sábado, 13 de agosto de 2016

NATALICIO DEL GRAL. JOSÉ ANTONIO PÁEZ

FELIPE HERNÁNDEZ G.
UNESR/Cronista del Municipio Infante-Guárico

El 13 de junio de 1790 nació José Antonio Páez, en Curpa, un pueblo cerca de Acarigua, cantón de Araure de la provincia de Barinas. Proveniente de una familia de origen canario, pobre y numerosa, de los ocho hijos que tuvieron sus padres Juan Victorio Páez y María Violante Herrera, Páez venía siendo el penúltimo. Su padre servía de empleado al gobierno colonial en el ramo del estanco de tabaco en la ciudad de Guanare, de la misma provincia, allí residía para el desempeño de sus deberes.
A la edad de ocho años aprendió las primeras letras en el pueblo de Guama, estado Yaracuy.  Luego un cuñado lo hizo bodeguero y lo aplicó con éxito en los menesteres de la agricultura y la cría. Cuando cumplió diecisiete años ya era todo un peón de hatos que medía su fuerza con la de sus compañeros y hacía alarde de sus músculos y del ingenio que lo transformó en hombre capaz de competir independientemente de sus patronos en la compra y venta de ganado. Para el año 1810, cuando apenas tenía 20 años de edad, social y económicamente Páez ya es don José Antonio, casado con doña Dominga Ortiz, dueño de hato en Canaguá, comerciante y ganadero.
            Su vida militar desprovista de toda orientación académica, hija del medio y de las circunstancias, la comenzó en 1810 al ponerse al lado de los patriotas que desde Caracas lanzaron el grito de independencia.  Mucho aprendió Páez de la astucia de Boves y a la muerte de éste se posesionó de sus dominios y cumplió la enorme tarea de convencer a los hombres que saben montar a caballo y soportar los rigores del sol y del hambre, para que se orientaran por el camino de la lucha patriótica. Fue una tarea difícil pero no imposible. Los llaneros que siguieron a José Tomás Boves hasta Urica, eran venezolanos descarriados que no sabían por quién ni por que luchaban. Con José Antonio Páez aprendieron esa lección de patriotismo que defendieron con las lanzas y a fuerza de trotar por las sabanas. 
Con certeza puede afirmarse, que entre 1810 y 1821 el llanero Páez se convierte en héroe, el Centauro, el caudillo de a caballo y lanza, el General Páez que espantó en el Apure, General en Jefe en el campo de batalla "por su extraordinario valor y virtudes militares". Se adscribe a la revolución bajo las órdenes de Manuel Antonio Pulido en Barinas. Se convierte desde el primer momento en sargento para ingresar en el Ejército de Occidente, milita bajo las banderas del Marqués del Toro contra los realistas de Coro, sigue en Caracas en 1811, al año siguiente regresa a Canaguá, lo enrola el gobernador realista de Barinas, Antonio Tíscar y Pedrosa en el campo enemigo, se escapa y ya nadie lo ataja: Capitán de Caballería y Las Matas Guerrereñas (27 de noviembre de 1813), alzado hasta 1816, Mata de la Miel (16 de febrero 1816) y Teniente Coronel, El Yagual (8 de octubre de 1816), Mucuritas (2 de febrero 1817), la toma de Las Flecheras (6 de febrero 1818), Las Queseras del Medio (3 de abril 1819) y la Cruz de los Libertadores, Batalla de Carabobo (24 de junio de 1821) y General en Jefe, toma de Puerto Cabello (8 de noviembre de 1823) y empieza la política.
El 28 de junio de 1821 Venezuela queda dividida en tres Departamentos: Venezuela (provincias de Caracas, Carabobo, Barquisimeto, Barinas y Apure), Orinoco (provincias de Guayana, Cumaná, Barcelona y Margarita) y Zulia (provincias de Maracaibo, Coro, Mérida y Trujillo). Páez es nombrado Comandante General del Departamento Venezuela. Se enfrenta al Congreso que está en Bogotá. Viene La Cosiata (1824-1826), los encuentros con el intendente Juan Escalona, la amistad con el hábil, inteligente y peligroso Miguel Peña, la tentación del poder, es preferible ser Jefe Superior Civil y Militar de toda Venezuela y no subordinado. Bolívar comprende y lo ratifica en ese cargo en enero de 1827.
Mucuritas, Mata de la Miel, Las Queseras del Medio y Carabobo son hitos que enaltecen la vida de este guerrillero de las pampas venezolanas. Páez, a pesar de lo que luchó al lado de Bolívar y Sucre para la emancipación y unidad grancolombiana, provocó su ruptura en 1830 y se erigió en Presidente de la Venezuela independiente.
El 24 de junio de 1831 en un encuentro en Valle de la Pascua con el Gral. José Tadeo Monagas, Páez logró evitar el intento separatista de la República, convenciendo a los hermanos Monagas de deponer las armas, indultándolos y dando las garantías necesarias a los comprometidos en el movimiento.
Aliado con los oligarcas se enfrentó a sangre y fuego contra los liberales y al final fue a parar a la cárcel y al destierro. Camino del exilio en 1850 día de su cumpleaños, escribió este mensaje a los cumaneses que abogaron por su libertad mientras estuvo preso“Después de Dios, yo debo mi libertad a  los cumaneses. ¡Pueblo generoso, heroico pueblo! Yo te rindo homenaje, el más sincero de mi profunda gratitud; vivirás eternamente en mi memoria; celebraré tus dichas y lamentaré  tus desgracias. Yo os pertenezco, cumaneses, de todo corazón”.
El 24 de enero de 1862, durante la dictadura del general José Antonio Páez, un significativo número de vallepascuenses se pronunció a favor de su gobierno, el acto de apoyo se realizó en la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria de Valle de la Pascua, los firmantes del manifiesto exponen que “suscriben el manifiesto en la Iglesia Parroquial con el objeto de hacer protestación de la fe política que profesan y han profesado siempre”: presbítero Juan Santiago Guasco, Ricardo Escobar Gutiérrez, Carmen González, comandante militar de la plaza José María Ponce, Jesús Inciarte, José Sotero Álvarez Urbina, Calixto Silva, Julián López, José María Cobeña, José Rafael Escobar, Ramón González, Federico Pérez y Juan Félix del Corral.
Cuando se conmemoran 226 años de su natalicio de quien fue conocido como “El Centauro de los Llanos”, “El León de Payara” (1837), “El Ciudadano Esclarecido” y “El Taita”, prócer de la independencia de Venezuela a quien le debemos no sólo sus denodadas luchas por la independencia de la patria, sino además la actual República Bolivariana de Venezuela, logro alcanzado en 1830 con la separación de nuestro país de Colombia. Los guariqueños y por ende los vallepascuenses tenemos una deuda de gratitud por sus hazañas y logros. En Valle de la Pascua desde hace algún tiempo hay un reclamo para que en las inmediaciones del Parque Laguna del Pueblo se construya un monumento recordatorio del célebre Encuentro realizado en sus espacios a la sombra de unos jabillos ribereños, el 24 de junio de 1831.

  El 6 de mayo de 1873 murió en Nueva York el General José Antonio Páez, el llanero que deslumbró con sus gloriosas hazañas durante la guerra de independencia, que separó a Venezuela de la Gran Colombia y dirigió sus destinos con aciertos y altibajos hasta el triunfo de la Federación en 1863.


Valle de la Pascua, miércoles 08 de junio de 2016.

1 comentario:

Alfredo Tomás dijo...

El general José Antonio Páez, extraordinario militar y guerrero valeroso de nuestros llanos. Me complace disfrutar de este hermoso trabajo del profesor Felipe Hernández cronista del municipio Infante y del blog del poeta e inquieto comunicador Jeroh Juan Montilla. Un saludo.

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