jueves, 18 de septiembre de 2008

JOSÉ CARRERO MEJÍAS

Daniel R Scott*

"Modesto en su expresión, era noble latinista, discreto en su proceder, dejó una estela de consideración y afecto entre sus compañeros y alumnos" (Antonio Barragán)


Y con la inesperada noticia de su fallecimiento, recibida en una insólita y surrealista noche lluviosa del mes de febrero, me atraparon en su repentina inundación los recuerdos, enseñoreándose de mi presente sin ningún tipo de consideración. Ese presente se echó atrás y se impuso la nostálgica luz del pasado. Reaparecieron los días mágicos y sin usar de nuestra "adolescencia del pupitre", cuando nuestra "inmadurez edénica" no se tomaba la vida del todo en serio. El minuto que atrapaba nuestra lozanía era eterno y los seres queridos omnipotentes. En el aula de clases, inspirados por la enseñanza, giraban libros, verbos, frases, números, formulas y los nombres más destacados de los escritores, estadistas y científicos de todos los tiempos. Entre los muchos y buenos profesores que nos formaron durante esa grata etapa que jamás volverá se hallaba José Carrero Mejías, hombre de habla culta y persuasiva, quien con su humilde porte de pedagogo chapado a la antigua nos dijo una vez: "Desconocidos como aquel que acaba de nacer, en la aurora del viaje que nos llega,/venimos entre un río crecido de palabras buenas,/aprisionado entre estrellas y esperanzas,/venimos ante ese algo inalcanzable que se alcanza,/a recibir nuestro título de bien."
¿Quién no le recuerda? Su singular y selecta erudición le llevaba a lanzar latinazos ante un nutrido grupo de aturdidos estudiantes o a compartir con todo aquel que deseara escucharle su hermética poesía a lo Neruda que hoy es y será el inimitable símbolo de su sensible, complejo e intrincado mundo interior. Hombre sencillo que daba lustre a su intelecto, deseaba de todo corazón, eso me consta, que pudiésemos ver más allá de nosotros mismos y de la huidiza fracción de segundo que nos atrapaba en ese instante. Al igual que José Martí, nos dijo: "Cada ser humano lleva en sí un hombre ideal".
Los dioses del minuto efímero ya hemos recorrido una parte de ese territorio que no admite retorno llamado "vida", y sabemos que no somos eternos: esa vida se desgasta con el tiempo y se rompe con los golpes del infortunio. Pero una cosa no ha cambiado y es esa voz culta y persuasiva que nos sigue diciendo que todavía somos "PASOS QUE SUEÑAN CON CAMINOS" (José Carrero Mejías)
10 de Febrero de 1998.

*Bibliotecario sanjuanero.

GALENO " SUMMA CUM LAUDE " GUARIQUEÑO DE PURA CEPA.

Carmen Emperatriz Sierra Viloria*


En el año 1942 llega a San Juan de los Morros, junto a su familia el Dr. José Francisco Torrealba. Específicamente frente a donde hoy día funciona " Fundaculgua" zona conocida por todos nosotros como "Los Puentes". Este insigne médico nació en el hato San Roque en la jurisdicción de Santa María de Ipire, el día 16 de Junio de 1896. Fueron sus padres Don Tereso y Doña Ana María González. Siendo el séptimo hijo de esta bella unión.
Contrajo matrimonio con Rosa Isabel Tovar Zaraceña con quien compartió 38 años de vida conyugal. Procrearon 12 hijos : Ana Isabel, Pedro Aquilino, José Witremundo fallecido el 14 de Julio del año 1941, Ana Rosa, José Francisco, Ana Teresa, Sara del Pilar, Rafael Tereso, Jesús Rafael, José Ramón, José Nicolás y Ana Benigna .
Realizó sus estudios en el Colegio de Luis Morillo y Saturno González en Santa María de Ipire y en la escuela del Br. Diego Antonio Ferrer y de su hermana Ana Isabel Torrealba en la población de San Diego de Cabrutica. Luego estudió en el Colegio San Gabriel y en el Federal de Zaraza (1910 al 1916) obteniendo el titulo de Bachiller.
Estudió Medicina en la U.C.V. donde obtuvo el título de Doctor en Ciencias Medicas en el año 1922 con calificaciones extraordinarias. Se radicó en la población de Zaraza a ejercer su profesión, y en su laboratorio clínico instalado en su casa del barrio "La Loma", armado de un microscopio binocular se dedicó a estudiar la sangre de cachicamos, armadillos, osos meleros, palmeros, monos y otros animales, con el fin de buscar el reservorio del morbo mortal de la época.
Fue un hombre autodidacta, leía y hablaba varios idiomas: francés, alemán, portugués e italiano. Asiduo lector de los clásicos griegos y romanos, de filosofía, y literatura en General.
Se desempeñó entre 1924 y 1927 como Director del " Asilo de Enajenados" de Caracas, su desempeño allí fue en pro de las mejoras de la asistencia de los pacientes con problemas psiquiátricos y diagnósticos precisos en el área. Esto labor fue reconocida por el Dr. Ricardo Álvarez en su obra " La Psiquiatría en Venezuela" y consideró a nuestro llanero como el precursor de las reformas de la Asistencia Psiquiátrica en el país.


Dos medicos inolvidables, el Dr. Arnoldo Gabaldón (izquierda) y el Dr. José Francisco Torrealba "el sabio Torrealba" (derecha), foto Circa 1947

En 1928 viajo a Alemania, y visita el Instituto de Enfermedades Tropicales de Hamburgo, bajo la dirección del Dr. Muller. Regresando luego al país y se establece en el medio rural. A partir del año 1929 su vida continuó en los pueblos del Guárico (Santa María de Ipire y San Juan de los Morros), siguiendo las sugerencias de su padre.
Estudio con dedicación, las enfermedades tropicales mas frecuentes en la zona: Paludismo, Chagas, Bilharziosis, Parasitosis intestinal, Elefantiasis y Leishmaniasis. Pero le dedicó especial atención a la enfermedad de Chagas, comprobando un elevado numero de casos con dicha patología, en personas que residían en las casas de bahareque y techos de palma, insistiendo en la necesidad de eliminar este tipo de vivienda y mejorando la calidad de vida del individuo. Su primera publicación en Gaceta Médica de Caracas aparece en 1932 sobre parasitosis intestinales en Zaraza, y otras poblaciones de Guárico y Anzoátegui. En 1933 sobre estudios realizados acerca del Rhodnius Prolixus y Tripanosomiasis en el Distrito Zaraza. En 1934 ensayo el Xenodiagnóstico recomendado por el sabio francés Emilio Brumpt, quien solicitó de Torrealba informes al respecto para publicar en la revista " Anales de Parasitología". Las investigaciones practicadas en el distrito Zaraza le permitieron constatar la existencia del microbio transmisor de la Tripanosomiasis. Estos estudios fueron profusamente publicados y despertaron visible interés con el mundo medico de Brasil, Argentina como también en el resto de la América Latina y el viejo continente. El Instituto Oswaldo Cruz de Rio de Janeiro, los profesores Evandro Chagas y Enmanuel Díaz , el sabio Argentino Salvador Mazza y el famoso medico Emilio Brumpt les intereso mucho todo lo publicado por Torrealba sobre el Mal de Chagas.
Practico los primeros Exámenes Coprológicos en Zaraza y demuestra un importante Poliparasitismo. Realizo Necropsias de ley para indagar el por que fallecían de muerte súbita los habitantes de estos pueblos. También examinó bovinos para diagnosticar anaplasmosis. Demostró la presencia de T (S) Cruzi en especies de reduvideos transmisores: Rhodnius Prolixus, Triatoma Maculata, Panstrongilus Geniculatus y en mamíferos reservorios domésticos y silvestres. Comparo la incidencia de infección por T(S) Cruzi y T.Rangeli en el Distrito Roscio y describe el primer caso agudo de Tripanosomosis Rangeli en Venezuela. También comprobó el T Barnolai en un mono de Venezuela y el T Itriagoi en un roedor Dasyprocta especie Venezolana.
Trabajo con la preparación y aplicación de Extractos de Protozoarios. Personas bien enteradas de las obras publicadas por el sabio apuntan que publicó III trabajos científicos de gran fama internacional, pero la que conquistó mayor jerarquía y renombre fue su obra " Xenodiagnóstico de la Enfermedad de Chagas " la cual fue traducida a varios idiomas. También publico mas de XX obras sobre diversos tópicos de interés medico y sociológico.
En 1950 publico un libro titulado: Pequeños apuntes sobre algunas familias del Oriente del Guárico y de Zaraza.
Torrealba decía:" Hay que leer y releer, aprende a escuchar, observa, examina, palpa, percute, ausculta. Piensa en las enfermedades y búscalas, pero si no sabes que existen ¿Como pensar en ellas?. Lectura y experiencia, " ojo clínico", las bases del éxito". Escribió Voces para Sordos en 1958 la cual fue una obra auspiciada por el Gobierno del Estado Guárico. Su segunda edición fue en el año 1984. También Canto de Guacabas y otros escritos en 1960. Recibió numerosas distinciones: Premio Vargas, Brault otorgado por la Academia de Medicina de Paris, Orden del Libertador Grado Comendador, Aplauso al Merito de la Creole Petroleum Corporation, Profesor Honorario de la de la Facultad de Medicina de la ULA, Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Medicina, Miembro de The Royal Society of Tropical Medicine and Higiene de Londres, Hijo Ilustre de Santa María de Ipire, Orden Andrés Bello (post morten) en la clase banda de honor. Fue amigo incondicional de mi abuelo Sr. Tito Sierra Santamaría.
Todas las tardes el Dr. Torrealba lo invitaba a él y a varios amigos a pasear por las afueras de la población en un carrito de alquiler manejado por Francisco Rodríguez (Panchito) y otras veces lo hacia Pedro Alfonso Tovar pariente del sabio en el carro de Torrealba. Hablaban sobre diversos tópicos de la política. El doctor Torrealba decía que todos los políticos eran embusteros y que por tal motivo el había escrito su folleto Cuento de Guacabas.
Este insigne medico quien tomó la salud como meta, la humildad como condición y la sabiduría como arma, murió en el Hospital Militar a los 77 años de edad el 24 de Julio de 1973 a causa de una Trombosis Cerebral. Fue trasladado inmediatamente a San Juan donde recibió cristiana sepultura. Asistieron a los actos fúnebres Ministros del Despacho Ejecutivo. En la sede del Colegio de Médicos de nuestro estado tomo la palabra el Dr. Alberto Eduardo Rodríguez Morales y en el Cementerio hablo el Dr. Saúl Ron Troconis.

*Docente sanjuanera.
Fotografia y leyenda tomadas de: http://groups.msn.com/VIEJASFOTOSACTUALES/personalidades1.msnw?action=get_message&mview=0&ID_Message=10223

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