sábado, 8 de junio de 2013

El cerro de Boves. Un Topónimo del Municipio Santa María de Ipire

FELIPE HERNÁNDEZ G.
UNESR/Cronista de Valle de la Pascua


La toponimia tradicionalmente se ha definido como el estudio y significación del nombre de los lugares localizados en un espacio geográfico. Es una rama de la onomástica que se ocupa del estudio integral, en el espacio y en el tiempo de los aspectos históricos, geográficos, lingüísticos, antropológicos, sociológicos y económicos, que permitieron y permiten que un nombre de lugar o sitio se origine y subsista en el tiempo.
En este sentido, existen en Venezuela, fundamentalmente, topónimos de tres orígenes: indígenas, hispanos y africanos, dichas denominaciones recuerdan la memoria de personas, lugares o hechos que tienen significación histórica o social para el pueblo venezolano, los cuales se han integrado al patrimonio geoespacial, en distintas etapas del desarrollo histórico nacional.
Las consideraciones hechas, sirven de fundamento para exponer que en la geografía del municipio Santa María de Ipire del estado Guárico, subsiste el topónimo Cerro de Boves, posiblemente en alusión al lugar de alguno de los combates que libró el sanguinario jefe realista, José Tomás Boves, en su suelo. Entre ellos, el combate de “El Salado” sitio localizado en las sabanas de Santa María la Vieja, en el cual el asturiano derrotó al general patriota Manuel Carlos Piar, el 16 de octubre de 1814.
En el lapso 1813-1814, la actuación protagónica de Boves en las acciones bélicas fueron determinantes para la caída de la Segunda República. Los historiadores J. A. De Armas Chitty (1978) y Adolfo Rodríguez (1998), informan que en el sitio de La Corona, a dos kilómetros del pueblo de Santa María de Ipire, Boves logró uno de sus primeros triunfos,… y “en el Chaparral de El Manguito corrió más de una vez sangre de republicanos. No lejos del pueblo, en el Cerro de Boves, el asturiano cometió degüellos sin cuento”.
De esas acciones, en suelo santamarieño existió el topónimo La Corona. Sitio que se localizaba en inmediaciones de la aguada “El Guamo”, donde probablemente acampó Boves con sus huestes, en marcha de Barcelona a San Fernando de Cachicamo. En la actualidad el sitio está urbanizado y son puntos de referencia, la calle “El Merecure” y el “Matadero Viejo” en la vía hacia el sector “Taparito” a la entrada de la población.
El llamado Cerro de Boves es una pequeña altura o loma localizada en las inmediaciones del caserío “Juan Domingo” al suroeste de Santa María de Ipire, en cuya cima está o estuvo colocada una cruz de tamaño mediano, que tradicionalmente ha sido llamada la “Cruz de Boves” y/o el “Ánima de Boves”. Supuestamente en algún tiempo, los lugareños celebraban en el sitio velorios de cruz de mayo.
Al caserío Juan Domingo se llega, desviándose en la carretera nacional El Socorro-Santa María, por una carretera de granzón que está después del puente Santa Inés, que conduce hasta el caserío Los Garzones, al pueblo de Altamira, a San Fernando de Cachicamo y Puerto Requena en las márgenes del río Orinoco, etc. A pocos kilómetros de dejarse la carretera nacional está la finca “Piedras Blancas”, un poco más adelante la vía se bifurca en una “ye”, a la izquierda conduce a Altamira y demás sitios, y a la izquierda a los caseríos Las Bateas, Las Burras, Juan Domingo, entre otros.
El “Cerro” se localiza en la sabana de las llamadas “tierras felizoleras”, a un lado de un viejo camino real ganadero que desapareció cuando construyeron la carretera que une a Santa María de Ipire con la Faja Petrolífera del Orinoco. Dicho camino llegaba a la población de El Socorro, pasando antes por el cerro Buena Vista y los sitios de Los Muerticos, El Varguero y Las Araguatas.
Se infiere que el topónimo pudiera devenir del sangriento combate de El Salado, ocurrido en las mismas sabanas aunque en lugar distante del mismo, donde ante la superioridad de las fuerzas del cruel asturiano y sus huestes realistas, muchos patriotas ofrendaron su vida por la libertad de la patria, quedando su sangre derramada en las sabanas del suroeste santamarieño, y dejando para la posteridad, en un punto de la sabana el topónimo que recuerda al sanguinario Boves.
En el proceso de transferencia de la propiedad territorial, las llamadas tierras felizoleras, a través de la figura de compra-venta fueron propiedad del productor agropecuario José Manuel Panzarelli y en la actualidad son un parcelamiento surgido de una invasión de campesinos de los caseríos vecinos. En las inmediaciones de las sabanas de El Salado o “El Salao” se encuentra ubicada la Estación Experimental “La Iguana” de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez.
FUENTES
Bibliográficas
DE ARMAS CHITTY, José Antonio. (1978): Historia del Guárico. 1532-1800. San Juan de los Morros: Publicaciones de la Universidad Rómulo Gallegos.
HERNÁNDEZ G. Felipe. (2011): Aportes Históricos sobre el pronunciamiento de los cabildos y los pueblos del Guárico a favor de la causa patriota. San Juan de los Morros: XI Congreso Nacional de Historia Regional y Local: Ministerio de la Cultura / Centro Nacional de Historia / Archivo General de la Nación / UNERG.
HERNÁNDEZ G. Felipe. (2007): El Núcleo Valle de la Pascua de la UNESR. Apuntes históricos. Valle de la Pascua: Talleres de A.C. Estampas Llaneras SRL. p. 44.
LÓPEZ CONTRERAS, Eleazar. (2004): Bolívar conductor de tropas. Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República. pp. 219 ss.
RODRÍGUEZ, Adolfo. (1998): Historia de la Tierra de Ipire. San Juan de los Morros: Gráficas Los Morros, CA. Fundación Guariqueña para la Cultura. Ediciones Sabaneras Nº 3. pp. 42, 43.
ZARAZA, Lorenzo. (1933): La Independencia en el Llano. Caracas: Editorial Elite. pp.214 ss.
Testimonios
Sr. Antonio Apodaca.
Sr. Arturo González y sus hijas: Diana Gabriela y Keila González Zamora.
Lic. Feliamar Torrealba.
Sr. Rafael Quintana (Caballo).
Sr. Tarsicio Gil Guillen. 

 Publicado por Blogger en Fuego Cotidiano el 10/14/2012 10:04:00 a.m.

EL ORGULLO DE SANTA MARÍA DE IPIRE




Manuel Soto Arbeláez


En una referencia de un periódico vallepascuense leí un trabajo de Rafael Eney Silveira Morales (Lito), referente al antiguo mercado libre de Valle de la Pascua ubicado en la calle Atarraya norte, entre la actual avenida Rómulo Gallegos, antes calle Abajo, y la calle Paraíso. Me vino a la memoria el recuerdo de un joven personaje guariqueño a quién siempre he considerado un buen amigo, primero por su honradez y segundo por su valentía. Esta última hizo que ante la pobreza que se le venía encima con apenas, tal vez, unos quince años en 1949 metiera sus pocas pertenencias en una capotera y se vino desde Santa María de Ipire hasta La Pascua con su madre y una hermana ambas bajo su entera responsabilidad, en busca de una mejor perspectiva para todos ellos. La necesidad era muy grande y grande también su deseo de trabajar en lo que encontrara. Recuerdo que resueltamente se acercó a mi padre -Nicolás Soto Martínez- quien estaba recién establecido en un pequeño negocio en la calle Atarraya norte # 27 cercano al mercado libre –donde actualmente funcionan algunas dependencias de la Alcaldía de Infante-, y le propuso vender allí mercancías de la naciente empresa. Mi padre accedió y en los dos días de la semana, cuando en la madrugada se abría el mercado libre, le entregaba una caja grande con diferentes objetos de consumo que el “Catire” diligentemente vendía ganándose su buena comisión. A veces cooperaba en el mostrador del negocio y le quedaba tiempo para jugar béisbol en el campo Bolívar con hombres de mucha más edad que él como Eleazar “Pata e´ Loro” Higuera; los hermanos Humberto “Coco” y “Carita” Campos; Franco García, que era un hombre de más de 100 kilos de peso; Leonardo “Fijón” García y su hermano Julio “Cayeya” García, (por cierto estos dos hermanos terminaron sus vidas ciegos. Eran hijos del también invidente don Hilarito Pedrique); Itamar Gómez, José María Mejías “Marusa”, el joven estudiante Emiliano Arzola Chacín y otros que no recuerdo.
“El Catire” jugaba como receptor o “Cátcher”. De Valle de la Pascua se mudó a San Juan de los Morros donde encontró un trabajo fijo en el INOS. Trabajaba y jugaba béisbol, encontrándose allí con otro jugador salido de las filas beisboleras de Valle de la Pascua: El socorreño Oswaldo Camacho, “Bocambaca”. Cuando los años y las rodillas no le dieron más para jugar este deporte el “Catire” jugó softball, siempre de cátcher. En San Juan el “Catire” se hizo conocer y se popularizó como el “Orgullo de Santa María de Ipire”. Al jubilarse como funcionario se estableció como comerciante especializado en artículos deportivos. Todavía con, tal vez, 76 años encima, está como los sastres “Pegado a su corte”. Al buen amigo don César Balza (así se llama el “Catire”) siempre mi hermano Héctor Nicolás y yo lo hemos recordado con especial afecto y le saludamos con el romano: ¡Salve César! Miramar, Florida, Dic. 2010. MSA. E-Mail: manuelsotoarbelaez@yahoo.com Los libros El Guárico Oriental 1, 2 y 3 en Librería La Llanera, calle Guásco frente a la plaza Bolívar Valle de la Pascua.

PEDRO RODRÍGUEZ BERROETA-RON





Manuel Soto Arbeláez



            Pedro Rodríguez Berroeta-Ron -en la foto con la señorita Flor Manuitt y Manuitt, trajeada a la moda de entonces con estola de piel-, fue Presidente del Estado Guárico en el gobierno del general en jefe Eleazar López Contreras. Cuando este General, en su condición de Presidente de la República de Venezuela, visitó a Valle de la Pascua con motivo de la celebración de la Feria Ganadera y Agropecuaria en 1939, uno de sus acompañantes fue Rodríguez Berroeta, viniendo también en la comitiva don Rómulo Gallegos Freire y el Dr. Andrés Eloy Blanco Meaño, en su condición de contratistas de filmación para cubrir y narrar el evento audiovisualmente para el noticiero nacional que se proyectaba en las salas de cine, siendo el responsable de la empresa el novelista Gallegos Freire.
 
               La figuración política de Pedro Rodríguez Berroeta comenzó en 1928, cuando siendo brigadier mayor en la Escuela Militar se vio envuelto junto a su hermano Arístides Rodríguez Berroeta, cadete de primer año, en los sucesos de abril de ese año en los que un grupo de militares y civiles, trató de derrocar al dictador Juan Vicente Gómez Chacón. Golpe que fue develado y derrotado personalmente por López Contreras actuando con mano dura como ministro de guerra y marina. Una de las víctimas de la crueldad del régimen fue su  hijo el cadete alférez Eleazar López Wolkmar, quien a poco murió a causa de las torturas. Su padre no intercedió por él. Uno de los muertos en la asonada fue el zaraceño Manuel Segovia. Los hermanos Rodríguez Berroeta lograron escapar hacia Colombia, donde Pedro en unión a los guariqueños Ricardo Montilla (de El Sombrero) y Rafael Ángel Castillo (de Tucupido), firmaron junto a Rómulo Betancourt, entre otros exiliados, el llamado ¨Pacto de Barranquilla¨ que se puede considerar como el primer manifiesto democrático civilista y programático en contra de la dictadura. A partir de su regreso a Venezuela cada uno de estos jóvenes dirigentes cogió su rumbo. Los hermanos zaraceños se establecieron en el Zulia, donde formalizaron estado con damas de esa región. Pedro, como he señalado, fue funcionario de confianza de López Contreras, pero en 1941 era dirigente del Partido Democrático Venezolano (PDV) fundado por el presidente Isaías Medina Angarita y dirigido tras bastidores por Arturo Uslar Pietri. 
            Al ser derrocado Medina en octubre de 1945 Rodríguez Berroeta se retiró de la política dedicándose a la actividad privada, básicamente en Maracaibo de donde era oriunda su esposa doña Carmen Teresa Belloso Villasmil. La primera hija de esta pareja, Carmen Mireya, nació en San Juan de los Morros el 28-10-1940.
            Pedro Rodríguez Berroeta-Ron fue hermano germano de doña Carmen Rodríguez Berroeta de Arias Moreno (doña Carmen de Arias, maestra de varias generaciones en Valle de la Pascua). Estudió primaria y secundaria en su ciudad natal Zaraza. En 1925 aparece allí como fundador del periódico Nosotros junto a Francisco Álvarez Sotillo, Luis Morales Padilla y Jesús Rodríguez Loreto, todos estudiantes del Colegio Federal de Segunda Enseñanza. Como hombre público fue honrado y demócrata intachable. Sobre su actuación en los sucesos de abril de 1928 dice Rafael Ramón Castellanos: “Nació en Zaraza en 1908 (¿?). A raíz de los sucesos de abril de 1928, se estableció en la ciudad colombiana de Bucaramanga. Fue firmante del Manifiesto de Barranquilla el 22 de marzo de 1931. Secretario del general Régulo Olivares. Presidente del estado Guárico (1938-1939 y 1941). Murió en Caracas en 1976¨ (..). Por su parte, el Dr. Aurelio Álvarez Juan en su libro Don Pedro Carlos de Ron y Tovar y su descendencia en Venezuela describe lo siguiente: “Don Pedro Rodríguez Berroeta, Brigadier (de la Escuela Militar), nació en Zaraza el 22 de diciembre de 1906, afiliado al partido Democrático Venezolano (PDV), fue presidente del estado Guárico en el periodo del general (en jefe) Eleazar López Contreras. Casó en Maracaibo el 16 de julio de 1939 con doña Carmen Teresa Belloso Villasmil, nacida en Maracaibo el 29/04/1918, hija de don Manuel Belloso Nava y doña Blanca Villasmil.”(..). Arístides Rodríguez Berroeta. Cadete. Aparece su nombre en las informaciones que da al tribunal el subrigadier Benjamín Delgado Leefmans, quien declara que “si los cadetes no tomaron tal medida (la de vestirse y estar preparados en la madrugada del 7 de abril),  fue porque no oyeron las descargas, cosa imposible, o que el centinela de mi dormitorio, que era un individuo nuevo en la Escuela, llamado Arístides Rodríguez Berroeta, quien por ser novato no se pudo imponer”(..). Según  Rafael Ramón Castellanos este cadete nació en Zaraza  en 1912. Luego de los sucesos del 7 de abril de 1928 se dedicó al comercio en Maracaibo durante largos años y allí falleció en 1963. El Dr. José Francisco Torrealba en su libro Pequeños Apuntes Sobre Familias del Oriente del Guárico, y en especial Zaraza, editorial Grafolit, 1950 dice que era hijo de doña Angelina Berroeta Ron y de don Pedro Rodríguez Rodríguez. El Dr. Aurelio Álvarez Juan anota que “Don Arístides Rodríguez Berroeta (fue) odontólogo y falleció soltero”(..). Sin embargo su sobrina doña Morella Arias Rodríguez y Berroeta, amiga vallepascuense de siempre, me anota que su tío, antes de salir al exilio después de los sucesos acaecidos en 1928, casó con doña Carmen Salas, con dos descendientes.
Otro guariqueño en el complot de 1928 fue Manuel Segovia. Natural de Zaraza. Dice el Acta del juicio que acompañó al teniente Barrios en la toma de Miraflores en donde se presentó una fuerte oposición por parte de los defensores de esa plaza, pero que al final fue tomada, como queda dicho. Siempre estuvo al lado del subteniente Leonardo Leefmans y del capitán chileno Pedro Dubournais, de Jesús Miralles, de Aurelio Esparragosa y de tres individuos más. Era natural de Zaraza, nacido en 1896, hijo de Gerónimo Segovia. Según Mirta Salas de Barráez, quien compiló los expedientes y más tarde los estudió en detalle, Manuel Segovia era de profesión telegrafista y murió en la madrugada del 7 de abril cuando intentó tomar el Cuartel San Carlos. Hombre de acción. En el expediente se le nombra más de 40 veces. MSA. E-Mail: manuelsotoarbelaez@yahoo.com Los libros El Guárico Oriental 1, 2 y 3 en la Librería La Llanera, calle Guásco frente a la plaza Bolívar, Valle de la Pascua.

El Motor de aire desafía la segunda Ley de la Termodinámica. Invento de un guariqueño.