miércoles, 14 de septiembre de 2016

236 AÑOS DE LA PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA DE LOS MORROS

ARGENIS RANUÁREZ ANGARITA




Contrariamente a nuestro placentero hacer a viva voz y sin auxilio de papeles, apuntes o esquemas, haremos una semblanza histórica de la comarca de los morros, la cual lleva implícita la opinión personal y  propia de este cultivo en tierras de la historia, con los medios propios de producción propios del periodismo.
Desde hace casi medio siglo, venimos utilizando el término comarca para referirnos a San Juan de los Morros y a su área de influencia, independientemente de divisiones territoriales de naturaleza civil, militar o religiosa.
Hoy, veintiséis de mayo del año 2016, celebramos con racional júbilo los 236 años de la creación de la parroquia Eclesiástica San Juan Bautista de los Morros. No anduvimos al garete buscando una fecha, ni la dejamos al azar, capricho o conveniencia. Esa fecha la celebramos desde 1980, desde hace 36 años, cuando el Concejo Municipal del entonces Distrito Roscio del Estado Guárico, la adoptó como punto de partida de nuestro asentamiento urbano, habida cuenta de la particular manera de nacer y crecer todo centro poblado en caminos de paso obligado o encrucijada de caminos.
Para llegar a la decisión de tomar la fecha del decreto del Obispo Monseñor Doctor Mariano Martí, esto es, el 26 de mayo de 1780, hubo de transcurrir respetable largo tiempo de casi 200 años, durante los cuales la historia local fue asunto que a nadie importara o la historia local se mantuvo reducida a la historia de vida de sus moradores y a lo más, a la historia familiar, y sus respectivas relaciones con el medio geográfico.
Comenzamos a tener inquietud por nuestro pasado a raíz de la caída de Marcos Pérez Jiménez. Nuestros primeros cronistas son periodistas. Alí Almeida y Juan Ubaldino Zerpa rompen esquemas centenarios. Comienza la preocupación por el pasado remoto de San Juan de los Morros, sin dejar de lado el pasado reciente para ese nuevo tiempo. El Morro, periódico impreso dirigido por Almeida el cual circuló hasta 1960, con veinte ediciones junto a un programa de radio que ese periodista mantuvo en Radio Guárico AM, comienzan tímidamente a hurgar en el pasado. Dos hijos de este pueblo comparten idéntica inquietud, el Doctor Ramón de Jesús Heredia y el Coronel Cedeño Zerpa.
No hay fundador. No hay acta de fundacional. No hay demarcación territorial. Encrucijada y camino de paso obligado, este paraje de rica vegetación, abundante agua e impresionante belleza,  vió  pasar a muchos, a muchos  viajeros que iban a fundar hatos, a buscar oro o venían a comercializar ganado, luego  de la expansión hacia el sur iniciada con la fundación de San Sebastián de los Reyes, el 6 de enero de 1585 por Sebastián Díaz Alfaro. Éramos  a un tiempo el patio de San Sebastián  y la puerta de los llanos de Caracas.
El primero en publicar un trabajo sobre la fundación de San Juan de los Morros fue Do Tito Sierra Santamaría, andino del Táchira, Don Tito, co-fundador de la extinta Asociación Venezolana de Periodistas Seccional del Estado Guárico,  ejerció el cargo de Coordinador de la Gaceta Oficial del Estado   desde 1959 y logró recopilar importante información que publicó en sus libros “Fundación de San Juan de los Morros “-1962- y” Sitios Históricos del Estado Guárico “-1975-. Fue Santamaría pionero en la búsqueda de nuestros orígenes independientemente de que la verdad histórica haya aflorado pocos años después de publicado su primer libro.
Paralelamente un hombre llamado Felipe Santiago García funda un periódico de intereses generales, con énfasis en el deporte, llamado “Campo Deportivo”, donde tuvimos el honor de incorporarnos a finales de los años sesenta. Allí Almeida, Oscar Hernández, Ubaldino Zerpa, Fulgencio Alayón, Ricardo Alcalá y otros, insistíamos sobre  un más allá convencidos como estábamos que ni Luis Ximénez de Rojas había sido fundador  en 1675 como señaló erróneamente Sierra Santamaría,  ni era cierta la fecha del año 1675 como afirma Landaeta Rosales en su” Gran recopilación Geográfica, Estadística e Histórica”, en la cual no señala fundador.
Otros inquietos sobre esos orígenes, fueron siempre los doctores Fernando Alvarado  Guzmán y Enrique Olivo, ambos nacidos en este valle, ambos brillantes alumnos del Colegio Roscio y de la Universidad Central de Venezuela, jueces de reconocida solvencia personal y profesional, primero y segundo cronistas oficiales de la ciudad de los morros, autor el primero de tratados de investigación  histórica publicados en la revista  de la Asamblea legislativa del estado Guárico desde 1966 hasta 1969, órgano dirigido por el periodista Miguel Quintana Delgado.
Con ellos en amenas tertulias caseras compartíamos opiniones. Coincidíamos con el Doctor Víctor Manuel Ovalles, quien en 1933 advertía: No hubo fundación. San Juan de los Morros nació imperceptiblemente, a orillas del camino, casas distantes, cercanas a ríos y quebradas. Éramos jurisdicción de San Sebastián unas veces, de Villa de Cura otras. En la “Descripción exacta de la Provincia de Venezuela” de Don Joseph Luis de Cisneros de 1674- 59 años después de la fecha señalada por el Padre Acosta ,un año antes de la señalada por Landaeta Rosales, en esa obra no aparece pueblo, ni villa, ni ciudad llamada San Juan de los Morros. Es concluyente que al no existir prueba documental de fundación alguna, con las formalidades de toda fundación, fue esta comarca  una formación espontanea.
Durante muchos años cronistas nacidos o venidos a este valle, hicimos crónica sobre nuestro proceso evolutivo, sin más punto de partida que la afirmación de Landaeta Rosales repetida por Sierra Santamaría, y llego el año 1967, cuando un servidor público en el Archivo General de la Nación, llamado Manuel Pinto, archivólogo y paleógrafo, hizo un hallazgo de marca mayor relacionado con nuestra comarca, en el archivo del Palacio Arzobispal de Caracas, Pinto busco y encontró.  Transcribió cuarenta documentos y con recopilación y notas de su autoría, los publicó en una edición bajo el titulo "Principio y Formación de San Juan de los Morros", obra que por la contundencia de las  pruebas documentales, echó por tierra, toda especulación anterior sobre fundaciones que ninguna veracidad tenían.
Lamentablemente, ninguna autoridad del Estado Guárico tomó interés en promover y distribuir la obra. Su difusión ese año se vio opacada por el terremoto que causo muertes y daños materiales en Caracas y en el Litoral. Pese a la publicación del libro de Pinto, a nivel local se  seguían repitiendo los nombres desde Garci-Gonzales de Silva y de Luis Ximénez de Rojas como fundadores. Carlos Rodríguez Ovalles Manifestaba  públicamente su desacuerdo con tal afirmación. Un hijo de San Sebastián de los Reyes, descendiente de los alemanes de la Selva Negra que fundaron la Colonia Tovar, Ramón Antonio Ziegler Álvarez, vino a vivir al Valle del Paurario, echó raíces como músico y radiotécnico, preocupado por lo que llamó "publicaciones llenas de suposiciones como verdades históricas desconcertantes para todo público, y perjudiciales sobre todo para estudiantes”, ofreció como obsequio al San Juan que celebraría 200 Años al año siguiente, -1980-,un trabajo por demás esclarecedor, que el Consejo Municipal presidido por Alejandro Tovar Bosch, publico en un folleto.
El año Bicentenario se publican cuatro obras alusivas a los orígenes de San Juan: la de Ziegler, la del Dr Enrique Olivo titulada "Calendario de Fechas y Sucesos de San Juan de los Morros"; la del Dr. Adolfo Rodríguez  titulada "San Juan de los Morros: Relámpago y Égloga", y un folleto editado por el Consejo Municipal del extinto Distrito Roscio, contentivo de tres piezas oratorias de gran valor documental. La primera, el discurso pronunciado por el Doctor Luis José Acosta Rodríguez, hijo ilustre de Ortiz, nuestro inolvidable amigo, en la sesión solemne del 26 de mayo de ese 1980; el segundo, del Doctor Arístides Baujón, en el cuadragésimo cuarto aniversario de la Guardia Nacional, y el tercero pronunciado por el muy ilustre Doctor Saúl Ron Troconis, con motivo del segundo aniversario de la muerte del Doctor Fernando Alvarado Guzmán, nacido en San Juan de los Morros el 15 de agosto de 1926, primer Gobernador del Guárico nacido en este valle de Los Morros ,primer Cronista Oficial de su ciudad natal.
Y  ese año 1980, el año Bicentenario, nuestro hermano del alma  Doctor Adolfo Rodríguez  publicó un artículo que movió voluntades para hacer posible la celebración en grande, 2 meses después: "Dos Siglos de San Juan" fue el titulo del trabajo publicado en el Diario El Nacional.  Rodríguez  advertía entonces, que faltaban 2 meses para el Bicentenario, y que no había nada previsto para celebrarlo. Cita a Ovalles, al Liceo Roscio de los 40 y 50, al Sabio Torrealba, y finaliza con el alborozo por el inicio de las actividades académicas de la Universidad que tantos desvelos nos costaron, con la clase magistral del Rector  J.J González Matheus, el 21 de enero de ese 1980. Rodríguez en su obra citada, hace un poético ejercicio de imaginería, y concibe, en aplicación LATU SENSU del término "fundación", nueve fundaciones para San Juan, ese San Juan donde el Doctor Rodríguez  no vio la luz al nacer, pero igual que nos y que muchos, vio la otra luz, al renacer en este lar por demás estelar. Esas fundaciones son: paisaje, mucha agua, mucho verdor; la de las minas, búsqueda  ansiosa, la gran decepción pirita aurífera y no oro; la del buen pastor, decreto del Monseñor Martí; la de la muerte, con la matanza de sanjuaneros por Antoñanzas, trescientos prisioneros decapitados unos, empalados otros, y destripados otros. Unos trescientos en total, aquel Año doce del decimonó0nico fatal para este valle, la otra fundación, la de las Aguas Termales, que llevan a construir carretera y balneario, la de Los Huertos, con colonia china plantando vegetales, y antes, siembra de morera para gusano de seda; otra fundación es la de Gómez: hotel, faro, balneario, luz eléctrica, hasta 1934, cuando de noche a mañana se convirtió en capital del Guárico.
La fundación carcelaria, para A. Rodríguez, decretada el 44, inaugurada el 49, es la octava, y la novena, la Universidad.
Mucho, mucho aguanto papel sobre nuestros orígenes, pero, la verdad llega, aflora y se impone. Entre tanto que agradecer, además de duda eterna, con Monseñor Martí y con el historiador Manuel Pinto, gratitud sanjuanera también para el aragüeño universal Lucas Guillermo Castillo Lara, quien en su discurso de incorporación como individuo de número de la Academia de la Historia, publicado en 1977 bajo el titulo: "Materiales para la Historia Provincial de Aragua", con discurso de contestación del Académico Dr. Carlos Felice Cardot, nos informa sobre un nombre que hicimos nuestro: Paurario, nombre dado al Morro por los pobladores indígenas de este valle, y sobre un crimen aborrecible: tortura y abandono de la India Magdalena por el zutano mal llamado "Don", Luis Ximénez de Rojas, alcalde de la Santa Hermandad de San Sebastián, dueño del Hato Chaparral, cerca del Rio Guárico, camino de San Juan hacia San Sebastián, personaje asociado erróneamente con nuestra fundación, adorador de la imagen de Nuestra Señora de la Misericordia y Caridad, venerada por ambos pueblos desde el incendio que consumió toda su casa, menos a la pequeña imagen de la Virgen.
Gracias al Doctor Castillo Lara por esa transcripción del doloroso relato. Nunca nos entró el nombre del tal Don Luis como fundador de San Juan de los Morros, y celebramos que la verdad haya brillado y tengamos la honrosa condición de pueblo de formación espontánea, y que nada tuviera que ver con nosotros ese inquisidor.
Y  así terminada esta semblanza, una opinión seguida de un pedimento. Estamos mal en el control del crecimiento urbano. Muy mal. Nuestro pulmón vegetal, el Pariapán que contemplamos desde la ventanita de nuestro rancho, será pronto ranchería por un lado y urbanización no planificada por el otro. Peligra la cota de crecimiento, peligra la vegetación, y lo más grave, peligran nuestros manantiales. Algo hay que hacer, y pronto. Y lo otro, una vikingocracia que tomo parques y plazas, viciosos que renunciaron a toda responsabilidad personal, familiar y social, una clase de renunciantes que viven y beben con el trabajo de otros, que requieren al igual que orates de todo género y sexo que deambulan por calles y carreteras, esperando respuesta, atención pronta, eficaz y eficiente, situación de la cual somos responsables todos: unos por acción, otros -los más- por omisión.
Y así, la fecha de hoy dada a escoger por R.A Ziegler en 1979 junto a otras dos del siguiente año a la erección de la parroquia: fijación del sitio para la iglesia, e inauguración de ese templo, 5 de marzo la una, 5 de diciembre la otra, de 1781; celebramos con racional alborozo porque aunque muy mal anden muchas cosas en la patria de Bolívar, muchas otras mantienen su buen ritmo y a norte franco con la voluntad intacta de sus protagonistas. Aquí civiles y militares, maestros y escolares, comerciantes y profesionales, que este Valle del Paurario se cumpla bien y por siempre, lejos de las sombras de las dudas, la mentira y la falacia, y cerca, muy cerca, del afecto matrio de la solidaridad humana y social, y del tiempo libre para avanzar y avanzar, viendo de vez en cuando para atrás para ver, aprender, corregir, y seguir y seguir y seguir, juntos en la pertenencia a la Comarca del Paurario, cantado en 1964 en verso por Teobaldo Mieres, telegrafista, pintor, inventor, músico, comerciante y escultor, todo pasión creadora por este valle de misterio, de magia y de encanto.
Amén.
26-06-2016. S I. PARROQUIAL SAN JUAN BAUTISTA

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