90.5; Alternativa 100.7;Ambiente 96.1 FM; Buenísima Plus 101.5 FM; Deportiva 98.3 FM; Deportivísima FM; Dinámica FM; Estirpe FM; Excelente 92.1 FM; Expresión 90.5 FM; Garcitas Stereo 101.1; Kairos 104.5 FM (Tiempo de Dios); Kolor FM; Luz Guerrera 93.5 FM; Mega Latina 97.9 FM; Onda La Superestación 89.7 FM; Platino 102.3 FM; Popular 106.1 FM; RNV 88.9 FM (Canal informativo); Stilo 107.1 FM; Talento 102.7 FM; Vida 94.1 FM, Retro Radio on Lineentre otras.
A modo de corolario, es importante señalar que la radio como medio informativo siempre ha tenido una gran importancia en el estado Guárico y por ende en Valle de la Pascua, por lo extenso de su territorio y las numerosas comunidades rurales que existen en su geografía, en ese sentido, puede decirse que la radio como medio de comunicación masivo, además de informar, también ha cumplido una importante labor cultural, especialmente en lo referente a la promoción de la música, el folclore y la organización de eventos y actividades que además de culturizar también promueven la participación de la población en diversas actividades que contribuyen al bienestar ciudadano, promoviendo la convivencia , el bien común y combatiendo el flagelo de las drogas y otros tantos problemas que afectan el bienestar colectivo.
            Valle de la Pascua; lunes 14 de noviembre de 2016.

EL PRÓCER FRANCISCO MANUITT (UNA BIOGRAFÍA PENDIENTE)

Carlos A. López Garcés
Cronistas del Municipio J.T. Monagas
Estado Guárico


                                    “La  ingratitud es  el  crimen  más  grande    
                                   que  pueden  los   hombre atreverse a cometer.”
                                                                       Simón Bolívar
                                                                       (Pativilca, 9-1-1824)


            La participación en la guerra contra el dominio colonial español incluyó a mucha
gente de ciudades, pueblos y campos venezolanos, que, luego de lograrse la independencia, quedó reducida al anonimato o semi anonimato, aun cuando sus aportes fueron indispensables y muy significativos para alcanzar el propósito liberador; por esto es necesario rescatarla históricamente, sin tergiversaciones, con el fin de ubicarla en la justa dimensión heroica que le corresponda, sin menoscabar sus actuaciones en los momentos republicanos de los primeros tiempos.
            La afirmación anterior puede ser ilustrada mencionando el caso del general Francisco Manuitt Hernández , porque son muy escasas las noticias conocidas sobre él, algunas de las cuales son contradictorias o confusas, según lo revelan las fuentes consultadas para este trabajo. Precisamente, por tales características, esas informaciones motivan la idea de procurar un estudio más exacto de su biografía para el enriquecimiento de la historia local chaguaramense, lo que, a su vez, estimula la conveniencia de enumerarlas ahora como apuntes preliminares en el siguiente orden:
1º.- Los textos no mencionan a los padres del personaje a estudiar, quien habría nacido hacia finales del siglo XVIII en Chaguaramas, donde transcurrió la mayor parte de su vida civil, de acuerdo con Francisco Alejandro Vargas, autor de un trabajo periodístico sobre el general Manuitt, publicado en el diario El Universal (Caracas, 5 de abril de 1970, p. 1-5) y citado por el escritor tachirense Tito Sierra Santamaría (1975, p. 179) como referencia de sus informaciones relacionadas con este prócer, de quien se ha dicho igualmente que era de origen francés, nativo de Córcega (internet: Apellido Manuitt).
2º.- El investigador guariqueño Manuel Soto Arbeláez (2001, t. 1, p. 67) aseveró que se ignora cuándo se incorporó a la guerra; pero el precitado articulista Francisco Alejandro Vargas afirmó que lo hizo en 1819, afiliándose a las tropas llaneras de caballería (Sierra Santamaría: op. cit., p. 179). Otra fuente (internet: Apellido Manuitt) indica que se alistó en Cuba por su propia voluntad para luchar en Venezuela contra la dominación española.
3º.- Los autores coinciden en destacar que combatió en la batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821; Soto Arbeláez (internet: “Primera generación Manuitt de Chaguaramas”) añadió que allí “resultó mancado”, sin detallar el caso. Este glorioso servicio lo hizo merecedor del Escudo de los Vencedores, creado mediante decreto por el Congreso Constituyente de Colombia (la Grande), el 23 de julio de ese año (Sierra Santamaría: op. cit., p. 179; Soto Arbeláez: 2001, t. 1, p. 68). Cinco meses más tarde, en diciembre, era teniente ayudante de un escuadrón de lanceros, al decir de Soto Arbeláez (2001, t. 1, p. 68), quien, en otras anotaciones (internet: “Primera generación Manuitt de Chaguaramas”) escribió que aquel mismo año se fue a Puerto Rico y de aquí viajó a Cuba.
4º.- Cumplía funciones como comandante militar de Guacara en 1822, cuando combatía los reductos realistas de los Valles de Aragua. De aquellos días data su victoria en Patanemo y Sabana de la Guardia, cuando actuaba a las órdenes del general José Antonio Páez (Soto Arbeláez: 2001, t. 1, p. 67).
5º.-  Ejercía el empleo de adjunto del Estado Mayor del Departamento Venezuela en 1825, cuando aún era teniente. Entonces solicitó su ascenso al cargo que había dejado vacante Bonifacio Rodríguez, quien se había ido a Perú. Expuso en su petición que era la tercera vez que pedía el reconocimiento a sus méritos y recordaba que pertenecía a la Orden de los Libertadores, creada por Simón Bolívar en 1813. Esta solicitud fue avalada por el general Santiago Mariño y el coronel Juan Uslar, quienes hicieron las recomendaciones respectivas (Soto Arbeláez: 2001, t. 1, pp. 67, 68).
6º.- Fue ascendido a capitán en 1827, cuando, al mando del general José María Zamora, dirigió una columna contra la banda de Los Güires (Soto Arbeláez: 2001, t. 1, p. 68).
7º.- Solicitó y obtuvo licencia temporal indefinida en 1828. Sin embargo, a la fecha del 29 de agosto de 1830 y debido a su falta de destino militar, se dirigió al gobierno pidiéndole sus letras de retiro, las cuales le fueron otorgadas el 1º de diciembre de aquel año, con el goce de la tercera parte del sueldo y uniforme, de acuerdo con Vargas, el articulista mencionado por Sierra Santamaría (op. cit., p. 179); pero Soto Arbeláez (2001, t. 1, p. 68) afirmó que le dieron de baja en 1828 y que esos beneficios los obtuvo en 1831, desde cuando se residenció en Chaguaramas donde se dedicó a labores civiles y privadas.
8º.- El articulista Francisco Alejandro Vargas apuntó que Manuitt contrajo matrimonio en la iglesia parroquial San Lorenzo de Chaguaramas con la señorita María García, en cuya unión procreó dos hijas: Soledad Severa, nacida el 20 de febrero de 1832, y Rosa Ascensión, el 4 de mayo de 1842 (Sierra Santamaría: op. cit., pp. 179, 180). Para Soto Arbeláez (2001, t. 1, p. 68), esa boda sucedió efectivamente en Chaguaramas, donde nacieron ambas hijas, aunque señaló el año 1841 como el de nacimiento de la segunda. El propio Soto Arbeláez (Internet: “Primera generación Manuitt de Chaguaramas”), reseñó que el periodista, historiador y académico Oldman Botello habría informado que ese acto nupcial fue celebrado en Guacara hacia 1826 y que el biografiado ya se había establecido en Chaguaramas en 1831; Soto Arbeláez (internet: Íbidem) aseguró haber leído en varias oportunidades acerca del parentesco cercano de doña María Manuela García de Manuitt con el general Calixto García Íñiguez, héroe de la guerra de independencia cubana, cuyo abuelo vivió durante cierto tiempo en Chaguaramas, cuando era teniente coronel de las tropas realistas y combatía a los patriotas. Por otra parte, fue publicado (internet: Apellido Manuitt) que ese casamiento ocurrió en Cuba en un año impreciso aún y, además, que fue el “fundador de las familias Manuitt en Venezuela”.
9º.- Se incorporó a las fuerzas de la Federación atendiendo al llamado de su antiguo comandante, general Juan Antonio Sotillo, jefe superior de las provincias de Oriente y segundo de los ejércitos federales, quien, en 1861, lo ascendió a coronel vivo y efectivo, al decir de Vargas (Sierra Santamaría: op. cit., p. 179). En atención a datos aportados por Soto Arbeláez (2001, t. 1, p. 68), este último ascenso, al parecer, fue conferido “de un plumazo”, o sea, sin muchas exigencias.
10º.- Fungió de juez en el departamento de Chaguaramas en un año que está en duda, pues Soto Arbeláez (2001, t. 1, p. 68) anotó que fue en 1842 y Vargas que en 1865 (Sierra Santamaría: op. cit., p. 179).
11º.- Las letras de retiro le fueron ratificadas el 3 de enero de 1866, con el goce de la tercera parte del sueldo, de conformidad con noticias dadas por el articulista Vargas (Sierra Santamaría: op. cit., p. 179).
12º.- El gobierno presidido por el general José Ruperto Monagas le concedió el diploma de Ilustre Prócer de la Independencia Suramericana, el 13 de agosto de 1869, con el disfrute del sueldo íntegro y cuando ya tenía el grado de general de brigada, de acuerdo con lo escrito por Vargas (Sierra Santamaría: op. cit., p. 179). Acerca de esta distinción militar concedida a Francisco Manuitt, es oportuno recordar que el vallepascuense Soto Arbeláez (2001, t. 1, p. 67) resaltó lo siguiente: “Mucho después de la Independencia, específicamente del gobierno de los Monagas en adelante, se armó un desorden en la otorgación de los títulos militares. De tal manera que muchos sargentos o tenientes terminaron siendo generales. Se dice, sin poder ser confirmado, que Páez y Falcón, en plena Guerra Federal, firmaban los ‘Despachos de Ascenso’ en blanco. Este es el caso de varios chaguarameros a quienes les fueron reconocidos sus haberes con rangos inferiores y terminaron firmando como generales. Así lo hicieron Lorenzo Belisario, Gregorio Saldivia y Francisco Manuitt…”   
            Sobre esta aseveración debe decirse que el historiador Vicente Dávila aseguró que Francisco Manuitt solo obtuvo el grado de teniente y así lo repitió Soto Arbeláez (2001, t. 1, p. 68); no obstante, este último autor anotó asimismo que el prócer fue ascendido a capitán en 1827, como fue dicho anteriormente en el ordinal 6º.
            13º.- El académico J.A. De Armas Chitty (1978, t. II, p. 45; 1982, p. 94) también lo identificó como el teniente Francisco Manuitt, de quien dijo apenas que: fue uno de los tantos oficiales aportados por Chaguaramas a la guerra de emancipación; estuvo en Carabobo y después, ya en tiempos republicanos, persiguió a las guerrillas realistas dirigidas por José Dionisio Cisneros y Juan Celestino Centeno en Lagartijo y Tamanaco.  

 14º.- Manuitt murió en Chaguaramas el 7 de abril de 1870 “…cargado de méritos, honores y condecoraciones, rodeado de sus familiares y de amigos…” según el artículo de Vargas mencionado por Sierra Santamaría (op. cit., p. 179), quien agregó que las hijas solicitaron una pensión de montepío en 1873, la cual les fue concedida sin demoras por el Presidente Antonio Guzmán Blanco (Ibídem: p. 180).  Soto Arbeláez (2001, t. 1, p. 68) sostuvo que esa muerte ocurrió en 1884, lo que debe de ser un error, tal como lo indica el año de la concesión del montepío a las descendientes.

Conclusión:

            Numerosos próceres venezolanos, independientemente de la jerarquía militar alcanzada y el rol desempeñado, están todavía ocultos en las llamadas “tinieblas de la historia”, para decirlo con palabras del insigne escritor venezolano Eduardo Blanco expuestas en su Venezuela Heroica. El general Francisco Manuitt es uno de ellos y merece, igual a los demás, el reconocimiento a su heroica actuación libertadora, el cual debe incluir un estudio biográfico más acabado y esclarecedor como una modesta expresión de justicia y gratitud, que está pendiente dentro de la historiografía chaguaramense, para lo cual las noticias aquí enumeradas son una contribución valiosa, sin olvidar las equivocaciones que hubiese cometido como ser humano que era.

Nota.
            Este trabajo fue leído en el VIII Encuentro de Cronistas, Historiadores e Investigadores  Chaguaramas 2016, realizado el sábado 15 de octubre de dicho año en la sede de la Sociedad Socorro Mutuo, coordinado por el T.S.U. Pedro Castillo, Cronista Municipal. Concluida la lectura, el autor de esta nota supo de la existencia de un libro inédito, escrito por el académico Oldman Botello, titulado Los Manuitt de Venezuela: Aproximación a su estudio, con datos sobre el prócer Francisco Manuitt Hernández, que ahora no son comentados porque el respeto al derecho ajeno obliga a estudiarlos previamente. No obstante,  la ocasión es apropiada para reproducir las informaciones sobre el biografiado, que fueron dadas por Botello a quien esto escribe, vía correo electrónico en noviembre de 2016 y dicen así: “De él hay poco. El general Francisco Manuitt Hernández llegó al país en 1819, aproximadamente. Participó en la  toma de Puerto Cabello en 1823, a las órdenes de Páez.  Se enamoró en  Guacara  por esos años de la señora María Manuela García con quien tomó estado. Se radicaron en Chaguaramas. Estuvo en los combates contra Dionisio Cisneros en el Tuy y Orituco. Se hizo liberal. En la iglesia del pueblo dio el grito de rebelión contra los godos en la madriguera de godos que era Chaguaramas. Tuvo contacto con algunos revolucionarios como El Agachado, Manuel Borrego y Zoilo Medrano en tiempos de la Federación. Fue jefe político de Chaguaramas en 1853-1855 y jefe civil más tarde.  Se le ascendió a general de brigada en 1869. Fue declarado por Decreto junto con otros que estaban vivos, Ilustre Prócer de la Independencia en el gobierno de Guzmán Blanco. Murió en Chaguaramas en 1870. Fue propietario de numerosos hatos en la zona”.


FUENTES

1.- Bibliográficas

DÁVILA, Vicente. Diccionario Biográfico de Ilustres Próceres de la Independencia Suramericana. Caracas. Tipografía Americana, tomo II, 1926.

            DE ARMAS CHITTY, J.A. Historia del Estado Guárico. Caracas. Ediciones de la   Presidencia de la República. 1982.

            DE ARMAS CHITTY, J.A. Historia del Guárico (1807-1974). San Juan de los Morros.       Impreso en los Talleres de Gráficas Los Morros, tomo II, 1979.

SIERRA SANTAMARÍA, Tito. Sitios históricos del estado Guárico. San Juan de los Morros. Impreso en los Talleres de la C.T.P., 1975.

SOTO ARBELÁEZ, Manuel. El Guárico oriental. Caracas. Impreso en los Talleres Tipográficos de Miguel Ángel García e Hijo s.r.l., tomo 1, 2001.

2.- Internet:

Buscador Google:

            .- “Manuel Vicente Soto Arbeláez. Primera generación Manuitt de Chaguaramas”

            .- “Vivencias Llaneras del Abuelo. Chaguaramas: cuna de héroes”


            .- Apellido Manuitt.

Nota. Este trabajo fue leído en el VIII Encuentro de Historiadores, Cronistas e Investigadores de Chaguaramas, celebrado en la sede de la Sociedad Socorro Mutuo el sábado 15 de octubre de 2016.

domingo, 6 de noviembre de 2016

PROPIEDAD TERRITORIAL Y EVOLUCIÓN ARQUITECTÓNICA EN EL ORTIZ DE TIEMPOS COLONIALES

Carlos A. López Garcés
Cronista de Orituco



            Para estudiar la evolución arquitectónica en Ortiz durante el coloniaje, relacionándola con el origen y la consolidación de la propiedad territorial en esta misma comunidad, es prudente comenzar recordando que el territorio orticeño pertenecía en esos tiempos a la jurisdicción de San Sebastián de los Reyes, cuyo cabildo constituía una representación de poder hispano-monarquista, con suficiente autoridad para concederle territorio y mano de obra a sus propios cabildantes y a todo aquel que hubiese prestado servicios a la Corona española.  Esta capacidad de decisión habría permitido el desplazamiento de los pobladores primigenios por invasores colonialistas, quienes motivaron un proceso de apropiación arbitraria de la tierra y el surgimiento de hatos como unidades de producción fundamentales, con mano de obra esclavizada, lo que habría sido determinante en la formación de una élite social con suficiente poder económico para influir en los asuntos políticos y hasta religiosos con respecto a la localidad.
            Gracias a la participación de buenos alarifes y sobre todo de mano de obra esclavizada y/o muy barata del peonaje, aquel poder económico iba materializándose arquitectónicamente en el centro poblado a medida que los primitivos lugareños eran desplazados por los nuevos y poderosos ocupantes, quienes, con la finalidad de consolidar su residencia  en ese sitio, construyeron sólidas, duraderas y majestuosas viviendas de altas paredes de tapia y rafa, techo de tejas sobre caña amarga, pisos enladrillados, grandes puertas de madera y ventanas similares enrejadas, amplios zaguanes, corredores, dormitorios, salas de recepción, cocina, comedor, grandes patios empedrados, caballerizas y con espacios para establecimientos comerciales en ciertos casos, a diferencia de las barracas de los “negros” e indígenas que indicaban un significativo distanciamiento discriminatorio con la clase dominante.  
            Aún perduran en Ortiz algunas de esas edificaciones imponentes, las cuales constituyen verdaderos patrimonios históricos que deben ser conservados como muestras concretas de una época saturada de injusticias sociales, que, además de ser útiles para entender los aconteceres de la cotidianidad pueblerina y muchas cosas más, sirvan para explicar especialmente la dinámica de las relaciones de producción y sus consecuencias en aquellos días de cultura colonialista. Es posible suponer que otras casas semejantes fueron hechas en días republicanos del siglo XIX mediante el uso de técnicas aplicadas desde el coloniaje, con las que debe tenerse las mismas consideraciones de preservación patrimonial.
            La oportunidad es apropiada para resaltar una similitud de este caso de Ortiz con el Orituco, la cual está vinculada con el desalojamiento de los primitivos habitantes de Lezama y Altagracia por parte de un grupo social minoritario impositivo, que, de manera paulatina, iba ocupando las tierras asignadas a los indígenas, tanto las de vocación agrícola como las destinadas a la construcción de viviendas en el centro poblado, donde lograron  la edificación de casas majestuosas, sobre todo en Lezama, reveladoras de la iniquidad imperante entonces*.
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*Tema expuesto en el conversatorio sobre patrimonio histórico-cultural orticeño, con motivo del XII Encuentro de Cronistas, Historiadores e Investigadores en Ortiz, realizado en la llamada casa de La Espuela de Plata, el sábado 3 de septiembre de 2016. 

Imagen tomada de http://elguardiancatolico.blogspot.com/2016/08/el-dia-que-el-padre-lenin-bastidas.html

El Motor de aire desafía la segunda Ley de la Termodinámica. Invento de un guariqueño.